UNA APROXIMACIÓN AL CHAMANISMO (y 6)

chamanPara auxiliarle en su tarea, el chamán cuenta con un poder personal especial que emana de sus espíritus ayudantes y de su espíritu guardián, muchas veces en forma animal. Es el animal de poder, también conocido como nagual o familiar. cuando el chamán comienza a relacionarse con este espíritu guardián, se establece una alianza para toda la vida. La existencia o el abandono del espíritu guardián, está relacionado directamente con el riesgo de enfermedades, con la autoconfianza y con el disfrute de una mente más o menos despierta.

Los espíritus auxiliares son poderes menores si se les compara con el espíritu guardián, pero pueden representar un gran poder colectivo, ya que algunos chamanes pueden poseer cientos de ellos y se utilizan para funciones especiales o propósitos concretos.

Entre los indios de México y Guatemala, el espíritu guardián suele conocerse con el término nagual; se refiere tanto al espíritu del animal guardián como al chamán que se convierte en animal. Tonal se deriva del náhuatl tonalli, que se refiere al alma vital de una persona y es el signo del día en que esta nació, que suele ser un animal; implica hado, predestinación y el destino en la vida. Se puede creer que las experiencias de una persona en la realidad normal están determinadas por el animal tonal; pero es distinto al nagual o chamán que se encuentra más allá de la realidad normal.

Uno de los aspectos más importantes en el chamanismo es la curación. Según los conceptos chamánicos, la enfermedad se debe a la intrusión de un objeto ajeno en el cuerpo, a la pérdida o extravío del alma, o la carencia de energía a causa, por ejemplo, del abandono de sus animales de poder.

Las culturas chamánicas tuvieron que desarrollar las capacidades naturales de la mente en lo referente a la salud y métodos curativos. En este sentido, es básico que tanto el chamán como la persona sanada estén convencidos de que los poderes chamánicos existen. De este modo, no es de extrañar que los chamanes utilicen cualquier estratagema para alterar la creencia del enfermo acerca de la realidad. Las personas sólo ven lo que creen, o crean lo que ven, si hacemos caso a los shuar antes citados.

Por eso en sus operaciones es muy frecuente que los chamanes utilicen varios turcos, que a los observadores les pudiera parecer falsedad, p.ej., objetos que tienen en la mano y sacan en el momento adecuado; pero en muchas ocasiones sirve como prueba, como socorro para el chamán ante su paciente. Como toda curación implica la muerte y transformación de una parte de la persona, su participación es indispensable para cambiar su destino, que siempre es modificable.

Pero, ante todo, para el chamán, cura es un ejercicio de poder. Y la suerte del paciente depende siempre de la percepción del chamán de los poderes que operen en el caso y de su pericia para intervenir, propiciar, manipular, dirigir, eliminar y en general manejar los espíritus y las fuerzas que intervengan en un caso determinado. Por supuesto, en la mayoría de los casos, aparte de sus actuaciones más o menos fantásticas, los chamanes incluyen medicinas constituídas a base de hierbas y plantas medicinales, de las que son expertos.

Fred Alan Wolf intenta ofrecer una teoría de la curación chamánica de acuerdo con la física cuántica. El chamán curaría al iniciar a los pacientes, al hacerlos vibrar en consonancia con ellos mismos. El paciente sanaría al transferirse energía vibratoria desde su cuerpo al del chamán. Para Wolf, la clave está en la vibración y en los patrones vibratorios, donde se hallaría la enfermedad. El chamán sería capaz de producir vibración curativa en el cuerpo del paciente. Cuando el paciente conectara con esta vibración, se curaría. Los chamanes seían capaces de producir en sus propios cuerpos y/o en sus sistemas nerviosos ciertas vibraciones capaces de absorber la enfermedad de un paciente, con lo cual, si esto es así, realmente se exponen a un peligro cierto.

Según los conceptos chamánicos, en el cuerpo hay también distintas corrientes de energía que influyen en nuestra salud. Los sucesos físicos y emocionales pueden interrumpir y perturbar dichos flujos y son las perturbaciones crónicas las que conducen a la enfermedad. En definitiva, los chamanes piensan que las enfermedades son psicosomáticas, la mente altera el funcionamiento del cuerpo, lo cual ha sido comprobado en muchos yoguis, que son capaces de ralentizar los latidos del corazón hasta extremos increíbles, entre otros prodigios no menos sorprendentes. Y resulta curioso que en la actualidad se están prodigando los estudios en la medicina occidental en los que se pone de manifiesto la influencia de los estados de estress, de tensión, o de gran carga emocional negativa, en el pero funcionamiento del sistema inmunológico del cuerpo.

Los chamanes han sido los primeros curadores, los primeros diagnosticadores, y los primero psicoterapeutas del mundo, a lo largo de los siglos han desarrollado modelos terapeúticos muy sofisticados. Hay métodos de curación chamánicos muy parecidos a la terapia conductista contemporánea, la quimioterapia, la interpretación de los sueños, la terapia familiar, la hipnoterapia, la terapia ambiental y el psicodrama, lo que indica que los chamanes, los psicoterapeutas y los médicos tienen mucho más en común de lo que habitualmente se piensa.

PARA COMPRENDER LA QUE ESTÁ CAYENDO

Mientras el Banco Central Europeo redujo los tipos de interés del dinero que presta a los bancos al mínimo histórico del 1,5 por ciento y el euribor, el interés al que las entidades financieras se prestan dinero en el mercado interbancario del euro, bajó al 2%, los bancos, cajas de ahorros y establecimientos financieros de crédito, estaban cobrando una media de un 11,55 por ciento TAE por la concesión de un nuevo préstamo al consumo, cuando un año antes pedían un 10,55%.

Lo curioso es que ese dinero que prestan en condiciones de insultante usura es nuestro, el sector ha recibido de los estados financiación por 1’5 billones de euros en los países del G-20, además de los avales que garantizan sus operaciones con el dinero de todos.

En España esas ayudas, desgravaciones fiscales y avales, junto con el margen de ganancia por la diferencia de interés entre el dinero que reciben y el que nos prestan, es el que permite que los sueldos de los ejecutivos de banca hayan subido un 19’6 %. Así, por poner algunos ejemplos, el presidente del BBVA, Francisco González, tiene un sueldo de 8’64 millones euros y un plan de pensiones de 72’5 millones de euros, no muchos más que el consejero delegado del mismo banco, José Goirigoizarri, con un sueldo de 7’1 y un plan de pensiones de 52’5. En el caso del Santander, su presidente, Emilio Botín, cuenta con una pensión de 22’9 millones de euros más 38’9 millones por el Consejo del Santander. A su hija Ana Patricia Botín no le debe ayudar mucho económicamente porque, como presidenta de Banesto, tiene un sueldo de 3’67 millones más los 21’7 del plan de pensiones.

