Una de las teorías conspirativas más recurrentes es la que se refiere a la de la llegada del hombre a la Luna. Desde la negación del viaje mismo del Apolo 11 hasta que las imágenes que se mostraron fueran un montaje filmado por el reputado cineasta Stanley Kubrick.
Pero, lejos esta vez de la conspiración, -o tal vez no-, traigo aquí unas curiosas imágenes pertenecientes al proyecto LOLA, que aunque a primera vista nos pueda recordar a alguna disparatada ocurrencia de la TIA de Mortadelo y Filemón, fue ideado por la mismísima NASA.
El Proyecto LOLA, -o Lunar Orbit and Landing Approach(Órbita Lunar y Aproximación de Aterrizaje)-, nació para preparar el aterrizaje sobre la superficie lunar en una época, 1961, en la que todavía no existían los simuladores de vuelo.
Los ingenieros de la NASA idearon un primitivo remedo de simulador en el Centro Espacial de Langley. LOLA fue un sistema de enormes murales brillantes donde, en una total oscuridad y provocando un efecto envolvente, los pilotos practicaban el establecimiento orbital. Pero no duró mucho este proyecto puesto que no pudieron solventar adecuadamente en el simulador las dificultades reales que los pilotos tendrían en el punto de encuentro con el Módulo Lunar.
Aparte de LOLA, la NASA preparó a los astronautas del proyecto Apolo, en las afueras de Flagstaff, Arizona, transformando los campos de ceniza negra de un volcán extinto, en un remedo de la superficie lunar. El Servicio Geológico de los EE.UU. y la NASA realizaron cientos de cráteres para copiar milímetro a milímetro el Mar de la Tranquilidad lunar en el que alunizaría el Apolo 11.