REBELIÓN JUDÍA CONTRA EL ATAQUE DE ISRAEL

Historiadores e intelectuales judíos rechazan los métodos empleados por el Gobierno israelí contra los palestinos

El historiador Ilan Pappé sostiene que hay que calificar de «genocidio» la campaña militar de Israel en Gaza. Su colega Yakov Rabkin se muestra escandalizado por la «masacre». La periodista Naomi Klein afirma que toda la economía israelí depende en realidad de su músculo bélico. Y la activista Diana Ralph advierte que los «crímenes de guerra» no pueden quedar impunes.

Si está pensando que la Liga Antidifamación debería intervenir inmediatamente para frenar este tipo de declaraciones y cortar así la extensión del antisemitismo, aguarde un segundo: todos ellos son judíos. La invasión israelí de Gaza ha desencadenado un alud de actos y proclamas de ciudadanos de tradición judía contrarios a la política de Israel . En ocasiones, la rebelión apunta a la esencia misma de este país como «Estado judío». Y casi siempre se dirige contra la pretensión de Israel de representarles y de hablar en su nombre.

» Israel actúa en nombre de todos los judíos del mundo, pero muchísimos consideramos un error tremendo su política: por la violencia que genera y porque nos perjudica gravemente», explica, en conversación telefónica desde Montreal, Yakov Rabkin, catedrático de Historia de la Universidad de Montreal y autor de La amenaza interior . Historia de la oposición judía al sionismo , publicada en España por Hiru.

La creación del Estado, en 1948, supuso un auténtico cisma en el mundo judío, nunca resuelto. Pese a que el país tiene desde entonces las puertas abiertas para todos los judíos del mundo, la mayoría ha declinado establecerse en Israel, que alberga a menos de un 40% del total, aunque suele hablar en nombre de todos ellos.

Portavoces cuestionados

«Muchos de los autoproclamados portavoces de la comunidad judía en el mundo son en realidad portavoces del Estado de Israel pero, en los países democráticos, las comunidades culturales o religiosas no necesitamos portavoces», añade Rabkin. Y agrega: «Los demás somos gente corriente y no nos organizamos tanto ni tenemos tanto dinero, pero somos la mayoría».

«El problema es que una minoría de extrema derecha ha logrado imponer su agenda mientras los judíos no militantes están en los márgenes.

¿Una exageración? Nadie lo sabe. Los portavoces de las organizaciones judías son mayoritariamente proisraelíes. Pero ello no significa que los ciudadanos de tradición judía compartan sus postulados.

Las elecciones de EEUU, que cuentan con radiografías demoscómicas muy precisas, demuestran más bien que existe un divorcio notable. En los últimos años, las principales organizaciones judías han apoyado de forma entusiasta a los republicanos George W. Bush y John McCain. Pero los judíos han votado masivamente demócrata : siempre por encima del 70%, entre 20 y 30 puntos más que la media del pueblo estadounidense. En la pasada campaña, McCain incluso se rodeó permanentemente del senador Joe Liberman, judío proisraelí. Pero el 77% del voto judío fue para Barack Obama.

«Creo que hay una mayoría silenciosa de judíos en el mundo que apoya la aplicación de los derechos humanos para toda la gente», recalca CecilieSurasky, portavoz de Voz Judía para la Paz , organización con sede en California. «El problema es que una minoría de extrema derecha ha logrado imponer su agenda mientras los judíos no militantes están en los márgenes. Sucesos como los de estos días en Gaza convencen a los judíos que hasta ahora han estado callados de que deben levantarse y decir basta» , añade.

«¡No en nuestro nombre!»

Su organización cuenta ya con 43.000 afiliados y la tendencia es al alza. La invasión ha activado iniciativas pacifistas similares en todos los lugares donde hay una comunidad judía importante: en Francia, Otra Voz Judía ha programado una catarata de actividades, incluyendo conciertos de rap palestino y obras de teatro. Hay entidades parecidas en muchos países de Europa, aunque no en España, donde la comunidad judía es reducida.

En Canadá, Voces Judías Independientes y otros grupos han promovido acciones como la ocupación del consulado israelí al grito de «¡No en nuestro nombre!». Y más de 340 profesionales judíos han firmado un manifiesto que pretenden publicar como «carta abierta a los soldados israelíes» en periódicos de este país contra la campaña militar en curso y los «crímenes de guerra» y las «atrocidades».

«Un Estado judío es intrínsecamente racista y no puede ser democrático porque por definición discrimina a todos los que no son judíos»

«Esta actividad criminal no hace nada para mejorar el bienestar y la salud de los judíos. Al contrario: desde Sderot hasta Sidney, pasando por Ashkelon y Amsterdam, todos nos beneficiaremos de que haya justicia para los palestinos», recalca este llamamiento a la insumisión impulsado, entre otros, por Judíos Americanos por una Paz Justa .

Que los judíos hostiles o indiferentes a la política de Israel son muchos más de los que el activismo de las organizaciones sionistas puede hacer pensar lo demuestra un estudio reciente publicado en EEUU por Steven M. Cohen y Ari Y. Kelman: Más allá del distanciamiento . Los judíos americanos jóvenes y su alienación de Israel. La investigación, que explota los datos de la Encuesta Nacional de Judíos Americanos de 2007, muestra el choque que provoca Israel en el mundo de tradición judía y subraya de manera rotunda que la desafección entre los más jóvenes es muy acentuada: entre los menores de 35 años, menos del 20% dice estar «siempre orgulloso de Israel» .

El fenómeno va mucho más allá de rechazar las acciones militaristas o campañas como la invasión de Gaza y se refieren a los cimientos mismos del Estado de Israel. Son judíos, pero no sienten que Israel o el sionismo tenga nada que ver con ellos: por ejemplo, entre esta franja de menores de 35 años apenas el 50% se siente «confortable con la idea de un Estado judío» . Y el dato más extremo: sólo el 50% dice que «la destrucción de Israel sería una tragedia personal», porcentaje que llega hasta el 80% en la franja de mayores de 65 años encuestados.

