POSESIONES DE ENTIDADES NO HUMANAS

etsPropongo un ejercicio de imaginación: supongamos que nos encontramos en Oceanía y situémonos por un momento en la isla de Pohnpei (hoy llamada Ponape) en el archipiélago de las Carolinas en el corazón de la Micronesia.

   Pohnpei significa «sobre el secreto» y, ciertamente, el lugar tiene unos cuantos. Uno de ellos se refiere a que, además de los isleños, en Ponhpei habita una extraña raza de enanos, la cual la sitúan los nativos en los montes del interior (en la región de Pilap), constituyendo la primera y original raza autóctona de la isla… aunque de origen no humano. Son los solokai. Según su descripción física se trata de una especie de gnomos visibles y tangibles que aún viven allí, tan pequeños como bebés y que jamás crecen. Cuando llueve se esconden bajo tierra.

   El investigador catalán Andreas Faber-Kaiser llegó a la isla en 1984. Cuando escuchó estos relatos preguntó si estos seres formaban parte de sus leyendas antiguas, pero su interlocutor le respondió que nada de eso. Que hacía falta menos de dos semanas estuvieron a punto de capturar a uno de ellos, pero que éste logró escapar. Al preguntarle por su estatura, se la señaló entre la hierba baja: aproximadamente un palmo de altura. Le indicó también que son de piel verde, a veces con pigmentación parda, que se esconden en las grietas del suelo y que, en ocasiones, los nativos han percibido sonidos de música procedentes del interior de las cuevas que habitan. Si alguien pasa por encima de sus hogares oirá bajo tierra el repiqueteo de sus tambores.

   Hasta aquí no deja de ser mera anécdota la existencia de un pueblo de estas características. Ahora bien, lo que resulta más asombroso e inquietante es que, según algunos indígenas, cuando estos diminutos seres se tropiezan con un humano -lo que ocurre raras veces- suelen volar hacia él, penetran en su piel, los imitan en todos sus gestos y acaban matándolo desde dentro. Exactamente igual a como puede verse en el episodio de Expediente X, Tunguska.

   Según refieren además los habitantes de Ponhpei, en el momento que toman posesión de una persona, los nativos deben conjurarle y administrarle una medicina adecuada para que vuelvan a abandonar su cuerpo y pueda así sanar. Incluso existe un cementerio perteneciente a estos sokolai, compuesto de tumbas de piedra de un metro de longitud, aunque todas ellas se han encontrado vacías.

¿Son posesiones demoníacas?

       La extraña conducta que adoptan estos seres no parece obedecer a un hecho aislado y casual. A pesar de que esta isla está tan alejada de los países llamados civilizados, hay datos para reconocer que, efectivamente, se producen hechos similares en otras partes del mundo. Cada día hay mayor constancia de que determinadas entidades alienígenas, espirituales, demoníacas o simplemente ultradimensionales, ocupan el cuerpo de algunos seres humanos.

      En el capítulo Tunguska de la serie Expediente-X se observa cómo una sustancia alienígena va pasando de cuerpo en cuerpo. No es un alien cualquiera con cabeza de caballo que destroza el organismo por dentro, aunque si acarrea funestas consecuencias para los que tienen alrededor y para el mismo poseso. La pregunta es obligada ¿puede esto ocurrir? No sabemos en que argumentos se han inspirado los guionistas para este capítulo, pero la poca materia que hay sobre tan espinoso asunto es de lo más jugosa.

     Desde hace tiempo el fenómeno de la posesión ha sido bastante estudiado por parapsicólogos de todo el mundo, con conclusiones muy parecidas: espíritus malignos (asociados con el diablo) o personas desencarnadas (asociadas a almas errantes) entran en el cuerpo de un ser humano para tomar posesión del mismo. Para expulsarle pueden -desde luego- practicarse exorcismos, aunque para explicar estos casos existe una abundante literatura que trata diversos aspectos de los casos de posesión, sobre todo demoníaca. Pero al lado de este fenómeno, ya de por sí bastante espeluznante, está surgiendo otro -podríamos decir un tercer tipo de posesión- que está llevando la inquietud a muchos hogares y a muchos investigadores.

