FALSEANDO LA SEGUNDA VENIDA

Para aquellos escépticos del Proyecto Blue Beam traigo un delirante antecedente del mismo que alguna Oficina de Inteligencia estadounidense planeó para ni más ni menos que derrocar Fidel Castro, en un artículo del siempre interesante investigador Nick Redfern. LIBERTALIADEHATALI

Nacido en 1908, el Comandante General Edward Geary Lansdale sirvió en la Oficina de Servicios Estratégicos de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Luego, en 1945, fue transferido a las Fuerzas Aéreas(HQ) del Pacífico Occidental en las Filipinas, y , en 1957, recibió destino en la Oficina del Secretario de Defensa, trabajando como
Subdirector Asistente al Secretario en lo que fue vaga, pero intrigamente denominado como Operaciones Especiales.

 
Y desde luego, tal operación de la Guerra Fría tuvo algo más especial (y extraño) que lo Lansdale coordinaba en principio por su cuenta.

 Dentro de las páginas de un documentado fechado el 20 de noviembre de 1975, titulado Presuntos Planes de Asesinato para Líderes Extranjeros, Informe Provisional del Comité Exclusivo para el Estudio de las Operaciones Gubernamentales con Repecto a las Actividades de Inteligencia, es una fascinante declaración de un cierto Thomas A. Parrot, que sirvió en la CIA durante 24 años, y que alcanzó el prestigioso puesto de Directo Adjunto de los Programas Nacionales de Inteligencia.

 Comentando sobre algunas de las más extrañas operaciones que implicaban religión, mitología antigua y leyenda, Parrott señaló al Comité:

«Les daré un ejemplo de la perspicacia de Lansdale. Tuvo un maravilloso plan para deshacerse de [Fidel] Castro. Consistía en correr la voz de que la Segunda Venida de Cristo es inminente y que Cristo estaba contra Castro, el cual era el Anticristo. Se expandiría este rumor por Cuba, y luego en cualquier fecha, se haría una manifestación de ello. Y en ese momento, -esto es totalmente cierto-, estaría un submarino estadounidense que saldría a la superficie y emitiría bengalas. Y esto constituiría la Segunda Venida y Castro sería derrocado.»

 Las bengalas, para aquellos que se sorprendan, son esencialmente destellos pirotécnicos de los militares diseñados para ocupar los cielos nocturnos con una brillante y extensa iluminación. Pero el ambicioso plan que Lansdale tenía en mente implicaba mucho mas que sólo deslumbrar a los cubanos con solo unas meras bengalas.

El plan también implicaba, -justo en el mismo instante-, a la tripulación de un avión estadounidense, -camuflado entre las nubes y con el sonido de sus motores amortiguado-, usando poderosos altavoces para transmitir falsos mensajes de un falso Cristo al pueblo de Cuba, ordenándole derrocar a su gobierno y renunciar al comunismo.

Desempeñada perfectamente, tal operación alternativa podría muy bien haber convencido a los cubanos que Jesucristo mismo en verdad estaba hablando, y no precisamente eran buenas noticias para Fidel Castro. En última instancia, mientra todo fue visto como indudablemente ingenioso, también se pensó que era una operación que muy bien podía fallar de forma catastrófica.
 
Y si los cubanos advirtieran que había un submarino estadounidense en sus cercanías y emprendiese alguna acción militar exitosa contra él, el desastre costaría vidas estadounidenses que pesarían más que cualquier éxito que la operación lograra.

Por supuesto, esto supone una muy importante, significativa y problemática cuestión: si algún tipo de Segunda Venida realmente ocurre en algún momento futuro de la raza humana, ¿cómo sabremos si tiene sus orígenes en el Cielo o en el turbio y misterioso mundo burocrático? Quizá no lo sabremos en realidad. Quizá los poderosos ven la ingeniosa explotación de la religión como la herramienta final de la guerra, manipulación y abrumador control….

NICK REDFERN