«Un Estado judío es intrínsecamente racista y no puede ser democrático porque por definición discrimina a todos los que no son judíos», opina desde Canadá Diana Ralph, coordinadora de Voces Independientes Judías . «El sionismo es desde su inicio un proyecto imperalista y racista condenado al fracaso si no fuera por el apoyo masivo de EEUU y sus aliados», remacha.

Las disidencias, que existen desde siempre en la tradición judía y que ahora se han acentuado, empiezan a dar signos de anidar también directamente en Israel. El apoyo a la contundencia bélica «como derecho a la autodefensa» sigue siendo muy alto en este país, pero las grietas existen, como demuestra el importante movimiento de objetores de conciencia.

Uno de sus miembros destacados es Jonathan Ben-Artzi, sobrino del halcón Benjamin Netanyahu, que ha hecho un llamamiento al Gobierno de EEUU: «Hablo como un israelí que apela a los estadounidenses para decirles que no tienen que apoyar ciegamente a Israel . Las acciones de Israel no son todas santas (…) A veces es necesario que se dirijan con firmeza a Israel y nos digan, le digan a nuestro Gobierno, que ponga fin a sus acciones.»

El todavía embrionario cisma interior israelí ha dado un salto notable en el campo intelectual en muy poco tiempo con la publicación de obras revolucionarias por parte de los «nuevos historiadores», que han puesto en cuestión desde dentro los grandes dogmas de Israel, aunque suponen una corriente netamente minoritaria.

Quizá el caso más notorios es el de Ilan Pappé (Haifa, 1954), que ha sacudido Israel con la publicación de La limpieza étnica de Palestina (Crítica). El libro sostiene que la limpieza étnica ha sido deliberada y organizada desde el principio del Estado con el fin de asegurar una mayoría judía en Israel.

Las principales autoridades del mundo intelectual israelí, con Benny Morris al frente, se han volcado en rechazar el trabajo y en cuestionar su rigor. Pappé vive ahora en Reino Unido e incluso se ha sumado a las campañas de boicot académico contra las universidades israelíes, incluida la suya de siempre: la de Haifa.

En estos días de furia, el blog de Pappé echa humo. «Parece que incluso los crímenes más horrendos, como el genocidio en Gaza, son tratados [por la comunidad internacional] como acontecimientos discretos, sin conexión con nada del pasado y sin asociación con ninguna ideología» , escribía en un post del 3 de enero.

A juicio de Pappé, es crucial que la opinión pública comprenda la naturaleza de la «ideología sionista» como «la mejor manera de explicar las operaciones genocidas como la que vive ahora Gaza» y al mismo tiempo avanzar en acciones que prevengan «cosas incluso peores» en el futuro.

«Hay una gran confusión entre los términos israelí, judío y sionista. El propio Estado de Israel la fomenta, pero es muy peligrosa»

Shlomo Sand (Linz, Austria, 1946), historiador de la Universidad de Tel Aviv, acaba de publicar otro libro rompedor, aún no traducido al español, Cómo y cuándo se inventó el pueblo judío , en el que hace añicos los mitos fundacionales. La academia oficial también ha salido en tromba a criticarlo, pero su extraordinario éxito de ventas en el país -más de 20 semanas consecutivas en la lista de más vendidos- muestra hasta qué punto las cosas están cambiando incluso en Israel.

El fenómeno ha sacudido la política tradicional en episodios aislados, pero de gran impacto simbólico. Abraham Burg, ex presidente del Parlamento de Israel, de la Agencia Judía y de la Organización Sionista Mundial, ha abjurado de manera estruendosa del sionismo y trata de agitar a la sociedad israelí para que empuje hacia un cambio de rumbo radical. De lo contrario, advierte, Israel no tiene ningún futuro.

La crítica de Burg va a la raíz del sionismo mismo: ha llegado a decir que la presión que observa en Israel contra los árabes tiene paralelismos con la que sufrieron los judíos en los regímenes nacional-socialistas antes de la Segunda Guerra Mundial. Su tesis es que Israel, en su actual formato que privilegia a los judíos, sólo puede sostenerse a través de la violencia y augura que esta será cada vez más brutal.

Responsables

El catedrático Yakov Rabkin le secunda desde Canadá: «Toda la idea de crear un Estado étnico contra la voluntad de gran parte de la población implica uso de la fuerza. ¡No hay otra manera de hacerlo!», opina. El historiador se pregunta cómo es posible que la comunidad internacional y la potencia colonial en la zona, Reino Unido, se laven ahora las manos ante una situación explosiva que a su juicio contribuyeron a crear.

«¡Hannah Arendt tenía razón! Ella advirtió exactamente qué iba a pasar: es imposible que este Estado viva en paz. Y los judíos de todo el mundo pagamos las consecuencias», concluye Rabkin. La consecuencias, aclara, es el aumento de ataques e intimidación contra los judíos en todo el mundo y la minimización del Holocausto .

«Hay una gran confusión entre los términos israelí, judío y sionista. El propio Estado de Israel la fomenta, pero es muy peligrosa», lamenta. Y concluye: «El antisemitismo tradicional sigue existiendo, pero ya no es la mayor causa de acoso a los judíos. Ahora, el principal riesgo de sufrir una agresión son represalias por la política de Israel» .

La confusión causa estragos: si Rabkin estuviera hoy en Madrid y decidiera ir a la manifestación contra la guerra, muy probablemente avistaría más de una pancarta equiparando el símbolo nazi con la estrella de David. O haciendo lamentables juegos de palabras con el Holocausto.