Esos ejecutivos y banqueros que han provocado la crisis se siguen burlando de los ciudadanos cada día que pasa. Mientras conocemos los multimillonarios rescates bancarios con dineros públicos, en Munich se inauguraba en octubre de 2008, con gran éxito de asistencia, la Feria de Millonarios, donde encontramos un teléfono móvil que se vende por 178.000 euros, una almohada adornada con diamantes por 300.000 euros, cigarros envueltos en oro, el último Ferrari, el mayordomo perfecto, yates, casas de caviar y champán… Esos días se conoció que el dueño de la inmobiliaria española Fadesa se adjudicó a su cuenta personal 139 millones de euros de la empresa antes de declarar la suspensión de pagos, que los ejecutivos de la aseguradora AIG se fueron una semana de vacaciones gastándose un total de más de 440.000 dólares alojándose en un hotel de California que cuesta mil dólares por noche, tras recibir los 85.000 millones de dólares del rescate del gobierno estadounidense. La división aseguradora del desaparecido Fortis, cuyos restos fueron comprados a precio de saldo por BNP Paribas, se gastaron 150.000 euros en una cena en el prestigioso restaurante Louis XV del hotel monegasco de Paris Monte-Carlo, el más caro de todo el Principado.

Aunque la crisis es básicamente financiera y del sector de la construcción, un estudio señalaba que los directivos de las entidades financieras tienen un salario medio de entre 80.000 y 250.000 euros y los de las promotoras o constructoras entre 100.000 y 240.000 euros. Estos sueldos, según el estudio, sólo son superados por los socios de los despachos de abogados.

En nuestra sociedad, los “expertos” más jaleados en economía han sido como los brujos de las tribus salvajes que advertían de una terrible sequía dos semanas antes de que el poblado se inundara por unas torrenciales lluvias, y a pesar de eso seguían considerados como los sagrados adivinos cuando dejaba de llover.

Muchos hemos llegado a la conclusión de que en este siglo XXI leer buenos –y decentes- libros de economía es tan importante como los de supervivencia si se va a una isla desierta. Para poder comprender cómo han logrado llevarnos a esta situación el catedrático de economía Juan Torres López, en colaboración con Alberto Garzón Espinosa, han publicado el libro «La crisis financiera. Guía para entenderla y explicarla». U n libro con el fin de divulgar de la forma más sencilla y resumida posible lo que está pasando en la economía mundial, y su intención es dotar de herramientas útiles a aquellas personas que estén interesadas en poder entender y explicar la crisis actual. Está editado por ATTAC-España, y se distribuye gratuitamente en formato .pdf aquí. Se pide colaboración a la hora de divulgarlo, ya que sin duda los medios tradicionales no se harán eco de ello.  También puedes solicitar ejemplares en papel escribiendo a \n altereconomia@altereconomia.orgEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesitas tener Javascript activado para poder verla e indicando los datos personales o de la organización, la dirección postal y el número de ejemplares que se solicitan. Este servicio sólo será válido para España. El envío se efecturará contra-reembolso. El precio para la versión de papel será de 2 Euros la unidad, y de 1’5 Euros la unidad si el pedido de ejemplares es superior a las 50 unidades. No incluye los gastos del envío contra reembolso.

Una vez leído, el siguiente paso es salir a la calle.

Pascual Serrano
Rebelión
www.pascualserrano.net

UNA APROXIMACIÓN AL CHAMANISMO (5)

Cuando se encuentra en un estado modificado de consciencia, el chamán emprende un viaje a otros mundos paralelos; se piensa que su alma, espíritu, cuerpo astral, consciencia o como queramos denominarlo, abandona el cuerpo y se dirige al Mundo Superior o al Mundo Inferior, que junto con la Tierra, Mundo Intermedio, forman la división tradicional del universo en las culturas chamánicas, aunque también hay muchas variaciones al respecto. En el Mundo Inferior se cree que habitan los espíritus de la naturaleza y los animales de poder, mientras que en el Mundo Superior se encuentran los ancestros y los espíritus del cielo.

El viaje al Mundo Inferior es uno de los aspectos más comunes en el chamanismo; la entrada, un agujero imaginario o no en la tierra, conduce, por lo general, a un tunel o tubo por que el chamán acaba saliendo a lugares maravillosos y llenos de luz. Desde allí el chamán viaja a donde quiere, durante minutos, incluso horas, para volver de nuevo al tunel y salir a la superficie, por donde entró.  En sus viajes, el chamán conserva siempre un control sobre la dirección a seguir, pero no sabe que es lo que descubrirá.

Comprobamos entonces como los chamanes pueden penetrar en mundos paralelos. Pero no sólo en los conceptos chamánicos existen dichos mundos. Recurriendo otra vez a la física cuántica, hay una teoría denominada interpretación de los mundos múltiples, según la cual existen otros mundos presentes que afectan a nuestro mundo, entendido éste como un conjunto de experiencias que tienen lugar en una región del espacio en un período de tiempo dado, con independencia del tamaño de dicha región, por lo que pueden suceder en el cerebro,  y con independencia de la duración, por lo que puede durar días o milésimas de segundo, lo que tardan en actuar los impulsos neuronales.

Por lo tanto, el mundo que normalmente experimentamos sería una realidad múltiple, un conjunto de muchas otras realidades. La probabilidad de acceder a unas determinadas realidades sería muy alta en algunos casos y, si accediéramos a ellas, no observaríamos apenas diferencias de unas a otras. A esta realidad múltiple, compuesta de realidades simples diferenciadas muy poco entre sí, la llamaríamos la realidad: el mundo tal como lo vemos. La cuestión ya planteada sería: ¿el mundo tal como lo vemos es el mundo tal cual es? En este contexto, para los chamanes la respuesta es negativa.

Pero algunas de esas otras realidades distintas no son tan probables. Normalmente no las prestamos atención. Se hallan fuera del ámbito por el que transitamos en la cotidianeidad. Si se experimentan se habla de un acceso a una realidad o conjunto de experiencias extraordinarias. Sin embargo, en física cuántica se deben tener en cuenta estas extrañas realidades con el fin de explicar de un modo adecuado los procesos atómicos y moleculares más simples.

Los chamanes son conscientes de un número de distintas, e improbables, realidades paralelas. Parafraseando a Rudy Rucker, podría decirse que para ellos el mundo es un fractal*, dentro del espacio Hilbert**. Estas realidades incluyen experiencias fuera del cuerpo, cambio de forma, transformación en animales, y viajes a través del tiempo, tanto al pasado como al futuro.

Otra posibilidad, ya apuntada por algunos psicólogos como Stanley Krippner, es que estos mundos paralelos existieran en la imaginación, y pudieran tener incidencia fuera de la misma. Para algunos investigadores, incluso si se llegara a demostrar que todo lo que experimenta el chamán sólo sucede en su mente, la realidad de ese mundo no sería menor para él.

