EL DÍA EN QUE LOS OVNIS PARARON UN PARTIDO DE FÚTBOL

Unos 10.000 aficionados veían el encuentro en las gradas del Estadio Artemi Franchi.
Unos 10.000 aficionados veían el encuentro en las gradas del Estadio Artemi Franchi.

Hace 60 años un partido de fútbol se detuvo intempestivamente cuando varios objetos voladores no identificados fueron vistos sobre un estadio de la ciudad italiana de Florencia.

¿Llegaban extraterrestres a la Tierra? Y si no fue así ¿Qué fueron?
Ocurrió el 27 de octubre de 1954 en un típico día de otoño en la región de Toscana. El poderoso club Fiorentina se enfrentaba a su rival local Pistoiese.
Unos 10.000 fanáticos veían el encuentro desde las gradas del Estadio Artemi Franchi. Pero justo después de empezado el segundo tiempo, la cancha quedó en silencio y segundos después la gente en la grada emitió un ruido como si estuviera exaltada.

El avistamiento paralizó el partido.
El avistamiento paralizó el partido.

Los espectadores ya no veían el partido, sino hacia el cielo, señalando con sus dedos. Los jugadores dejaron de correr y el balón rodó hasta detenerse.

Uno de los futbolistas era Ardico Magnini, una especie de leyenda para el club que había jugado para Italia en el Mundial de ese año.
«Recuerdo todo de la A a la Z», asegura. «Era algo que lucía como un huevo que se movía lentamente, lentamente, lentamente. Todos estaban viendo hacia arriba y había algo brillante en el cielo, plateado brillante».
«Estábamos impresionados, nunca habíamos visto algo así en el cielo. Nos quedamos impactados».

Partido suspendido

El encuentro fue suspendido porque los espectadores vieron algo en el cielo, decía el reporte que redactó el árbitro.
Entre los asistentes estaba Gigi Boni, un fanático del Fiorentina de toda la vida. «Recuerdo claramente este avistamiento increíble», dice. Su descripción de haber observado múltiples objetos difiere un poco de lo que vio Magnini.

La Nazione reportó el hecho.
La Nazione reportó el hecho.

«Se movían muy rápido y luego se detuvieron. Todo duró un par de minutos. Podría describirlos como unos tabacos cubanos. Me recordaron a estos tabacos en la forma en que lucían».
Boni ha pasado muchos años reviviendo ese día en su mente. «Creo que eran extraterrestres. Eso es lo que yo creo, no hay otra explicación que pueda hacerme».
Otro de los jugadores, Romolo Tuci, cerca de sus 80 años, está de acuerdo. «En esos años todos hablábamos de extraterrestres, de ovnis y tuvimos una experiencia, los vimos, los vimos directamente, de verdad».
El incidente en el estadio no puede ser interpretado como un caso de histeria colectiva ya que hubo varios reportes de avistamientos de ovnis en diferentes pueblos de la Toscana durante los días que siguieron.
De acuerdo a algunos testigos oculares, un rayo de luz blanca fue visto en el cielo proveniente de la localidad de Prato, en el norte de Florencia.
Otro hombre que no perdió la oportunidad de hablar sobre ese día es Roberto Pinotti, presidente del Centro Nacional de ovnis. Ha escrito muchos libros sobre objetos voladores no identificados y su casa en el centro de Florencia está llena de parafernalia relacionada con extraterrestres, carteles de viejas películas B, artículos de periódicos enmarcados y fotos borrosas en blanco y negro de platillos voladores.

«Tanto los jugadores como el público en las gradas quedaron impactados al ver estos objetos sobre el estadio», indica Pinotti.
«En esa época los diarios hablaban de marcianos. Claro, ahora sabemos que eso no es así, pero podríamos concluir que fue un fenónemo inteligente, un fenómeno tecnológico, un fenómeno que no podemos vincular a algo que sepamos que está en la Tierra».
También está intrigado por el material que cayó del cielo, lo que Magnini describe como plateado y brilloso.
«Es un hecho que al mismo tiempo que los ovnis eran vistos sobre Florencia, había una extraña sustancia pegajosa cayendo desde el cielo. En español lo llamamos ‘cabello de ángel'», dice Pinotti.