Pere Rusiñol

Público

http://www.publico.es/internacional/189928/rebelion/judia/ataque/israel

¿QUÉ ES UN CHAMÁN?

Los chamanes fueron en otro tiempo doctores, sacerdotes, trabajadores sociales y místicos. Se les llamó locos, fueron a menudo perseguidos a lo largo de la historia, despreciados en los años sesenta como una ficción «reseca» e «insípida» de la imaginación del antropólogo, y están ahora tan de moda que inspiran tanto intensos debates académicos como el nombre de grupos musicales. Los chamanes han atraído sobre sí probablemente opiniones más diversas y conflictivas que cualquier otro tipo de especialistas espirituales. El chamán parece ser toda clase de cosas para toda clase de gente.

     La palabra «chamán» procede del lenguaje de los evenkis, un pequeño grupo de cazadores y pastores de renos de habla tungusa de Siberia. Fue usada por primera vez para designar a un especialista religioso de esta región. A principios del siglo XX ya se usaba en Norteamérica para designar a un amplio grupo de curanderos, hombres y mujeres, mientras que algunos practicantes actuales de la New Age (Nueva Era) usan hoy la palabra para describir a personas a las que se considera que están en algún tipo de contacto con los espíritus.    

     Se dice que el alma del chamán siberiano puede abandonar el cuerpo y viajar a otras partes del cosmos, particularmente a a un mundo superior en el cielo y a un mundo inferior subterráneo. Esta habilidad se encuentra tradicionalmente en algunas partes del mundo y nos permite hablar de sociedades y  culturas claramente chamanísticas. Una definición más amplia que ésta incluiría cualquier clase de persona que controla su estado de trance, aunque no suponga un viaje del alma. En estos sentidos, los chamanes son una forma bastante diferente de otros tipos de médiums espirituales, que son poseídos y dominados por los espíritus como y cuando quieren los espíritus y que tienen que ser exorcizados. Pero incluso aunque el chamán entre en trance bajo condiciones controladas, su «dominio» de los espíritus sigue siendo sumamente precario. La profesión de chamán se considera físicamente muy peligrosa y hay un riesgo constante de locura o muerte.

    No puede haber un chamán sin una sociedad y una cultura que le rodeen. El chamanismo no es una religión única y unificada, sino una forma de cruce cultural de sensibilidad y práctica religiosa. En todas las sociedades que conocemos hoy en día, las ideas chamánicas suelen formar sólo una parte de las doctrinas y estructuras de autoridad de otras religiones, ideologías y cultos. Hubo probablemente comunidades puramente chamánicas en el pasado, pero sólo tenemos ideas muy vagas acerca de cómo debía ser vivir en ellas. El chamanismo está repartido y fragmentado y quizá no debería ser considerado un “ismo”.

       De todos modos, hay semejanzas sorprendentes, que no son fáciles de explicar, entre las ideas y prácticas chamánicas, tan lejanas unas de otras como las del Ártico, Amazonas o Borneo, incluso aunque estas sociedades nunca hayan tenido contacto alguno. Muchas interpretaciones actuales subrayan la parte curativa del chamanismo, pero ése es sólo un aspecto del trabajo del chamán. Entre otras cosas, el chamanismo es una religión de cazadores, que se preocupa por la necesidad de dominar la vida a fin de poder vivir uno mismo. El punto de vista chamánico del equilibrio cósmico se funda en gran parte en la idea de pagar por las almas de los animales que hay que comerse, y en muchas sociedades el chamán llega hasta el dueño de los animales a fin de negociar el precio.

PIERS VITEBSKY El chamán

EL GABINETE DEL DOCTOR CALIGARI

Considerada por muchos la primera película de terror de la historia del cine, más bien es la obra maestra del expresionismo, surgido en la Alemania durante los agitados y difíciles años de la posguerra como una viva reacción contra los impulsos bélicos en los que había caído el país. Carl Mayer y Hans Janowitz, guionistas del filme, crearon al Dr. Caligari como un símbolo de la autoridad todopoderosa que había conducido al país al desastre.

        El gabinete del Doctor Caligari plantea una historia improbable pero no imposible, pues está inspirada en hechos reales vividos por los guionistas. En 1913, un día en una feria de una localidad cercana a Hamburgo, a Janowitz le llamó la atención una chica joven que a la mañana siguiente aparecería asesinada en un parque; por otro lado durante la guerra Mayer fue examinado repetidas veces por los psiquiatras militares, por los que sentía una profunda aversión. En cuanto al nombre del malvado doctor Janowitz lo extrajeron de un oficial italiano que aparecía en Las Cartas desconocidas de Stendhal.

       El argumento de la película se inicia en una ciudad alemana durante una feria en la que una de las atracciones es El gabinete del doctor Caligari, en donde el sonámbulo Cesare es capaz de predecir el futuro. El malvado Caligari mantiene bajo su poder hipnótico a Cesare, al que de día exhibe en el espectáculo y por la noche le obliga a cometer horribles crímenes, sustituyéndole por un maniquí en el ataúd donde duerme. En una de las sesiones de la feria, Cesare anuncia a un joven estudiante llamado Alan que morirá antes del amanecer. La predicción se cumple porque Alan aparece asesinado, aunque otro estudiante amigo del fallecido, Francis, sospecha del doctor Caligari y comienza a investigarle. Pero una noche Jane, la novia del joven e hija del doctor Olsen, es secuestrada por Cesare siguiendo las órdenes de Caligari. Tras una persecución, el dr. Olsen  y otros hombres logran alcanzar al sonámbulo, que muere exhausto. Por su parte, Caligari logra escapar de la policía y se refugia en un manicomio. Hasta allí le sigue Francis para descubrir que en realidad el director del centro es el propio Caligari, que había adquirido la personalidad de un empresario teatral del siglo XVIII que viajaba por el norte de Italia hipnotizando a su médium Cesare asesinando a muchas personas.