   Sería la que realizan algunos supuestos extraterrestres adueñándose de la mente del testigo o víctima. Estos casos se suelen asociar, a falta de una mejor explicación, a la intervención de fuerzas satánicas. Es una postura que defiende el doctor neozelandés Clifford Wilson así  como el físico y astrónomo inglés Arthur Eedle, quien el 28 de enero de 1979 pronunció una conferencia en la iglesia baptista Warminster refiriéndose a sus encuentros personales con los OVNIs y algunos ángeles caídos. Estos le dijeron que planeaban secuestrar las mentes de los hombres y reducirlos a un estado “parecido al de los zombies». También le dijeron, entre otras cosas, que provenían del planeta Martarus pero Eedle afirma que «mienten acerca de su origen, diciendo que vienen del espacio exterior; mienten sobre sus propósitos, diciendo que vienen a ayudar a la humanidad; y mienten a cerca de su identidad, diciendo que son extraterrestres». Para él no hay duda de que son verdaderos ángeles caídos, con base en la Tierra., donde se están preparando para tomar el poder. Eedle concluye: «Las actuales actividades OVNI señalan el hecho de que esas profecías están a punto de cumplirse Los cerebros de la gente están siendo lavados y los muchos seres humanos que están poseídos por malos espíritus han sido preparados para su Regada. Y es evidente que algunos ya se encuentran aquí.”

En esta línea abundan otros testimonios cómo el de Ivor Mackay, ex presidente de BUFORA, la mayor organización especializada en OVNIs de Gran Bretaña, quien afirmó que » alguna inteligencia o energía está lista para invadir nuestras mentes» y que, por cierto, ya ha comenzado a hacerlo «como parece evidente a ciertos investigadores en los últimos años»

Entidades de otros planos

Uno de los casos de abducción estudiados por Jenny Randles investigadora británica del fenómeno OVNI y autora de Niños de las Estrellas, le  hizo sospechar seriamente que la Tierra está siendo visitada por seres de otros planetas, seres con distintas motivaciones para el futuro de la raza humana. Al parecer, según Randles, algunos de estos seres estarían llevando a cabo su misión tomando posesión de los cuerpos o bien a través de un programa genético que habría dado como resultado una especie de raza híbrida entre humanos y extraterrestres que en estos momentos estarían conviviendo entre todos nosotros. Para Randles estos miles de abducidos que tanto proliferan por los cinco continentes “pueden ser piezas de un plan alienígena para cambiar el mundo».

A parecidas conclusiones llega el doctor Scott Mandeler en su obra De algún lugar (1995) que está basada en la investigación de 25 individuos con esta clase de experiencias de contacto. Su hipótesis en cierto modo sigue las mismas pautas que la planteada años antes por el escritor Brad Steiger en su obra La gente de las estrellas (1981): la humanidad estaría pasando por un importante momento de transición espiritual y para ayudar a este cambio o salto evolutivo, seres extraterrestres estarían viviendo entre nosotros y ocupando de forma sistemática diversos cuerpos humanos con el fin de controlarnos y guiarnos.

         En un libro posterior, Nacido en las estrellas (1992), Steiger afirma que en la actualidad más de un millón de personas podrían ser seres de otros mundos encarnados.

Wanderer y walk‑in

Para Mandelker hay dos clase de extraterrestres camuflados: los wanderer que son aquellos que voluntariamente deciden encarnarse en la Tierra con el deseo de ayudar a evolucionar a los humanos, y los walk‑in. Para conseguir su objetivo, los primeros entran en el cuerpo en el momento en que nace el niño escogido. Estas personas poseídas pasan su infancia y adolescencia sin percatarse de nada hasta que en el transcurso de algunas traumáticas experiencias se dan cuenta de su verdadera identidad.