Por un lado, es posible que todo existiera en nuestra imaginación, que creáramos el mundo a partir de nuestras propias percepciones y creencias, recuérdese los shuar y los kahuana citados, de manera que si creemos que hay espíritus, ello afectará a nuestro modo de vivir, a nuestra vida, en suma.

Pero otra explicación podría consistir en que existieran otras realidades, otros mundos, al  modo del ya nombrado David Bohm, para quién habría un orden explicativo que todo el mundo ve, el normal, y un orden implicado, potencial, escondido, que pudiera ser el referido mundo los espíritus, arquetipos, el inconsciente colectivo, la vida después de la muerte, etc.

Según Stanislav Grof y algunos otros, el reino inconsciente al que el chamán viaja en busca de poder es prácticamente el mismo territorio que visita el psicótico, pero el punto de vista del esquizofrénico o psicótico está caracterizado por la fragmentación y la ausencia de unidad estructural. Por contraste el chamán percibe su entorno como un todo, -parece que mucho más completo que el que la mayoría de nosotros-, en el que cada elemento constitutivo encaja perfectamente en esa globalidad, concepciones que recuerdan al Modelo Holográfico del Cerebro, de Pribram. Lejos de encajar, el entorno del esquizofrénico parece desintegrarse, por lo que las crisis de estas alteraciones mentales producen sufrimientos, mientras que el chamán, en contraste, provoca casi alegremente sus crisis.

Y aunque a estos estados modificados de consciencia se les considere como una mera alucinación, la simple palabra no explica la experiencia, sólo la categoriza a la manera occidental. Quizá por ello, esos otros mundos que vislumbran los chamanes están ocultos en nuestra consciencia normal, debido a que hemos sido condicionados para observar el mundo de una manera, y en virtud de este condicionamiento inferimos que el mundo de la vida cotidiana es el único posible y real. Y somos incapaces de creer en experiencias alejadas de lo que consideramos la realidad.

Al no dar crédito al mundo de la imaginación, al no tener esas capacidades perceptivas, las rechazamos ubicándolas en el mundo de las fantasías. Pero para los chamanes el mundo imaginario es tan real como para nosotros lo que llamamos universo físico. Si consideras algo irreal o inexistente no puedes percibirlo, por consiguiente, como he señalado antes, el primer paso del chamán es cambiar los esquemas mentales en relación al modo en que se observa el universo, el mundo, la realidad, recordando que el modo en que observamos crea la realidad que percibimos. Si cambias el modo en cómo te ves y en cómo piensas sobre ti mismo, cambiarás en cierto grado el mundo circundante, aserto que recuerda en buena medida ciertas recomendaciones psicoterapeúticas. Y aún se podría relacionar, otra vez, con la física cuántica y su efecto observador, pues lo que percibes no sólo te afecta a ti, también afecta al objeto de tu percepción.

* Fractal: Toda ramificación infinita que responde a determinada ley
** Espacio Hilbert: Un espacio matemático cuyo número de dimensiones es infinito

 

TODOS FICHADOS

Los peligros de la biometría y el chip rfid

tposbaobDesde los inicios de la era de la información se escucharon voces que advertían sobre los riesgos para la población el uso indiscriminado de el tratamiento automatizado de datos personales. La Constitución española de 1978, cuando la información era muy limitada y no existía redes como conocemos ahora, ya preveía en su artículo 18 que “La Ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos”. En aquellos tiempos la única amenaza contra la intimidad era el abuso de bases de datos y en la mente de muchos se encontraba la hipótesis de qué habría ocurrido si el régimen nazi o franquista hubiera tenido en sus manos una herramienta de este tipo para facilitar sus políticas genocidas.

Ahora, treinta años después, somos conscientes que el mal uso de las bases de datos sólo es una de las múltiples amenazas de una sociedad informatizada. La red de redes y la eficiencia de los buscadores supuso una primer atentado a nuestra intimidad, todos estamos “googlegizados” o, mucho peor todavía, tenemos nuestro perfil publicado en Facebook, en el que renunciamos a nuestra intimidad personal a cambio de mantener o restablecer el contacto con nuestros amigos.

Al margen de Internet, uno de las más graves peligros para la protección de nuestra vida privada es la generalización del “chip rfid”. El acronimo RFID corresponde a las siglas de Radio Frequency IDentification, en español Identificación por radiofrecuencia. El propósito fundamental de la tecnología RFID es transmitir la identidad de un objeto (similar a un número de serie único) mediante ondas de radio (1). Cada vez son más frecuentes los dispositivos que incorporan este tipo de tecnología, por ejemplo, documentos de identidad, pasaportes, los billetes de metro, tarjetas para “fichar” en el trabajo.

¿Cual es el peligro? En primer lugar, los chips pueden almacenar mucha información sobre nosotros a la que la gran mayoría de ciudadanos no tendremos acceso. De esta forma, se ha denunciado que nuestro pasaporte podría llevar incorporado una informaciones tales como tus “antecedentes policiales” o afiliación política. También, y a diferencia de las tarjetas de banda magnética o códigos de barra en las que el usuario tiene que realizar una acción ex profeso para que se produzca la comunicación entre la tarjeta y el dispositivo lector (por ejemplo, introducir la tarjeta en el cajero automático, en el torno de entrada al metro…), este tipo de chips, al utilizar radiofrecuencia, se comunican sin necesidad de dar nuestro consentimiento. Esto permitirá, por ejemplo, que en un futuro muy próximo desaparezcan tanto los códigos de barras como las empleadas encargadas de las cajas en los grandes comercios, los consumidores cargaremos en nuestro carro las mercancías y al terminar un lector reconocerá todas nuestras compras, sumará el precio y sólo tendremos que pagar para que la máquina nos franquee el paso a la salida.

Igual que el supermercado nos leerá todos los chips de los productos, podrá leer el chip que llevamos incorporado en nuestra tarjeta de crédito, pasaporte, tarjeta de metro o tarjeta del trabajo. Y no sólo el supermercado sino que nos será imposible conocer cuando y donde son leídos los chips que deberemos llevar necesariamente con nosotros y el uso que se hace de esa información. Lógicamente, esto dependerá del alcance de la radiofrecuencia. El límite a su potencia debería estar perfectamente reglado y vigilado por las autoridades públicas para evitar este tipo de abusos.

Los defensores de esta tecnología aseguran que es segura, sin embargo están documentadas muchas vulnerabilidades que se pueden utilizar para alterarlos(2), por ejemplo, podemos imaginarnos las consecuencias de que manipulen un pasaporte sustituyendo la identidad de su titular por la de un terrorista o delincuente(3).