         Pero la versión final de la película fue alterada (en contra de la voluntad de sus guionistas Mayer y Janowitz) por el productor y Fritz Lang, el director previsto inicialmente para dirigirla.  Se añadió un prólogo y un epílogo para reducir la historia a las alucinaciones de un loco, ya que al comienzo Francis, encerrado en un manicomio, explica los hechos y el filme se articula en un “flash back”(vuelta al pasado) no real sino imaginado por un demente. Y en último término Francis reconoce en otro paciente a Cesare y al director del centro como Caligari.

          El expresionismo fue un movimiento que cuestionaba la exactitud del naturalismo y proclamó la voluntad de manifestar lo que verdaderamente siente en su interior el artista, que hace la realidad más real a través de la “deformación expresiva”. Así El gabinete del doctor Caligari plasma casi todos los matices de este movimiento y se convierte en paradigma del cine expresionista: los decorados semicubistas, –diseñados por uno de los precursores del surrealismo, Alfred Kubin-,  pintados con perspectivas falsas que se interrumpen bruscamente; la escenografía irreal, distorsionada y grotesca; la iluminación y la fotografía con repentinos contrastes entre luces y sombras, blancos y negros; y la interpretación de los actores, casi sacados de un cómic y moviéndose de manera forzada y violenta. En esta película casi no hay movimientos de cámara, ambientándose la mayoría de las escenas en planos generales, sublimando la escenografía y los decorados.  Todos estos aspectos provocan que tanto el espectador como los personajes estén encerrados en un intrincado tejido de callejuelas que conducen a ninguna parte. Así se crea una atmósfera de agobiante pesadilla, pálido reflejo de un mundo cruel repleto de criminales, barbaridades y sangre.

      En resumen El gabinete del doctor Caligari representa unos tiempos convulsos por medio de una historia fantasmagórica y tétrica, que posee variadas lecturas de todo tipo, al amparo de una época de fecunda experimentación artística.  

FICHA TÉCNICA

Título original….Das Kabinet Der Doktors Caligari

Año…………………………………………..1919

Director……………………………..Robert Wiene

Guión…………………Carl Mayer y Hans Janowitz

Fotografía………………………….Willy Hameister

Música……………………………….Peter Shirman

       100 minutos; Blanco y Negro; Muda

 

FICHA ARTÍSTICA 

Werner Krauss……………………………..Caligari 

Conrad Veidt…………………………………Césare 

Lil Dagover……………………………………..Jane 

Friedrich Feher……………………………..Francis 

Hans von Twardowski…………………………..Alan 

Rudolf Letinger…………………………….Dr. Olsen 

 

EL FUTURO LEJANO:LA PRODUCCIÓN DE CYBORGS EN LABORATORIO

 

         Algunos científicos consideran que la dirección última de la investigación científica sería la fusión de las tres revoluciones científicas en el futuro lejano. La teoría cuántica nos proporcionaría transistores cuánticos microscópicos más pequeños que una neurona. La revolución informática nos daría redes neurales tan potentes como las que se encuentran en el cerebro. Y la revolución biomolecular nos daría la capacidad de sustituir las redes neurales de nuestro cerebro por redes sintéticas, ofreciéndonos de este modo una forma de inmortalidad.
       
        La evolución siempre ha favorecido al organismo con aquellas adaptaciones que mejor le permiten sobrevivir. Es posible que una mezcla de propiedades humanas y mecánicas pueda crear una especie con posibilidades de supervivencia superiores. El ser humano, según esta línea de razonamiento, podría estar creando los organismos para la etapa siguiente de la evolución humana.

        ¿Qué sucederá en el futuro lejano cuando podamos manipular neuronas individuales? Supongamos, por el momento, que la idea de Merkle sobre el diseño de un mapa de cada neurona del cerebro se convierte en realidad a finales del siglo XXI, o después. ¿Podremos dar entonces a nuestro cerebro un cuerpo inmortal?

        En su libro Mind Children, de 1988, Hans Moravec imagina que una fusión biónica de esta clase entre seres humanos y máquinas conducirá a una especie de «inmortalidad». Moravec prevé que en el futuro lejano el ser humano podrá transferir gradualmente su conciencia desde su cuerpo a un robot, sin perder nunca la conciencia. Cada vez  que se elimine un pequeño grupo de neuronas, un cirujano lo conectará a un grupo de redes neurales en un casco metálico que duplique la activación exacta del grupo original. Plenamente consciente, el cerebro podría ser sustituido gradualmente, pieza a pieza, por una masa mecánica de neuronas electrónicas. Una vez terminado, el cerebro robot tendrá todos los recuerdos y pautas de pensamiento de la persona original, pero estará alojado en un cuerpo mecánico de silicio y acero que en potencia podrá vivir siempre.

       Naturalmente, la tecnología necesaria para manipular neuronas individuales, por no hablar de transferir sus funciones a una red neural, dista mucho de ser posible en el próximo siglo. Sin embargo, la pregunta está bien planteada, pues si esta hipótesis es posible, podríamos estar sentado las bases de la etapa siguiente de la evolución humana.