Los otros, como decimos, serían los denominados walk‑in, que vendrían a ser auténticas posesiones extraterrestres. Estas entidades no poseen al humano desde el mismo momento de su nacimiento sino cuando ya son adultos y reúnen los. requisitos necesarios. Entran en el cuerpo y, a diferencia de las posesiones demoníacas o de espíritus de fallecidos, su anterior personalidad no queda anulada. Se puede decir que coexisten en el mismo organismo dos entidades, la humana y la alienígena. De ahí que sean  tan difíciles de identificar y pasen totalmente desapercibidos en su entorno social, aunque ellos si saben que algo extraño ha ocurrido a sus cuerpos y sus mentes. De hecho, en la mayoría de los casos, el momento que eligen para tomar posesión del cuerpo es cuando el humano ha sufrido una experiencia límite o cumbre, como puede ser una muerte clínica a raíz de un aparatoso accidente. En esto es coincidente con la tesis de Ruth Montgomery.

           Si establecemos la premisa de que estos sucesos están ocurriendo –Mandelker afirma que hay más de cien millones de casos de posesiones, tanto de wanderer como de walk-in y que se escapan a cualquier explicación racional, el lector llegará a la conclusión de que los mismos obedecen a un fin, a una intencionalidad, aunque por el momento se nos escapen varios cabos importantes completar el puzzle.

   ¿Qué se pretende con este plan sistemático de posesiones?

Cambios físicos y psíquicos

         Kenneth Ring en Proyecto 0mega(1995) desde sus personales investigaciones, en una línea totalmente distinta a la de los autores citados hasta ahora, considera que la ECM (Experiencias Cercanas a la Muerte), los contactos extraterrestres y el despertar de la kundalini (concepto hindú que representa a la energía sexual) parecen ser una misma clase de fenómeno –al menos en lo que a la transformación interna de los sujetos se refiere‑ y al que se llega por procesos distintos. Para ello analiza una serie de factores externos, perfectamente evaluables. A saber: Se producen efectos físicos en el testigo (alergias, sensibilidad a la luz, al sonido y a los campos electromagnéticos así como cambios súbitos de humor) y se adquieren poderes psíquicos (clarividencia, dotes de sanación). Además, estos testigos suelen tener incompatibilidad con los aparatos eléctricos. En fin, toda una casuística por analizar.

         Lo cierto es que alrededor del: fenómeno OVNI, sobre todo en, los últimos años, se están prodigando informaciones cada vez más alucinantes: la existencia de pactos secretos entre el gobierno de los EE.UU. y alienígenas, personas que aseguran ser descendientes de seres extraterrestres con su mismo código genético, miríadas de contactados de toda clase y condición, la presencia de una «quinta columna” camuflada en nuestro planeta, implantes a abducidos en las zonas del cuerpo más insospechadas, mutilaciones indiscriminadas de animales, OVNIs que cambian de forma a voluntad, humanoides que de repente se transforman en humanos, abducciones a niños de corta edad y a mujeres que luego son inseminadas, raptos de fetos en el seno de sus madres, creación de una raza híbrida, proliferación de extraños «dobles»… y ahora estas posesiones tanto de cuerpos como de mentes. ¿Qué pensar de todo esto? ¿Hasta donde nos conducirá esta especie de locura a la que Expediente‑X no es ajena?

     La conclusión que podríamos sacar de todos estos fenómenos recurrentes y concurrentes es que, de algún modo, están interconectados y que todo parece formar parte de un programa trascendente. Estas posesiones, estos contactos con entidades no humanas y las ECM serían un medio más rápido para preparar a un gran número de personas escogidas o seleccionadas, que a su Vez producirían un contagio o «efecto bola de nieve» en su entorno familiar y así sucesivamente. ¿Con qué finalidad?

Para Ring sería acelerar el desarrollo espiritual de la humanidad. Para otros, todo obedece a un plan maquiavélico y demoníaco. Algunos piensan que nos encadenamos a una mutación de la conciencia; mutación que va desde lo espiritual (modificando nuestras creencias religiosas) hasta la mera manipulación genética. Jenny Randles postula la existencia de un programa para la creación de una nueva raza humana. Para Jacques Vallée, en definitiva, estamos inmersos en un sutil «sistema de  control» que actúa sobre los seres humanos y sus costumbres.

La única forma de detectar esta clase de manipulación es mantenerse ajenos a este sistema de control.

¿Podremos hacerlo?

JESÚS CALLEJO 
Recogido de Círculo de amigos de Expediente-X (España) 

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