Aún mayor potencial tiene, a mi entender, la biometría, esta técnica permite el reconocimiento de las personas basadas en una característica física e intransferible(4). Hasta ahora la huella digital había sido el método por excelencia de para la identificación de las personas. Al igual que en el caso comentado de las tarjetas de banda magnética, para identificarnos ante una máquina mediante las huellas digitales o el iris del ojo se requería una acción voluntaria del usuario que pone su dedo u ojo ante el lector. Sin embargo la característica más visible e individualizadora de las personas es su rostro. En la actualidad ya existe software que permite la identificación de las personas mediante una imagen digitalizada(5). El problema se plantea cuando las cámaras de vídeo digitales pueblan nuestras vías públicas, ferrocarriles, edificios públicos y privados, haciendo posible la realidad contada en la película de ciencia ficción Minority Report donde el protagonista que era perseguido por la policía debía esconder su rostro de las cámaras situadas en las calles y transportes públicos para evitar ser reconocido.

La colisión entre el derecho a la intimidad y las imágenes tomadas en la vía pública ya ha ocurrido en el caso de Google Street, aplicación “on line” mediante la que podemos ver imágenes reales de muchas ciudades en las que, lógicamente, hay personas paseando por las calles. Para evitar demandas por vulneración del derecho a la intimidad, Google aplicó a las imágenes un software que reconoce los rostros y los altera para impedir su individualización. Aún así, las imágenes sin alterar están en poder de Google e igual que se reconocen rostros para borrarlos se pueden procesar a la inversa, es decir, para identificarlos.

Otro ejemplo del potencial de las imágenes de las personas en la Internet lo he recibido mediante una “cadena de correos” (que recibimos todos y de las que lamentamos que no se use más a menudo la copia oculta o se borren los anteriores destinatarios). En el correo se adjunta una dirección de internet en el que podemos observar una fotografía de la toma de posesión de Barak Obama el pasado 20 de enero en Washingtong(6). Esta imagen fue tomada con una cámara fotográfica robot de 1.474 megapixeles y si ampliamos la imagen podemos identificar claramente a muchísimas de las personas que acudieran al acto. Si a este tipo de fotografías digitalizadas sumamos las aplicaciones informáticas de reconocimiento de rostro nos damos cuenta que los estados o grandes coorporaciones puede identificar sin muchos problemas a todos los asistentes a manifestaciones o espectáculos.

Las asociaciones de protección de derechos humanos deberían presionar a los estados para que se prohíban el tratamiento informatizado de las imágenes tomadas en espacios públicos o sin consentimiento de los interesados. En el Reino de España está en vigor la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal de 1999 que no recoge todas las posibilidades que permite hoy la tecnología y establece un sistema de protección rogado, es decir, basado en la reclamación del interesado que no parece suficiente para una real y eficaz protección del derecho fundamental a la intimidad personal y familiar.

Carlos Martínez  Recogido de Rebelión
micorreoARROBAcarlosmartinez.info
Notas:
1http://buson.net/factaetverba/glosario

2http://buson.net/factaetverba/archives/485

3 Para saber más sobre el rfid http://buson.net/factaetverba/wordpress/rfid

4http://www.kimaldi.com/area_de_conocimiento/biometria/que_es_la_biometria

5http://www.moveyourmind.es/antiguos/ceatec-software-de-reconocimiento-de-edad-y-sexo-por-el-rostro/

http://lavigilanta.info/wordpress/?p=1241

6 http://gigapan.org/viewGigapanFullscreen.php?auth=033ef14483ee899496648c2b4b06233c

UNA APROXIMACIÓN AL CHAMANISMO (4)

amanitaEl chamán es capaz de penetrar en estados modificados de consciencia a voluntad, ya sea mediente estímulos sónicos, posturas corporales, meditación, danzas extáticas o mediante el uso de sustancias psicoactivas, últimamente denominadas enteógenas, contenidas en varios tipos de plantas, que casi todas estas culturas chamánicas conocen y usan en mayor o menor medida, como por ejemplo, la ayahuasca, la amanita muscaria, el teonanácatl, el famoso cactus peyote, o una gran variedad de daturas. Aunque hay algunos autores como Michael Harner que opinan que la idea de que todos, o incluso una mayoría, de los chamanes deben usar drogas psicodélicas es incierta.

El sistema cognitivo del ser humano está caracterizado por sus estados internos, mentales, y por los procesos que provocan elsalto de un estado a otro. Y tales estados y procesos tienen una parte bioquímica que se puede modificar con el uso de esas sustancias alucinógenas, y una parte cultural que se adquiere a partir de los entrenamientos que recibe el individuo. Se utilizan alucinógenos o enteógenos para autoinducirse estados mentales en los cuales el conocimiento  es generado no a través de procesos lógico-racionales, sino por revelación, con lo que se intenta transformar el esquema mental habitual, para hacer accesible la otra realidad en sus primeros pasos al presunto chamán.

Según las conclusiones de Fericgla en su trabajo de campo con los jívaros shuar, estas sustancias actúan en la imagenería mental desarrollando capacidades que todos los humanos ya poseemos, incluídos los occidentales, aunque no las usemos porque dependemos mucho de la tecnología. Estas capacidades innatas, entre las que puede encontrarse la creatividad, están de algún modo conectadas con el área de los procesos mentales que estas sustancias pueden atravesar.

Curioso es, de nuevo, las diferentes concepciones entre las culturas: en el mundo occidental estas sustancias químicas a menudo se las relaciona, sus efectos, con los de la locura o la esquizofrenia, y se las denomina peyorativamente drogas, mientras que los chamanes hablan de ellas como medicinas y afirman que las metamorfosis que les producen le ponen a uno en contacto con el espíritu. Son un medio y no un fin en sí mismas. Y en occidente se usan como fin, produciendo la dependencia, la degradación y por último, la extinción. Asimismo, algún producto o sustancia que para una cultura no es alterador de la metne, para otra sí que lo es, por lo que puede resultar, mal utilizado, un agente destructivo.

También es interesante señalar que las últimas investigaciones en neuroquímica indican que el cerebro humano posee sus propias sustancias alucinógenas, tales como la dimetiltriptamina, o una sustancia química equivalente al ingrediente activo de la marihuana, la anandamina, la cual provoca unas reacciones bioquímicas de efectos muy parecidos a los de la hierba, en situaciones especiales para ayudar a calmar la sensación de hambre o aligerar la percepción del dolor.

Pero las drogas no son el único medio de acceder a esas fascinantes honduras de la mente, el método básico de la inducción al trance se centra en una combinación de la canción, el uso del tambor y de la danza. El efecto provocado por los sones emitidos por los tambores, maracas y otros instrumentos de percusión, es el vehículo más utilizado por los chamanes en sus escapadas a esos otros mundos. Aunque en la Antropología se había pensado simplemente que el tambor sólo era usado para acompañar las danzas, los sonidos producidos por medio del tambor consiguen efectos psíquicos similares o mayores que las comentadas sustancias enteógenas. Parece ser que el estímulo auditivo o visual constante a ciertas frecuencias altera el sistema nervioso central y dirige las ondas cerebrales hacia una armonía determinada, y es de utilidad para facilitar la imaginería y eliminar el dolor, o la depresión.