      Una persona que se toma en serio estas ideas disparatadas y vagas es el fundador de la inteligencia artificial, Marvin Minsky. En vez de que sea la selección natural la que nos proporcione el paso siguiente en la evolución mediante el proceso de ensayo y error, Minsky cree que el paso siguiente será la «selección no natural», a medida que los científicos especializados en inteligencia artificial intenten duplicar el cerebro humano, neurona a neurona.
[Esto podría no ser tna ridículo como parece a primera vista. En primer lugar, señala Minsky, el cerebro humano no sabe tanto. Por ejemplo, Thomas K. Landauer, de Bellcore, calcula que la persona media aprende a un ritmo de dos bits por segundo. Minsky razona después: «Si se pudiera mantener ese ritmo durante doce horas al día durante cien años, el total podría ser de unos 3.000 millones de bits, es decir, menos de lo que podemos almacenar actualmente en un disco compacto de cinco pulgadas.»
 Scientific American, octubre de 1994, pág. 113.
   En segundo lugar, Minsky cree que, si se le da tiempo suficiente, la tecnología podrá transferir la mente, tal como preveía Moravec. Minsky cree asimismo que, en el campo de la «nanotecnología», un día podría construirse un equipo de minúsculas máquinas, mucho más pequeñas que un cabello humano, cuya finalidad sería conectar una pila de neuronas de silicio exactamente de la misma manera que el cerebro. Minsky escribe: «Si tuviéramos un millón de máquinas de construcción que pudieran construir mil piezas por segundo, nuestra tarea sólo nos llevaría minutos.»]

    ¿Pero cómo reaccionará la gente cuando se despierte un día y descubra que su cuerpo está hecho de acero y plástico? Cuando Minsky formuló estas preguntas a otros científicos, descubrió que le respondían diciendo: «Hay innumerables cosas que deseo averiguar y tantos problemas que deseo resolver que podría utilizar muchos siglos.»

    «¿Heredarán los robots la Tierra? -pregunta Minsky-. Sí, pero serán hijos nuestros. Nosotros debemos nuestra mente a la muerte y la vida de todos los seres que han intervenido en alguna ocasión en la lucha llamada evolución. Nuestra tarea consiste en procurar que toda esta obra no termine en un desperdicio sin sentido.

     Es evidente que la revolución informática interactuará con la sociedad de una forma que abra nuevas y apasionantes posibilidades, desde los ordenadores petaFLOPS y de ADN hasta los cyborgs. Pero se trata únicamente de posibilidades, no de realidades. En el análisis definitivo, nos corresponde a nosotros decidir entre estas opciones diversas, dados sus impactos diversos en nuestras vidas, nuestras familias y nuestros trabajos. Somos nosotros quienes debemos decidir cuánta autoridad deseamos otorgar a nuestras creaciones. ¿Vamos a ser los amos de las máquinas, o serán las máquinas las que se convertirán en nuestros amos?

MICHIO KAKU
Recogido de Visiones

Anales Criptozoológicos: El Kraken

EL KRAKEN O CALAMAR GIGANTE  

 

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            Hasta finales del siglo pasado en que menudearon los hallazgos de cadáveres de calamares gigantes, terroríficas historias sobre la terrible figura del Kraken (calamar en noruego) habían acompañado las travesías de muchos marineros, sobre todo en aguas nórdicas. Si bien según las antiguas leyendas el animal se asemejaría más a las representaciones decimonónicas de gigantescas serpientes marinas u otras bestias antediluvianas similares, se ha utilizado al calamar gigante (Architeuthis dux) para acercar el mito del Kraken a la realidad.

    Aunque este noble calamar es una de las especies marinas más hábiles que se conocen, evidentemente su “popularidad” no le ha llegado por su intelecto, sino por su enorme tamaño. Se estima probable que algunos ejemplares superen los 20 metros de longitud y que puedan pesar hasta una tonelada. Pero un ejemplar medio no rebasa los 15 metros medidos desde el extremo de la cola hasta la punta de sus dos tentáculos más largos (unos 10 metros). Con estas dimensiones no es extraño que este príncipe de los calamares posea un ojo que envidiaría el mismísimo Sauron, ya que es el mayor del reino animal (hasta 50 cm.). Mas no se deben emocionar los amantes de las delicias culinarias de este cefalópodo pues, por desgracia, su carne no es apta para el consumo humano debido a la alta concentración de amoniaco en los tejidos.

       A pesar de la fama de comehombres  esta bestezuela se alimenta de pequeños peces, otros cefalópodos más modestos e incluso plancton, y es sumamente apetecido por los cachalotes, su principal depredador, con el que suele enzarzarse en agrias disputas. Porque eso sí, aunque todavía se sabe muy poco de ellos, parece que son muy agresivos y esperan camuflados en el fondo del lecho marino para en el momento oportuno atacar con ferocidad a sus presas.

     Tal vez por este irascible carácter sea un animal tan solitario y le guste vivir en las honduras marinas, a unos 500 o 1500 metros de profundidad. En los últimos años, -y aun meses-, se han producido varios hallazgos de architeuthis muertos, varados en playas o agonizantes entre las redes de algún pesquero, en varios lugares del mundo como en la Antártida, los Estados Unidos, las islas Azores, Nueva Zelanda o Tasmania, pero es las costas españolas donde últimamente han aparecido con cierta profusión. De hecho se piensa que algunos hayan elegido las aguas de Mar Cantábrico (Galicia y Asturias) y las de las islas Canarias para establecerse.

    Como nunca ha podido ser observado vivo en su hábitat natural se ha establecido una curiosa carrera entre los teutólogos (biólogos que estudian a los calamares exagerados) por ser los primeros en conseguir las imágenes. Ya ha habido varias expediciones para intentarlo como la patrocinada en 1999 por la National Geographic y el Smithsonian Institute que fletaron un pequeño submarino tripulado que rastreó sin éxito los cañones de Kaikoura, en la costa de Nueva Zelanda.