"Ola de platillos voladores sobre Italia".
«Ola de platillos voladores sobre Italia».

«Se desintegraba»

«El único problema es que después de un corto periodo de tiempo se desintegraba». A la edad de 10 años, fue testigo de este fenómeno. «Recuerdo, en un día muy claro, ver los techos de las casas en Florencia cubiertos de esta sustancia blanca por una hora, y como la nieve, se evaporó».
«Nadie sabe que relación tiene esta sustancia con los ovnis».
Varios testigos lo describieron como algodón, la sustancia era difícil de recolectar porque se desintegraba con el contacto, pero muchos intentaron determinar qué era.

Uno de ellos fue el periodista del diario florentino La Nazione, el ya fallecido Giorgio Batini. En 2003, señaló al programa de televisión italiano, Voyager, cómo ese día recibió cientos de llamadas telefónicas sobre los avistamientos.

Desde las oficinas de La Nazione, en el centro de la ciudad, su propia visión del cielo estaba bloqueada por la Catedral, por lo que decidió subir al techo del edificio del periódico para observar lo que estaba viendo todo el mundo. El reportero de 81 años recuerda haber visto «bolas brillantes» moviéndose rápido hacia el domo de la Catedral.
Batini salió a investigar. Se encontró con un trozo de madera fuera de la ciudad cubierto con pelusa blanca. Recolectó varias muestras envolviéndolas en un palillo de fósforo y las llevó al Instituto de Análisis Químico de la Universidad de Florencia. Cuando llegó allí, encontró que otros habían hecho lo mismo.
El laboratorio, manejado por el científico Giovanni Canneri, sometió al material a un análisis espectográfico y concluyó que contenía los elementos borón, silicona, calcio y magnesio. No era radiactivo, desafortunadamente, esto no llevó a conclusiones definitivas y el material se destruyó en el proceso.
¿Pudo haber venido de un Ovni? «Es una idea absolutamente tonta. La ciencia rechaza esa idea», dice el piloto de la Fuerza Aérea de EE.UU. convertido en astrónomo, James McGaha.

Silvio Neri dibujó lo que vio ese día.
Silvio Neri dibujó lo que vio ese día.

Desde el Observatorio de Pastizales en el sureste de Arizona, McGaha ha invertido más de 40.000 horas viendo el cielo nocturno, sin mencionar las horas adicionales en la cabina de aviones caza.
«Todo el fenómeno de los ovnis es un mito, magia, superstición envuelta en la idea de que los extraterrestres vienen para salvarnos o para destruirnos», asevera.
Desde el punto de vista de McGaha, el espectáculo completo, el «cabello de ángel» y todo, no fue otra cosa que arañas migrando.

«Cuando vi ese caso originalmente pensé en que quizás fue una bola de fuego, un meteorito muy brillante entrando en la atmósfera. Pueden tener la forma de un tabaco rompiéndose en pedazos. Pero luce que se trató de algo causado por arañas jóvenes haciendo telarañas, telarañas muy finas».

El extraño "cabello de ángel".
El extraño «cabello de ángel».

«Las arañas usan estas redes como conductores, las conectan y al verlas en el cielo como globos básicamente es porque así se trasladan de un lugar a otro. Vuelan con el viento y estas bolas de telaraña han sido vistas a miles de metros del suelo, por lo que cuando el Sol las alumbra, brillan, ves toda clase de efectos visuales», agrega.
«Cuando esto se rompe y cae al suelo, parece magia, claro», dice McGaha. «Estoy seguro que eso fue lo que ocurrió ese día».