Siguiendo con el cerebro, existen ciertas posturas corporales que facilitan el trance chamánico. Las posturas en cuestión aumentan la producción en el cerebro de ondas theta y de endorfinas beta: analgésicos naturales del propio cuerpo. Esto puede aplicarse a las técnicas de relajación y concentración que practican los yoguis. Hay quién va más lejos y afirma, como la antropóloga Felicitas D. Goodman, que determinadas posturas provocan la transformación física del practicante en diversos animales.

En algunos de estos estados modificados de consciencia las facultades perceptivas se agudizan de tal manera que es posible dar saltos intuitivos de una magnitud inalcanzable en estado normal. Algunos especulan, ya se ha indicado antes, sobre la posibilidad de que estos hechos aludan a un determinado nivel de consciencia, algo similar al Inconsciente Colectivo que proclamaba Jung, al que probablemente podría llegarse de esa manera. Estas teorías se pueden relacionar con creencias que el chamán siempre ha sostenido y que aún son sostenidas en el Oriente. Y en la actualidad, también se pueden relacionar con las resonancias mórficas* que el biológo Rupert Sheldrake ha propuesto, aunque han sido muy criticadas y cuestionadas.

(continuará)

* Resonancia mórfica: Teoría que sostiene que la concepción mecanicista del Universo, que todo lo reduce a procesos químicos, es insuficiente para explicar la memoria, la herencia, el pensamiento, etc… Sugiere que existen unos campos llamados mórficos o morfogenéticos, donde se acumulan las experiencias de los individuos, dando lugar a una suerte de memoria colectiva que sería responsable del instinto de la especie. Establece así una clara diferencia entre la genética y la herencia. La primera sería responsable de la evolución fisiológica de los organismos, mientras que la segunda constituiría la «memoria»,una herencia que no se transmite químicamente, sino por medio de la resonancia mórfica que opera en la distancia a través del tiempo y del espacio. En lugar de haber estado predeterminada por siempre, se fue formando acumulativamente. Es una especie de memoria inmaterial del universo que impulsa a los organismos a actuar por la fuerza del hábito.

LA REGENERACIÓN DE MIEMBROS MÁS CERCA

limb2La primera fase del Plan del Pentágono para la Regeneración de Miembros  de Soldados parece haber sido completada con éxito. Los científicos han conseguido convertir piel humana en el equivalente a la blastema, -en un embrión, masa de células indiferenciadas que puede desarrollarse y diferenciarse y da lugar a un órgano-. Ahora los investigadores se hallan en la siguiente fase, transformar esa masa celular en tejido muscular.

«Aunque agresivo, el fin último es reemplazar un músculo que se ha perdido», afirma el profesor de biotecnología Raymond Page.  Y es sólo parte de un proyecto mucho más ambicioso dentro del programa Darpa, del área de investigación del Pentágono,  que tratará de lograr la restauración total de tejidos complejos como músculos, nervios, piel, etc., tras haber sufrido lesiones traumáticas en el campo de batalla.

Recogido de blog.wired.com

UNA APROXIMACIÓN AL CHAMANISMO (3)

hologramajediEl chamanismo es un modo de aprehender la realidad, una filosofía de vida, es un sistema de creencias, nociones y prácticas, con un método tan disciplinado, complejo y lógico, como el de la ciencia occidental, según la opinión de algunos respetados antropólogos. Los chamanes estiman que el mundo es un sistema donde todo está interconectado a todos los niveles. Todo lo que integra el mundo está vivo, no sólo lo que los occidentales conocemos como seres vivientes. El mundo lo perciben como manifestaciones de energía, como ondas o vibraciones energéticas. Los chamanes ven el unvierso como si estuviera formado por vibraciones, las cuales son pautas repetitivas que pueden observarse en los sistemas físicos más sencillos, como el sonido. En la física cuántica se pueden constatar vibraciones contenidas en las ondas de probabilidad de la materia atómica o subatómica. Estas ondas consisten en un patrón vibratorio y determinan la posibilidad de que tengan lugar acontecimientos físicos; sea donde sea en el tiempo y en el espacio en los que se manifiesten dichos acontecimientos, siempre estarán gobernados por la fuerza o amplitud de dichas ondas. Puesto que estas ondas no son materiales, poseen propiedades extrañas, como la comunicación que se mantiene entre dos partículas separadas, incluso kilómetros, tras una interacción, ya que sus ondas de probabilidad se han entremezclado. La observación sobre una produce efecto en la otra.

Este aspecto del efecto observador es muy importante para algunos modernos adalides de la validez de los postulados chamánicos, porque de algún modo, hace comunicar entre sí a la materia y la consciencia, descrita ésta como un proceso por el que un patrón de posibilidad-reconocimiento se reduce de una multitud de posibilidades a un sólo resultado exacto y preciso; el modo en que un observador elige observar afecta asimismo al objeto observado, conectándolos.

Pero la consciencia ha resultado muy escurridiza para los científicos y su denominación resulta siempre complicada, más aún, fastidiosa, por lo que muchos la suelen obviar y otros la intentan maquillar utilizando otras categorizaciones para describir la acción que se produce cuando existe una observación.

A este respecto el neurólogo Karl Pribram piensa que los estados conscientes están ligados a configuraciones neuroquímicas en los dominios de la sinapsis y las dendritas, pero también están unidos a la atención, volición y pensamiento. Los contenidos de las consciencia caen dentro de tres categoría principales: la construcción de una realidad objetiva personal y extrapersonal; la construcción de una narrativa o diálogo interno compuesto de episodios y acontecimientos, y la variedad trascendental de la consciencia que va más alla de la narrativa, al liberar su contenido de las limitaciones espacio-temporales, tan esenciales sin embargo en la construcción de la realidad personal y extrapersonal. En todo ello influye no sólo la química, sino también nuestras disposiciones de consciencia, aquello sobre lo que estamos enterados, los contenidos de la consciencia, las percepciones que nos llegan, y finalmente los mecanismos intencionales que nos dicen a que debemos prestar atención. Desde luego la consciencia resulta un tema un tanto escabroso y resbaladizo, aunque no seamos muy conscientes de ello.

Pero los chamanes no sólo ven las cosas intereactuando entre sí, creando relaciones de causa y efecto, sino que perciben algo parecido a una tela de araña de intercomunicación que también, como no, está muy próxima al modelo dibujado en los modelos cuánticos. En física se denomina no-localidad. Lo que significa que las acciones que suceden en un lugar determinado del universo pueden de un modo instantáneo afectar a acciones que tienen lugar en otro lugar distinto, aunque alejado.

Y si algunos chamanes acuden a su inmediato entorno natural para describir el universo como una tela de araña, algunos físicos occidentales, como David Bohm, acuden a su inmediato entorno tecnológico y describen el universo como un holograma. Bohm denomina al holograma el orden implicado. Este orden normalmente es invisible pero ya contiene todos los fenómenos posibles que pueden ser experimentados. Cuando se produce una experiencia, el orden varía. A este nuevo orden lo denomina orden manifiesto. Puesto que lo manifiesto es lo que se observa.