Miembros de la expedición Proyecto Kraken junto al calamar gigante en Gijón (EFE)
Miembros de la expedición Proyecto Kraken junto al calamar gigante en Gijón (EFE)

 

     Tampoco ha tenido fortuna la última tentativa hasta el momento: el llamado Proyecto Kraken, en el que un grupo de científicos y técnicos españoles de la productora Transglobe Films, se dirigió en agosto de 2002 a los caladeros de Carrandi, -a 40 millas al norte de Gijón-. Durante meses grabaron las profundidades con tres cámaras insertas en un en un cilindro y suspendidas en una boya, capaces de rodar bajo el agua con una luz ínfima y conectadas al barco Investigator con cables fibra óptica. Mientras duró la expedición (15 días) hallaron un ejemplar muerto de calamar gigante (6 mts. y  70 kg.), que fue el segundo macho capturado en el mundo, apresado por las redes de dos barcos pesqueros. Más tarde aparecería otro ejemplar más de 13 mts. y 100 kg. y una Taningia, otro gigante pero menor que el Architeuthis.

  Parece que el esquivo Kraken se resiste a desvelar sus intimidades a la curiosidad humana e incluso en este primer mes de 2003 ha llegado la noticia de un ataque a un pesquero francés en aguas de Portugal, como si el Kraken se hubiera molestado por las intromisiones en su vida y quisiera relanzar su vieja leyenda….

El Architeuthis macho que se halló en Carrandi
El Architeuthis macho que se halló en Carrandi

 

 

El Gran Capitán

Gonzalo Fernández de Córdoba (o Hernández, que así también consta en las crónicas) nació el 1 de septiembre de 1453, segundón en la ilustre casa andaluza de los Aguilar, pero pronto se vio que su destino no era permanecer agazapado tras la sombra del primogénito Alonso, ni caer en el ostracismo de algún convento. Sus contemporáneos nos lo presentan como un hombre de tez cetrina, «de ánimo encendido y fuerte cuerpo», así como «hábil en los juegos y con las armas, en los torneos, en las justas y en los juegos de cañas», que se distinguía además por su galantería, su generosidad -de la que siempre dio grandes muestras- y su afilada ironía. Con los años, muy pocos se atrevieron a añadir que se había quedado calvo.

      Perdido para tomar los hábitos -el prior de los Jerónimos, donde de joven quiso acogerse, le despidió proféticamente con la frase: «Ve con Dios, que para mayores cosas te tiene guardado»-, la carrera de las armas era la única salida para un mozo cuya familia abrazaba la causa de los Trastámara y que a los 15 años había visto de cerca, en calidad de paje, la muerte por envenenamiento de un muchacho de su misma edad: Alfonso, heredero al trono de Castilla y hermano de Isabel, más tarde la Católica.

        Y como por algún lado había que empezar, casó a los 19 años con su prima Isabel Sotomayor y recibió de su hermano la alcaldía de Santaella. Aquí sufrió una de sus escasas derrotas. Otro primo suyo, el conde de Cabra -partidario del bando de Juana la Beltraneja– conquistó la villa, capturó a Gonzalo Fernández y le mantuvo en prisión hasta 1476. La libertad le llegó poco después de que Isabel y Fernando unieran sus coronas. Estos persuadieron al conde de Cabra y Gonzalo se puso al servicio de los Reyes Católicos.

      Los ataques de Portugal contra Andalucía y Extremadura en aquella convulsa época eran moneda corriente y para proteger el territorio enviaron los monarcas al maestre de Santiago, Álvaro de Cárdenas, a quien acompañaba como jefe de una compañía de lanceros el fogoso cordobés. Se preparaba la batalla de La Albuera y corría el año de 1479. Posiblemente, Gonzalo Fernández de Córdoba ya habría entrado en combate en Peleagonzalo -Toro- o en Zamora, pero fue en La Albuera, en esos campos próximos a Mérida testigos del final final del apoyo portugués a la Beltraneja, donde el futuro Gran Capitán destacó por primera vez en los anales gracias a su arrojo y su bravura.

      Granada fue el siguiente paso en la política de los reyes y, por tanto, también en la vida de Gonzalo. Muchos fueron los combates que hubo hasta llegar a los pies de La Alhambra. Los más importantes, el de Tájara, donde el rey «tuvo cara de le ver delantero en los peligros» y donde construyó con puertas de casas un armazón que protegió a los suyos y llenó de pavor a los sitiados. O el combate de Loja, en 1486, que significó su salto definitivo al primer plano político cuando el rey Boabdil exigió para rendirse la intercesión del ya capitán Gonzalo Fernández de Córdoba, en manos de cuya familia había caído tiempo atrás. El futuro Gran Capitán lo consiguió, gracias al aún «torpe mudéjar» que hablaba y a su exquisito tacto diplomático. Boabdil entregó la plaza y se humilló ante Fernando, quien le siguió reconociendo como rey de Granada contra su primo El Zagal (a muchos extrañó tanta clemencia, pero el rey aragonés contestó: «Dejad que le trate como rey puesto que tengo fuerza para tratarle cuando me plazca como a vencido»).

        Y por fin el sitio de Illora, una de las primeras ciudades en sufrir el castigo de la incipiente artillería, arma que Gonzalo convertiría en esencial durante sus campañas en Italia. Hasta 1492, el guerrero alternó las acciones militares -protegiendo los abastecimientos a la ciudad de Santa Fe- con labores de espionaje. En su osadía, llegó a entrar en Granada antes de que ésta cayera y, como hizo en Loja, convenció a Boabdil de que su causa estaba perdida.

       Culminada la Reconquista, dos eran los escenarios a los que apuntaba la ambición de los Reyes Católicos: los nuevos territorios americanos e Italia, y a este último destino fue enviado don Gonzalo en 1494 por recomendación directa de la reina. En 15 años había pasado de mandar una compañía a tener las riendas de un ejército. Aragón influía en buena parte de la península italiana -Sicilia, Nápoles- desde el siglo XIII, pero su gran enemigo, la casa francesa de los Anjou, había hecho grandes esfuerzos para recuperar esos territorios. Tal era el peligro de perderlos que ése fue el motivo principal por el que Juan II, padre de don Fernando, decidió unir a su hijo con Isabel y con ellos a las dos coronas. Sólo la pujanza de las armas castellanas podía frenar la avaricia francesa. Y así fue pese a que en este enfrentamiento -el del ejército que había derrotado a los musulmanes contra el vencedor de la Guerra de los Cien Años- el rey Católico siempre escatimó los medios a su subordinado.