Migración de arañas

Las muestras de "cabello de ángel" fueron fotografiadas por la prensa de ese entonces.
Las muestras de «cabello de ángel» fueron fotografiadas por la prensa de ese entonces.

Esta teoría es apoyada por el hecho de que septiembre y octubre son los meses cuando las arañas del hemisferio norte emigran, un hecho que aún genera titulares en la prensa de hoy en día. Sin embargo, esto no convence a todos.
«Claro que sé de la hipótesis de la migración de arañas, pero no tiene sentido. Es una vieja historia estúpida», indica Pinotti.
Refuta la teoría de las arañas debido al análisis químico de las muestras de «cabello de ángel». La seda de araña es proteína, un compuesto orgánico que contiene nitrógeno, calcio, hidrógeno y oxígeno, no los elementos encontrados en las muestras de Batini y otros que fueron llevadas a la universidad.

Luego de 60 años, la posibilidad de determinar las causas es muy pequeña. «No confiaría en informes de un viejo y extraño evento como éste a no ser que haya visto los datos», dice el escritor científico Phillip Ball. Está de acuerdo en que los elementos que fueron observados en el «cabello de ángel» no concuerdan con la teoría de las arañas.
«El magnesio y el calcio son elementos comunes de cuerpos vivientes, bóron y silicona no tanto, pero si estos fueran los elementos principales de la pelusa blanca, no me suena que vienen de arañas», asegura.

Los futbolistas Ardico Magnini, Ronaldo Lomi y Romolo Tuci con uno de sus seguidores Gigi Boni (segundo a la izquierda).
Los futbolistas Ardico Magnini, Ronaldo Lomi y Romolo Tuci con uno de sus seguidores Gigi Boni (segundo a la izquierda).

Esto significa que sigue el misterio. No importa lo que digan los científicos, aquellos que estuvieron allí están convencidos de que lo que vieron no tiene nada que ver con algo de este planeta.
Romolo Tuci sólo dice que se siente afortunado de haber estado allí. Sus ojos muestran todavía exitación cuando recuerda ese curioso día. «Estaba hechizado y también muy feliz».

RICHARD PADULA            BBCNews
Vibeke Venema también colaboró con este reportaje.

LA NUEVA REALIDAD VIRTUAL

Cualquier cosa es posible con la realidad virtual. "Puedes hacer que te sientas de 70 años, que seas de otra raza, de otro sexo...".
Cualquier cosa es posible con la realidad virtual. «Puedes hacer que te sientas de 70 años, que seas de otra raza, de otro sexo…».

Traigo dos artículos sobre la realidad virtual, -que parece revitalizarse en los últimos tiempos-, y sus posibles aplicaciones. Como todo podría utilizarse para mejorar sustancialmente la vida humana o convertirse en una de las peores pesadillas que relata la ciencia ficción. LIBERTALIADEHATALI

CÓMO LA REALIDAD VIRTUAL ME HIZO SENTIR  MIEDO…. Y ME CAMBIÓ

Estoy parada en medio de una habitación alfombrada y con múltiples sensores, cámaras infrarrojas, sonido envolvente y suelos movedizos. Llevo puesto un casco de realidad virtual que cuesta lo mismo que un BMW.
Lo que veo me pone los pelos de punta.
Vine al Laboratorio Virtual de Interacción Virtual Humana de la Universidad de Stanford para comprobar por mí misma lo poderosa que es la tecnología de realidad virtual.

Pronto voy a descubrir que hay algo de cierto en la idea de que los entornos virtuales pueden cambiar la forma en que se comporta la gente en el mundo real.
Hoy experimentaré terror durante un tiempo y luego actuaré como un superhéroe. Los efectos sobre mi comportamiento durarán días.
La imagen en 3D que veo es una réplica digital de la habitación en la que me encuentro. Miro a la derecha y veo una versión digital de la puerta por la que entré. Miro abajo y reconozco el dibujo de la alfombra. Aunque hay algo nuevo: una estrecha plancha de madera en el suelo.
Cody Karutz, director del laboratorio, aprieta el botón de un control a distancia. Se oye un enorme ruido metálico mientras el suelo, de pronto, se abre bajo mis pies.
Me quedo parada en una pequeña plataforma en el aire, a varios pisos de altura. Miro hacia abajo y hay un foso gigante recubierto de metal oxidado. Mi pulso se acelera de golpe, me sudan las manos y estoy paralizada por el miedo.