Se puede comprobar entonces como los últimos descubrimientos en física cuántica se acercan, según algunos, a los paradigmas que caracterizan al chamanismo, de ahí que agarren como posesos a esos postulados cuánticos muchos seguidores del neochamanismo, del que más tarde indicaré algo. Y no sólo utilizan conceptos de la llamada nueva física, sino también de la física molecular moderna, las matemáticas de la topología, o de la teoría del caos.

En este sistema de creencias chamánico se sostiene que un mundo ancestral e invisible, compuesto de manifestaciones de energía, beneficiosas y perjudiciales, rige en nuestro derredor, esas manifestaciones de energía pueden ser manipuladas y dominadas por los chamanes, quienes son los intermediarios entre el mundo racional o natural, y el sobrenatural.

Y esas manifestaciones de energía constituyen un nivel de realidad tan auténtico como el único de la realidad ordinaria en el que nos movemos en el mundo occidental. De hecho, los chamanes creen que la realidad está compuesta de energía, no de materia, y tal vez, como apunta Fericgla, la certeza de nuestra civilización occidental según la cual todo lo que no es visible o palpable físicamente no existe, no sea más que un rasgo de etnocentrismo cognitivo.

Los chamanes observan el mundo en consonancia con mitos y visiones que se asemejan poco o nada, y aún son contrarios, a las leyes físicas. Sin embargo, tampoco las ondas cuánticas son visibles, puesto que son construcciones cognitivas necesarias en nuestro mundo moderno para permitirnos comprender la materia atómica y subatómica. Pero, aunque algunos creen en ellas, no las hemos observado realmente. Son parte de un sistema físico mítico.

Para los físicos su existencia es parecida a la de los espíritus para los chamanes, porque el hombre formula conceptos abstractos en términos de lo conocido, lo rutinario; y lo conocido y familiar para unos no lo es en absoluto para otros. Es una suerte de relativismo cultural, como se ha visto antes en el ejemplo de la tela de araña y el holograma.

Aunque también pueden converger distintas concepciones, estoy dando varias muestras de ello, y se pueden hacer carambolas a tres bandas al respecto, como algunos que sostienen que el nivel mítico de la realidad, del que se ha escrito durante milenios, puede hallarse en las percepciones de los chamanes del pasado y del futuro. Pues según la interpretación transaccional* de la física cuántica, las ondas de probabilidad cuántica invisibles se originan en el presente, en el pasado y en el futuro. Para que se manifieste cualquier acontecimiento, estas ondas provenientes del futuro y del presente, o del pasado y del presente, deben interferir las unas con las otras en el presente. Este flujo de ondas se produce más allá del tiempo, en el sentido en que la acción completa de este movimiento es instantánea. Siempre según los postulados de la física cuántica, cualquier experiencia consciente resulta de un doble movimiento de la acción de una onda. Se trata de una onda de posibilidades, lo que se llama función de onda cuántica; esta se desplaza del aquí-ahora al allí-entonces y vuelve. De algún modo, los chamanes son capaces de construir visiones que tienen proporciones míticas y aparecen ante ellos como arquetipos en el sentido junguiano.

(continuará)

* Interpretación Transaccional: Según esta interpretación de la física cuántica, es posible que un acontecimiento futuro pueda resonar en un acontecimiento presente, de modo que un destello del futuro pueda percibirse en el presente. Para quién lo rebiba no habrá nada de extraño. Simplemente creerá que tiene una nueva idea o, en realidad tal vez un pensamiento de algo familiar. Esto es posible porque la cosmovisión de la física cuántica quizás esté mucho más cerca del círculo que de la línea recta. Se trata de un movimiento que va de un estado dado a otro estado, y luego vuelve de nuevo al estado original. Es una suerte de movimiento circular. Se llama la «multiplicación de la onda cuántica por sus complejos conjugados». No es nada más que un movimiento vibratorio que va del presente al futuro, y luego vuelve del futuro al presente, multiplicándose a sí mismo cuando una señal de onda de radio modula una frecuencia de onda mensajera

EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS: BÚSQUEDA DE LA VERDAD

vuelo191El Triángulo de las Bermudas, que se extiende desde Bermudas hasta Puerto Rico y sobre la costa de Miami-Fort Lauderdale, es uno de los más perdurables misterios desde los tres últimos siglos y acumula desapariciones de más de 2000 buques y 200 aeroplanos.
 

Mentes curiosas se han preguntado si algo sobrenatural o la ciencia actual son los culpables de los misterios del área, provocando el tema numerosísimos libros, artículos y páginas web.

La leyenda afirma que fue Cristobal Colón el primero en informar sobre extraños sucesos en la zona en 1492. Según los diarios de a bordo, los compases no podían mantenerse constantes y la Estrella del Norte parecía moverse.

Desde entonces, se han recabado miles de informes sobre misteriosos incidentes alrededor del Triángulo de las Bermudas, incluido uno de diciembre pasado cuando un avión bimotor con 12 personas a bordo desapareción en su ruta desde la isla Mayaguana a las Bahamas.
Pero quizá el más conocido incidente que se ha convertido en leyenda sea el denominado Vuelo 19. En 1945 cinco bombarderos torpedo despegaron en misión rutinaria desde la base naval de Fort Lauderdale. Nunca más se supo de ellos.  Unas duras condiciones climatológicas, los compases que giraban descontroladamente por causas desconocidas y un desorientado lider de vuelo ayudaron al destino de la aeronave, que desapercería sin dejar ni un rastro.

 Para Hans Graber, del Miami Rosenstiel School of Marine And Atmospheric Science, todos esos incidentes tienen explicaciones científicas. En el caso del Vuelo 19 pudo tratarse de un numeroso grupo de fortísimas olas, -de unas cinco veces el tamaño normal de una ola-, que pueden formarse en muy poco tiempo sin que casi lo puedan advertir sus víctimas. Según Grabner olas así podrían sumergir barcos y aviones por completo y esa zona precisamente por su localización geográfica es muy propensa a sufrir ese oleaje. 

Mientras, Bruce Gernon, en su libro «La niebla: Una teoría sobre el fenómeno del Triángulo de las Bermudas nunca antes publicada», piensa que hay algo más.  El detalla su propia experiencia mientras volaba sobre la costa de Florida en 1970, en la que afirma que experimentó una «niebla electrónica» y viajó en el tiempo.

«Muchos de los instrumentos de navegación funcionaban mal, pero yo viajé 30 minutos a través del tiempo», afirma Gernon, que piensa que es afortunado porque la fuerza que le arrastró a él a esa niebla se tragó a otros en una especie de agujero negro del Triángulo.

