ALIMENTANDO EL FENÓMENO OVNI

En 2010, escribí un libro titulado Final Events (Eventos Finales). Es probablemente mi libro más polémico hasta la fecha.  Final Events narra la historia de un grupo de expertos semioficial que concluye que el fenómeno OVNI es demoníaco. Y cuando digo demoníaco, me refiero en el ardiente sentido de cuernos y rabo. Sin embargo, ellos le dieron un giro extremadamente inusual: es decir, creen que el fenómeno «alimenta» a una forma poco conocida de energía contenida en el alma humana. En otras palabras, estamos siendo criados, nutridos, y finalmente digeridos, al igual que el ganado. O, eso afirma este grupo de expertos.

Por supuesto, como miembro del grupo, -llamado la Elite Collins de manera oficiosa-,se trataba simplemente de una teoría y nada más. Fue también una teoría nacida del hecho de que la gran mayoría de los miembros del grupo sostenía fuertes creencias religiosas que precedieron a su investigación OVNI. Y no debemos olvidar que la fe es una herramienta poderosa e influyente.

Es interesante notar, sin embargo, que las historias de entidades OVNI depredadoras, -presumiblemente extraterrestres, a pesar de que no se han hallado pruebas nunca-, con intereses perturbadores en el alma humana no se limitan a las conclusiones de la Elite Collins. Cuando miramos con cuidado y detenimiento el campo de la ovnilogía, vemos algo muy notable: tales afirmaciones aparecen en todas partes .

Howard Menger era un conocido miembro de ese elititista club conocido como Contactados. Ellos son los que mantienen que han sido contactados, -a veces en persona, y en otras ocasiones mentalmente-, por benevolentes «Hermanos del Espacio» de lejanos mundos. A mediados de la década de 1950, por lo que Menger afirmó, sus compinches supuestamente extraterrestres le dijeron que no sólo estaban allí entidades no humanas positivas y negativas aquí en la Tierra, sino que nuestro planeta era un «campo de batalla» con nada menos que «las mente y almas de los hombres».

No sé hasta qué punto, -o, incluso, en todo caso-, las palabras de Menger dejaron alguna impresión en la Elite Collins y su trabajo. Yo sé, sin embargo, que con toda seguridad el grupo no se interesó en las afirmaciones de otros contactados, como George Adamski y George Van Tassel, de modo que tal posibilidad no se puede descartar.

En octubre de 1973, un importante encuentro con un OVNI se produjo en el cielo nocturno de Mansfield, Ohio. Se trataba de la tripulación de un helicóptero de la Reserva del Ejército EE.UU. que fue brevemente testigo, -a muy corta distancia-, de gran objeto de color gris, en forma de cilindro. A raíz del encuentro algo muy extraño sucedió: la tripulación fue contactada discretamente por fuentes oficiales que realizaron un montón de preguntas intrigantes que son fundamentales para el tema de este mismo artículo.

El sargento John Healey, uno de los miembros de la tripulación, dijo más tarde: «Pasado un tiempo el Pentágono nos llamaría y nos pregunto: ‘Bueno, ¿había sucedido este incidente antes? Y en dos de los casos que recuerdo, lo que me preguntaron, fue, número uno: ¿he soñado alguna vez sobre la separación del cuerpo? Y sí. Soñé que estaba muerto en la cama y que mi espíritu o lo que sea, estaba flotando, mirando hacia mi cuerpo que yacía muerto en la cama». Mi investigación sugiere fuertemente que fue la Elite Collins quien estaba haciendo las preguntas.

Cambiando de tema, en 1987, fue publicado Communion, de Whitley Strieber que pronto se convirtió en un superventas. Un año más tarde, en el libro siguiente, Transformation, Strieber señaló que, en relación con el asunto OVNI/ abducción alienígena, «el alma tenía mucho que ver». Strieber amplió: «Las personas experimentan la sensación de que sus almas estaban siendo succionadas de sus cuerpos. Yo había tenido un incidente de total separación del alma y del cuerpo. Más de una persona había visto a los visitantes en el marco de una experiencia cercana a la muerte. Los visitantes han dicho ‘Nosotros reciclamos almas.»

Comentando las palabras de un corresponsal que tenía la clara sensación de que la entidad que vieron durante una experiencia de abducción «quería comer mi alma», señaló Strieber, en un libro posterior, Breakthrough(Descubrimiento): «No podía dejar de recordar las palabras del famoso investigador de experiencias anómalas, Charles Fort. El había sugerido, hacia el final de su vida, que nuestro mundo podría ser como una granja, dando a entender que somos animales ignorantes aquí de la matanza e incapaces de ver los mayores y más terribles significados que nos rodean».

El difunto profesor John E. Mack, doctor en Medicina, también recogió testimonios de naturaleza muy similar. Mack dijo con cierta tristeza: «Algunos abducidos piensan que ciertos seres parecen querer tomar sus almas».

Un abducido, llamado Greg, recordó Mack: «… me dijo que el terror de sus encuentros con ciertos seres reptilianos era tan intenso que temía ser separado de su alma. ‘Si me hubieran separado de mi alma «, dijo,» no tendría ningún sentido de ser. Creo que toda mi conciencia se iría. Dejaría de existir. Eso sería lo peor que alguien podría hacerme».

Luego está la intrigante historia de Paul Inglesby, autor de UFOs and the Christian(Los ovnis y el Cristiano). En su libro, Flying Saucerers, los investigadores Dr. David Clarke y Andy Roberts registraron lo siguiente: «En 1938, mientras servía en la Royal Navy de Lord Mountbatten, [Inglesby] contrajo una enfermedad tropical y quedó gravemente enfermo durante tres meses. Durante este tiempo, fue sometido a una «experiencia espiritual devastadora,» durante la cual vio visiones de una futura guerra atómica y fuerzas demoníacas que controlaban naves espaciales y armas nucleares».

Como el propio Inglesby señala en este inquietante asunto: «… No sólo fui testigo de acontecimientos futuros, en una especie de forma telepática, sino que a lo largo de todo este tiempo se libraba una tremenda batalla por la posesión de mi alma.»

¿Hay un panorama más grande que no estamos viendo? ¿O que no lo vemos con la suficiente claridad? ¿Fue correcta la Elite Collins? ¿Estamos siendo cosechados por algo que se hace pasar por extraterrestres? ¿Está una parte de la otra vida dominada por horribles e interminables fábricas de almas? No lo se. Yo sé, sin embargo, que todos y cada uno de nosotros somos mortales, lo que significa que nuestro tiempo en este plano de la existencia es limitado. Si hay algo de verdad en la materia, una cosa es cierta: todos lo sabremos, tarde o temprano.

NICK REDFERN

(Traducción JUAN PEDRO MOSCARDÓ para LIBERTALIADEHATALI)

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