       Las dificultades no arredraron a don Gonzalo, que en cuatro años había acabado con resistencia de las tropas de Carlos VIII y liberado Roma, aunque tenía una cuarta parte de los efectivos con los que contaba el enemigo. Su astucia, la rapidez de su caballería -una influencia árabe- y la novedad de sus ataques nocturnos fueron sus principales armas. De regreso a España, fue la reina Isabel la que mencionó por primera vez el apodo con el que pasaría a la Historia, antes de encomendarle que sofocara una sublevación morisca en las Alpujarras en la que de nuevo dio muestras de valentía que se adentraban en la temeridad.

      Su fama, sin embargo, estaba unida a Italia, donde fue enviado por segunda vez tras la ruptura de la paz por el nuevo rey francés, Luis XII, cuyas tropas ocuparon Nápoles y Calabria (1499). Ante la avalancha, y preso de la tacañería o desconfianza de don Fernando que no le daba dineros, el Gran Capitán se refugió en el puerto de Barletta y comenzó a «entretener al francés». Para ello usó otra vez la guerra de guerrillas, pero también los desafíos personales, propios de un tiempo que ya agonizaba. El 26 de abril de 1503 salieron los españoles de Barletta para dirigirse a Ceriñola. Su situación era desesperada pues el hambre y las enfermedades habían arraigado en la ciudad. Sólo cuatro carretas con vino y bizcochos traídas por un oficial conocido como Medina aliviaron la situación de los 8.700 soldados que iban a enfrentarse contra los 32.000 franceses del duque de Nemours.

       En aquel cerro de Ceriñola se cavaron las primeras trincheras que registra la Historia, y al modo de Julio César en las Galias, don Gonzalo disimuló entre las vides de las laderas ganchos que hirieran a los caballos. Por fin, dispuso estratégicamente su artillería -18 bocas por las 40 del enemigo- y se apresuró a la batalla. A pesar de su juventud, el duque de Nemours no se fiaba -«jamás habrá de pelearse con los enemigos cuando desean mucho la batalla, principalmente si son españoles»- pero sus generales acabaron convenciéndole. Unas horas después, yacía muerto, atravesado por una bala de cañón, poco antes de que el propio Gran Capitán se apoderase personalmente de la enseña enemiga.

       Pero Luis XII no se amilanó, y como la falta de recursos en el bando español proseguía pese a haber recuperado Nápoles, entregó al italiano marqués de Mantua otros 36.000 hombres. El choque esta vez fue en el río Garellano, batalla que marcó el comienzo de la hegemonía española en Europa y que duró seis meses, aunque el encuentro decisivo ocurrió el 28 de diciembre de 1503, cuando las tropas españolas arrollaron el campamento francés. La puntilla llegó el 1 de enero de 1504, al rendirse las últimas unidades francesas que se habían refugiado en Gaeta. La guerra de Nápoles había concluido.

       Todo hacía pensar que el triunfo le abriría las puertas a un futuro aún más glorioso. Ocurrió lo contrario. Once meses después de Gaeta, moría Isabel la Católica y con ella desaparecía el máximo valedor del Gran Capitán. Los celos de don Fernando, avivados por la envidia nobiliaria, descargaron sobre la cabeza del cordobés, a pesar de que éste se había negado a los honores cuando entró en Nápoles, a pesar de que rechazaba los cantos de sirena que surgían ora del Papa Julio II, ora de César Borgia, ora del resto de estados italianos, e incluso Felipe el Hermoso -cuñado de don Fernando y proclive a los Anjou- y también a pesar de que se humilló ante su monarca cuando éste visitó sus ahora consolidados reinos transalpinos. En este clima se desarrolló la famosa escena de las cuentas, que al margen de la anécdota sobre lo gastado en «frailes, monjas y pobres…continuamente en oración», «espías por cuya diligencia…se han ganado muchas victorias», guantes perfumados para eliminar el hedor de los cadáveres de los enemigos y demás, muestra a un hombre altivo pero leal y dadivoso hasta el derroche. 

       Finalmente, don Fernando el Católico prometió al Gran Capitán el maestrazgo de Santiago al tiempo que le conminaba a volver a España. Gonzalo Fernández de Córdoba contaba con 53 años y todo el país salió a recibirlo a los caminos. Pero la pérdida del favor real -don Fernando le cambió ventajosamente el maestrazgo por la villa de Loja- le abocó a un destierro interior y encubierto, a un ostracismo. Murió el 2 de diciembre de 1515.

JAVIER LORENZO; 

Reproducido de El Reportaje de la Historia nº 49

 

 

Libertalia

pirata1         No podíamos iniciar esta hermosa serie sobre la humana y edificativa historia de la piratería con el episodio quizás menos representativo de lo que todos tenemos en mente cuando se menciona a los piratas: el de la república igualitaria que da nombre a nuestra página, establecida por el capitán Misson y su lugarteniente Caraccioli.

              El futuro capitán Misson nació en Provenza en el seno de una familia adinerada y recibió una cuidada educación, que comprendería humanidades, lógica y matemáticas. Aunque su padre quería que se alistara en los mosqueteros, la lectura de libros de viajes le insuflaría al joven Misson la pasión por la aventura y prefirió enrolarse como aprendiz en el buque Victoire. Así llegaría a Italia, -a finales del siglo XVII, y en Roma conocería de forma fortuita a quién habría de virar el rumbo de su vida. Se trataba de Caraccioli, un sacerdote libertino desencantado con el mundo y con la hipocresía de la propia iglesia. Ambos personajes quedaron mutuamente deslumbrados y no tardaron en congeniar, hasta el punto de que Caraccioli decidió colgar los hábitos y seguir al joven Misson, -como éste le había sugerido-, en su vida marinera.