Según David Parest,  profesor de  meteorología de la Universidad de Nebraska, en la mayoría de los casos que ha analizado todos tienen idénticas condiciones meteorológicas, similares a las que señalaba Gernon.

Así pues,  ¿es ciencia o algo sobrenatural? Quizá nunca podremos saberlo.

 Sam Champion y Darcy Bonfils

Recogido de abcnews

UNA APROXIMACIÓN AL CHAMANISMO (2)

chamantamborUna de las características más representativas del chamanismo es la de su extensión, -con diferentes nombres, ropajes, utensilios, convenciones, particularidades y acompañamientos-, a multitud de culturas de todo el mundo, con muchísimos elementos comunes en el desarrollo de su práctica. Vendría a ser como un conjunto de «efectos de causas similares actuando sobre la constitución similar de la mente humana, en diferentes regiones y bajo distintos cielos».[FRAZER] Las huellas del chamanismo se pueden encontrar, -todavía en la actualidad en ciertas partes-, en todo el continente americano. Asia, África, Australia, el Ártico y Polinesia, y aún en la vieja y racional Europa puede hallarse su rastro en las culturas clásicas mediterráneas; incluso durante la época medieval se produjo un auge de un tipo similar de conexión con lo sagrado, quizá como reacción a los abusos de los poderosos, por parte de las clases más populares, en las conocidas prácticas brujeriles, abortadas de manera tan sangrante.

Pero el chamanismo estaba entre los hombres mucho antes de que las grandes religiones sojuzgaran a sus espíritus libres, ya que las pruebas arqueológicas y etnológicas parecen indicar que los métodos chamánicos tienen al menos 20 o 30 mil años de antigüedad; pinturas con implementos chamánicos clásicos se han hallado en las cuevas paleolíticas del sur de Francia, España y el Magreb, entre ellas la del famoso «hechicero de Les Trois Feres» (sur de Francia, Paleolítico Superior), cuya vestimenta es típicamente chamánica. Según Joseph Campbell por lo menos cincuenta y cinco de este tipo de figuras han sido halladas en diversas cuevas. Por cierto que la indumentaria esencial para las actividades de un chamán consta por lo general de un manto, un sombrero, y en algunos casos una máscara y zapatos, pero lo más importante de todo es su tambor.

El chamanismo no se puede considerar como una religión, sino como un complejo de nociones y prácticas dentro de ella, que puede adaptarse o influir a la misma, como se puede observar en la persistencia de técticas y temas chamánicos en el budismo, entre los lamas, así como un cierto parecido entre algunas prácticas de la religión Bon-Po*. Incluso para el taoísmo chino, «todo el universo, incluso los seres humanos, es un vértigo de energías y ritmos, -el Tao-, que está en constante flujo y cambio», [RUTHERFORD] noción ésta, como veremos más adelante, muy similar a los conceptos chamánicos.

Tampoco es correcto equiparar la figura del sacerdote con la del chamán, puesto que aquél se especializa en el conocimiento y práctica de los rituales, no necesita iluminación; y éste experimenta una comunicación íntima con las fuerzas sobrenaturales. El sacerdocio es un oficio aprendido, es un especialista a tiempo completo, mientras que el chamán tiene una vocación mística, puesto que no llega a su posición por el estudio deliberado y la aplicación del conocimiento racional, sino que la adquiere a través de la visión y del trance, y el don para ello lo obtiene a causa de una crisis personal, aunque tras la cual puede venir la introducción en el saber chamánico de la mano de un instructor, pero la inducción al trance continúa durante todo el proceso de entrenamiento y es entonces cuando el iniciado adquier su canción como llamada al espíritu-guía.

Y aunque posee otra manera de percibir la realidad, no está permanentemente colgado de sus viajes a esos otros mundos de dios, sino que es una actividad que muy bien puede realizar de forma secundaria con respecto a sus quehaceres habituales, cuando no la efectúa de manera esporádica. Eso sí, con harta frecuencia, el chamán está considerado como un rara avis dentro de su propia sociedad, lo cual no es de extrañar si uno se fija un poco. La misma fuente que le otorga poder y prestigio, su contacto habitual con un mundo de poderosos y peligrosos espíritus, provoca cierto temor e incluso cierta hostilidad, que a veces el mismo chamán alimenta con su propio carácter extraño, retraído y hosco (por ejemplo, a pesar de que no está muy claro que fuera un chamán en sentido estricto, el famoso guerrero sioux oglala Tashunka Witko, más conocido como Caballo Loco, aunque fue muy querido por su pueblo, poseía ese tipo de carácter entre melancólico y huraño, de estilo byroniano, tantas veces visto en el mundo en este tipo de personas). A pesar de todo, cuando es necesaria su intervención esos recelos se esfuman como por arte de magia; por contra, muchas veces es el primer candidato cuando hay que buscar víctimas propiciatorias si las cosas no funcionan bien en la sociedad, los diferentes, los raritos, siempre son culpables en todas las culturas.

Otra cuestión que lo separa del sacerdote es que el chamán, cual Prometeo, no admite la superioridad de los espíritus o dioses, ni sus bondades o maldades, ya  que las distinciones entre el bien y el mal no tiene relevancia en el chamanismo: el Universo es imparcial, no toma partido, no es bueno ni malo.

En muchos casos, el chamán en potencia se somete a un período de iniciación, que agudiza su sensibilidad e introspección, y en el que muchas veces pasa por experiencias de casi-muerte, aunque algunas ocasiones ocurre de modo accidental, como puede ser el caso de una enfermedad grave que lleve al iniciado a las puertas de la muerte, como otro conocido sioux oglala llamado Alce Negro. En otras oportunidades, los mismos aspirantes emprenden una búsqueda visionaria, somtiéndose a grandes privaciones hasta desvincular su mente de la realidad ordinaria, para entrar en contacto con lo sobrenatural. Aún en otros casos un individuo llega a ser chamán por herencia, crisis espiritual, aprendizaje o incluso compra. En ciertos lugares se reduce a un rito simbólico de iniciación.

En otros en cambio, el candidato debe someterse a pruebas extremadamente penosas, autoinflingidas o inflingidas por los encargados de la iniciación. En su esencia, la iniciación chamánica es de carácter experimental y gradual, y consiste en aprender a entrar en un estado modificado de consciencia, y a ver y viajar en ese estado; tomar consciencia de la existencia del espíritu guardián de uno mismo y familiarizarse con él, así como obtener su ayuda en ese estado modificado de consciencia; y aprender a ayudar a otros con sus poderes chamánicos.

(continuará)

* BON-PO: Bon es un término tibetano que significa «invocación, recitación», y designa al conjunto de las diversas corrientes religiosas del Tibet anteriores a la introducción del budismo. El término bon-po designaba ordinariamente a sacerdotes con diversas funciones, como el ejercicio de la adivinación o el cumplimiento de los ritos funerarios para protección de vivos y difuntos. Practicaban la magia en sus dos aspectos, según fueran bon blanco o bon negro.

