ESCRUTANDO LAS ESTRELLAS:¿CÓMO LOS HUMANOS ENCONTRARÁN PRUEBAS DE VIDA EXTRATERRESTRE?

En 1977, Mark A. Skull con el programa SETI  en Ames Reserch Center escribió que, «el próximo paso en la evolución de los homínidos podría ser estimulado por nuestra entrada en el espacio, incluyendo la búsqueda de inteligencia extraterrestre. Nuestro pasado éxito ha sido debido a nuestro desbloqueo de los cimientos, de nuestro reconocimiento del reto inherente en la exploración de nuevas formas de vida.» En otras palabras, nuestro crecimiento como especie podría no depender simplemente de nuestro avance, sino del hecho mismo del acto de la exploración.

Como exploradores, nuestra especie inevitablemente descubrirá nuevas tierras, nuevos recursos, y nuevas posibilidades. Por tanto, en un sentido algo cósmico, nuestra supervivencia y proliferación está intímamente conectada con nuestro impulso para descubrir las amplísimas nuevas posibilidades que sólo los mundos extraterrestres podrían ofrecernos. Y por supuesto, con la búsqueda de nuevas tierras y esas excitantes, -quizá incluso aterradoras posibilidades, viene también el potencial contacto no sólo con mundos alienígenas ….sino con los habitantes de esos mundos.

¿Pero qué probabilidades hay, en verdad, que nosotros podamos encontra alguna vez civilizaciones extraterrestres? ¿Cuán probable es que quisiéramos hallar habitantes de un mundo alienígena, deberíamos atravesar el espacio cósmico para encontrar esa aguja en el pajar? Es más, esas desconocidas entidades no humanas podrían de hecho ser bastante distintos de nosotros…. y así, con una totalmente diferente serie de creencias, parámetros, y valores, esa «gente», dependiendo de su nivel de desarrollo, podrían incluso representar una seria amenaza para la humanidad.

Luego, de nuevo, podría no ser algo interesante de tener que lidiar todavía. Después de todo parece haber un creciente consenso entre la comunidad científica que los humanos, hemos estado del todo equivocados desde el principio en nuestros intentos de contacto. John D. Mathews, profesor de ingeniería eléctrica en Penn State, recientemente publicó sus ideas sobre el tema, en un artículo que fue destacado por la popular página de Kurzweil:

«Sólo por el desarrollo y uso de aeronaves robóticas autoreplicantes -y los consiguientes sistemas de comunicaciones-, puede el género humano explorar eficientemente incluso el cinturón de asteroides» (dice Mathews), «por no hablar del Cinturón de Kuiper, la Nube de Oort y más allá.»

Mathews supone que cualquier extraterrestre necesitaría seguir un camino similar a las estrellas, enviando robots más que seres vivos, lo que explicaría porqué SETI no ha tenido éxito hasta la fecha.

Además, parece bastante obvio para nosotros ahora que el actual programa SETI, que intenta iniciar un diálogo cósmico entre la humanidad y los alienígenas, en gran parte ha fracasado. Del mismo modo cosmólogos y ovnílogos  han expresado su descontento con la utilización de métodos de comunicación a larga distancia que, en todo caso, sería demasiado primitiva para una civilización altamente desarrollado en cualquier otro lugar. Por otra parte, como correctamente supone Mathews, quizás el uso de robots es además un más lógico enfoque.

Y como todos nosotros sabemos, incluso esto podrían constituir las bases subyacentes del fenómeno OVNI (pienso en las suposiciones de Richard Dolan sobre que los ovnis podrían representar alguna clase de «inteligencia robótica», más que alienígenas de carne y hueso de otro sistema estelar).  Las naves ovni observadas todos estos años podrían ser tanto drones autónomos cómo algo físico. Y sobre los informes de seres extraterrestres… bien, tengamos en cuenta el potencial para la creación de inteligencia artificial que excede las capacidades humanas. Mientras tal tecnología podría asumir(o mejor dicho, elegiríamos) muchas formas diferentes, si hay verdaderamente algo especial sobre nuestro antropomorfismo (de ahí el modo en que los humanos han evolucianado para pensar y conceptualizar la manera de hacerlo), luego parece al menos plausible que nuestros hermanos «extraterrestres» pudieran ser muy bien alguna variedad de inteligencia artificial; así muchas de las cuestiones derivadas del viaje de seres vivos a través del espacio podrían ser solventadas.

Podría ser que, mientras estamos empeñados en la noción de establecer contacto, la humanidad estuviera ya en presencia de varias clases de drones extraterrestres….diseñados para su eficiencia más que para la amistad. Quizás… si este fuera el caso, podríamos también olvidar eso del aterrizaje en el jardín de la Casa Blanca para decir «hola».(…)

Tal vez existen otras especies inteligentes allá afuera que usan la tecnología para su beneficio en la exploración y cartografía del cosmos. Entonces quizás nuestras futuras tecnologías comiencen a desmontar nuestras verdades habituales y el conocimiento universal y muy pronto entremos en contacto con una inteligencia de cualquier parte -quizás no como la nuestra-, que hayan estado intentando lo mismo por mucho tiempo. Si somos afortunados, podríamos estar lo bastante avanzados para reconocer tan profunda y fascinante tecnología, a la deriva antes que nosotros.

MICAH HANKS