           Poco a poco ambos irían aprendiendo las tareas náuticas y continuarían sus animadas conversaciones, en las que destacaba la inteligencia del antiguo sacerdote y sus avanzadas ideas. Renegaba de los reyes, curas, las desigualdades, la pena de muerte y de cualquier tipo de disciplina, aunque seguía creyendo en Dios.

        Un día trabaron combate con el buque inglés Winchelsea, y  en el transcurso del mismo moriría toda la oficialidad, por lo que Misson se puso al frente del Victoire, -ordenando a Caraccioli que hiciera las veces de lugarteniente-, y animó a los hombres para que resistieran hasta que, por suerte para los franceses, estallaría de forma fortuita el polvorín del barco inglés, que se fue a pique sin que hubiera supervivientes.

       Con la elocuencia de Caraccioli, que ya había ido aleccionando a muchos, convencieron al resto de la tripulación para establecerse por su cuenta en una nueva vida de libertad, sin que tuvieran que dar cuentas a nadie.  Todos estuvieron de acuerdo y nombraron capitán a Misson, mientras que el italiano sería su teniente.

      Bajo unos insólitos, -para la época y el entorno-, principios humanitarios elaboraron el reglamento de a bordo. Caraccioli se opuso a que adoptaran la negra enseña pirata porque consideraba que ellos eran hombres que luchaban por su libertad, y propuso una bandera

blanca, -que se aceptaría-, con la alegoría de la Libertad y una divisa, por Dios y por la Libertad.

         Así empezaron sus abordajes en los que la norma era no hacer pillaje, -respetaban los efectos personales-, y dejaban partir a sus prisioneros sólo con la promesa de no revelar el ataque sufrido hasta transcurridos varios meses. Otro aspecto particular de la piratería de Misson fue la costumbre de liberar a los esclavos negros que solían  transportar muchos buques holandeses que capturaba. Los piratas filósofos no podían admitir tan inhumano comercio ya que consideraban que ningún hombre debería tener poder sobre la libertad de otro. A los esclavos negros les ofrecían la posibilidad de unirse a ellos, y también a muchos de los tripulantes de los barcos que derrotaban. Así conjuntarían una marinería curiosa y heterogénea con piratas franceses, ingleses, africanos, holandeses, berberiscos o portugueses, aunque lo que más les costaría erradicar fueron las blasfemias y maldiciones, por supuesto muy comunes.

        De este modo siguieron unos años con sus correrías a través de los mares, durante las cuales se hicieron con nuevos barcos, vivieron aventuras con ciertos nativos, -esponsales incluidos con la reina de la isla de Anjouan y una princesa, por parte de Misson y Caraccioli respectivamente-, y hasta el antiguo sacerdote perdería una pierna en un duro combate contra un navío portugués.

             Decididos a fundar la República de Libertalia, en torno al año 1690 estos atípicos piratas eligieron para ello un idílico paraje al norte de la isla de Madagascar, la actual bahía de Diego Suárez. Eligieron a Misson “conservador”  y a Caraccioli “secretario de estado” , y al capitán inglés Thomas Tew, -otro pirata que se había unido a ellos-, “almirante”, durante un mandato de tres años que sólo deberían velar por la defensa de las leyes que todos los piratas habrían de otorgarse, mediante un consejo en el que no habría distinción de nacionalidad o raza. Leyes, -que incluso llegarían a imprimir-, en las que se abolía la propiedad privada, la esclavitud era ilegal, y el dinero era un bien común, así como el trabajo y la defensa, entre otras cosas.

       Construyeron una especie de fuerte, casas y barcos, y así prosperarían durante un tiempo con exitosos asaltos, con ricos botines, capturas de naves e incluso nuevos afiliados a la hermandad libertaliana, todos los que quisieran vivir bajo sus leyes(aunque también atacarían a un barco de peregrinos a La Meca y raptarían a las mujeres, esposas e hijas). Pero como todo tiene un fin, en 1696 el barco de Tew, -que había salido de caza-,  naufragó en un tormenta y no pudo regresar a Libertalia en unos pocos meses. En ese tiempo, cuatro barcos de guerra británicos encontraron el enclave de los piratas filósofos y lo cañonearon. Aunque no la pudieron tomar, Libertalia quedó arruinada, Caraccioli moriría en el bombardeo y los nativos aprovecharon también para atacar. Por último, Misson y los supervivientes que se habían embarcado en un buque fueron engullidos por el mar durante una brava tormenta, remate del desastre.

         Tew guardó los manuscritos de Misson referentes a su experiencia libertaria y de este modo un día fueron llegarían a La Rochelle, desde donde se divulgaría esta historia. 

      Historia que ha sido puesto en duda como pergeñada por la imaginación de un novelista. Novelista insigne, eso sí, puesto que la única fuente que existe sobre Libertalia es la Historia general de los robos y crímenes de los más famosos pirata del capitán Charles Johnson, que muchos adivinan un simple alias de Daniel Defoe. Y es que de ninguno de los principales personajes citados se ha podido comprobar su existencia real, excepto en el caso de Tew, que fue bien conocido. Por otra parte, hay algunos que opinan que los detalles de la historia son tan precisos que necesariamente deben ser hechos reales.

        Que cada cual juzgue como le plazca sobre la veracidad de esta historia. Yo sólo puedo afirmar que si no fue real debería haberlo sido.

 

JUAN PEDRO MOSCARDÓ para Libertalia