UNA APROXIMACIÓN AL CHAMANISMO (1)

chamansiberiano

Para comenzar a enmarañar la cuestión y conseguir el desasosiego del lector, caso de haberlo,vayan por delante las pertinentes deficiones que nunca faltan y todo lo dicen sin aclarar apenas nada, dejando a un lado su innegable pulcritud, vistosidad y pulimento.  Aunque, si así no fuera, no tendría coartada para continuar redactando, con lo cual todos saldríamos favorecidos. Sean entonces:

 «Se puede definir al chamán como a un visionario inspirado que, en nombre de la sociedad a la que sirve y con la asistencia de sus espíritus guardianes, entra en un trance profundo en el que su ego soñador establece relaciones con poderes espirituales.» [HULTKRANTZ]
«Designaremos mediante el término chamanismo, todas las prácticas mediante las cuales pueden conseguir los humanos el poder sobrenatural, la utilización de este poder para el bien o para el mal y todos los conceptos o las creencias relacionados con tales poderes.»[PARK]
«El chamanismo no es, propiamente hablando, una religión, sino un conjunto de métodos extáticos y terapéuticos ordenados a obtener el contacto con el universo paralelo, aunque invisible, de los espíritus y el apoyo de estos últimos en la gestión de los asuntos humanos.»[ELIADE]

   Y para empezar a despejar incógnitas del fenómeno cultural conocio con el nombre de chamanismo, hay que decir primero que la palabra chamán deriva del lenguaje de la tribu tungus del este de Siberia, y con ella los antropólogos han estado denominando a un personaje característico al que se le ha confundido o querido identificar con otros tales como brujos, hechiceros, curanderos, magos o videntes. Y aunque el chamán puede ser un poco de todo eso, no es menos cierto que un hechicero, por ejemplo, no tiene porque ser chamán necesariamente.

Si se desea concretar, habrá que decir que el chamán es un individuo, con independencia de su sexo, que es capaz de entrar consciente y voluntariamente, en un trance o estado modificado de consciencia, diferente al que nos movemos en la vida cotidiana. Es, en gran medida, un aventurero, un explorador que rastrea las zonas más abisales e ignotas de los cuasi inexplorados mundos de la mente humana. En ese estado modificado de consciencia puede interactuar en las diferentes realidades o dimensiones que allí descubre o vislumbra, y con las distintas entidades que las habitan.

Y allí se desplaza, siendo plenamente consciente, teniendo absoluto control de su voluntad y de sus facultades, por diferentes motivos como la curación, -una de sus funciones más habituales-, la restitución de un alma perdidad, -que en ocasiones es sinónimo a lo anterior, según el concepto de enfermedad de algunas culturas chamánicas-, para realizar predicciones o averiguar acontecimientos pasados, para asuntos cinegéticos, como agente perturbador del clima, etc.; esto en lo que se refiere siempre a actuaciones que benefician a su sociedad o a alguno de sus intengrantes, pero también puede usar sus dotes para el automejoramiento personal, aunque todas las actividades son para el chamán un ejercicio de poder. Y por supuesto, siempre hay un reverso, puede consagrar esos poderes hacial el mal. No en vano, otra de las funciones del chamán, benigno en este caso, es la de contrarrestar las hechicerías maléficas de otro chamán oscuro.

A pesar de su habilidad para lograr el trance, el chamán debe prepararse para la sesión chamánica a través de un período de abstención y ritos purificatorios, cuyo rigor depende de sus objetivos, llegando a los casos extremos de ayuno, no beber alcohol ni mantener relaciones sexuales durante varios días.

El físico teórico Fred A. Wolf, en un libro muy interesante, La búsqueda del águila, afirma que los chamanes penetran en esos otros mundos, posiblemente paralelos, al ser conscientes de procesos que no conciernen básicamente a la supervivencia corporal, captando otras realidades, y de esta manera varían la percepción habitual en este mundo. Al alterar el modo en que alguien se observa a sí mismo y a su entorno, varía su percepción. Wolf relaciona estas realidades chamánicas con la física cuántica, de la que es especialista, mediante el llamado efecto observador de la misma. Al alterar el modo en que ves la realidad alteras esa misma realidad.

En este sentido, son curiosos los conceptos cognitivos de los shuar, un pueblo jívaro de la selva ecuatoriana estudiado por el antropólogo José María Fericgla, que construyen su futuro a partir de las visiones, provocadas por la toma de ayahuasca, y de sus sueños, que son tan válidos como las visiones. Según Fericgla, los shuar prefiguran el futuro desde el momento en que lo ven, pues si es descorazonador o maligno intentan cambiarlo en posteriores visiones.

Y más curioso aún es el singular paralelismo con las concepciones de un chamán kahuana hawaiano:

«Hablamos con la naturaleza y con los espíritus, cambiamos el tiempo y creamos acontecimientos; curamos mentes y cuerpos, y canalizamos extraños seres; volamos fuera del cuerpo, nos trasladamos a otras dimensiones y vemos lo que otros no pueden ver. (…) El mundo es lo que crees que es, nosotros creamos nuestra propia realidad.(…) No significa atraer la experiencia con nuestro pensamiento, sino verdaderamente crear realidades. Con nuestros supuestos, actitudes y expectativas, hacemos que las cosas sean posibles o imposibles, reales o irreales. En otras palabras, cambiando el marco de la mente podemos hacer cosas ordinarias y no ordinarias en la misma dimensión física que compartimos con todos los demás.»[KING]

Podría decirse que las actividades principales de los chamanes se orientan, según las inclinaciones particulares, hacia dos tipos de prácticas: la adquisición de poder personal o conocimiento, especie de chamanismo aventurero, y la curación. Sin embargo, no son excluyentes entres sí, puesto que, como he indicado antes, el chamán considera la curación como un acto de poder, y tampoco puede curar si de alguna manera antes no inicia un proceso de autoperfeccionamiento, proceso que persigue el propósito de adquirir sabiduría y poder para ayudar a otras personas, siempre y cuando el chamán sea un «mago» blanco, ya que los conocimientos chamánicos son imparciales, pueden utilizarse de diversas maneras, dependiendo de los fines.

En suma, se puede afirmar que el chamán viaja y se desplaza alternativamente entre distintas realidades, siendo poseedor de técnicas específicas para entrar en un estado modificado de consciencia que le posibilita esos viajes, dentro de las cuales se pueden señalar el uso repetitivo y monótono del sonido de instrumentos musicales, danzas extáticas, variadas técnicas de concentración y meditación, posturas corporales, y la ingesta o unto de sustancias psicoactivas. En esos universos paralelos, el chamán acomete una experiencia directa y personal de las fuerzas sobrenaturales, puesto que están poblados de espíritus guardianes, espíritus auxiliares, animales de poder, etc., a los cuales domina, y no se deja convertir en instrumento suyo, en contraposición con otros practicantes de lo oculto.

(continuará)