Parece que he llegado a la parte en la que tengo que caminar por la plancha.

Miedo real

En este experimento con Realidad Virtual una persona de cada tres no consigue caminar hasta piso firme.
En este experimento con Realidad Virtual una persona de cada tres no consigue caminar hasta piso firme.

Me explican que el foso es una demostración bastante típica de realidad virtual diseñada para introducir a los primerizos. Y aunque conseguí llegar al otro lado, una persona de cada tres no lo consigue.
La historia del foso incluye anécdotas de gente que entró en pánico y acabó lanzándose y dándose de bruces contra el suelo.

En el futuro próximo habrá mucha gente que experimente la realidad virtual.
Facebook adquirió a principios de este año la empresa de realidad virtual Oculus por valor de US$2.000 millones, mientras que Samsung y Sony compiten para sacar al mercado el primer dispositivo.
Cualquiera con acceso a un par de materiales y un teléfono inteligente con Android puede hacerse una versión casera de cartón del casco de Google.

Un potencial humanista

La realidad virtual puede mejorar la rehabilitación tras un infarto, ayudar a tratar la ansiedad o a las personas autistas.
La realidad virtual puede mejorar la rehabilitación tras un infarto, ayudar a tratar la ansiedad o a las personas autistas.

Stanford y otros laboratorios están probando que la realidad virtual tiene implicaciones que van más allá del entretenimiento.
Estudios recientes han demostrado que puede tener efectos médicos y psicológicos. Por ejemplo, se ha demostrado que puede mejorar la rehabilitación tras un infarto, ayudar a tratar la ansiedad o a las personas autistas.
Jeremy Bailenson, director y creador del laboratorio que visité, está fascinado por el potencial de la realidad virtual para mejorar la sociedad, aumentar la empatía y potenciar comportamientos más considerados.
“Cualquier cosa es posible. Puedes hacer que te sientas de 70 años, que seas de otra raza, de otro sexo o caminar un kilómetro en el cuerpo de otra persona para experimentar la discriminación que sufre”, dice Bailenson.
“Mi trabajo consiste en enseñar a la gente cómo gustar a los demás, cómo adoptar la perspectiva del otro, aprender sobre otras culturas y sobre el medio ambiente”, añade.

En un experimento realizado por Bailenson el año pasado, los participantes que experimentaron ser daltónicos a través de la realidad virtual dedicaron más tiempo a ejercer de voluntarios con asociaciones de daltónicos que los que simplemente lo imaginaron.
Otra de las pruebas que pasé fue ver un documental sobre acidez oceánica desde la perspectiva del suelo marino. Una voz me iba hablando de los efectos de la acidificación oceánica mientras yo veía cómo morían las especies marinas y desaparecían los corales.
Aunque la calidad gráfica era impresionante, me costó apreciar cómo el documental podría cambiar mi actitud o mi comportamiento con respecto al medio ambiente.
Resultados preliminares de un estudio con este documental concluyeron que los participantes que veían la versión “de inmersión” sentían mayor empatía hacia el medio ambiente que los que lo veían en la forma tradicional.

Yo no volví a pensar en el océano.
Bueno, hasta que llegó el fin de semana.

Efecto a medio plazo

Mientras me daba una ducha de agua caliente, de pronto apareció vívidamente la escena subacuática del laboratorio.

Tuve un flashback del coral muriendo, de los arrecifes desapareciendo, y todo por mi comportamiento poco ecológico. En vez de disfrutar del agua caliente como hubiera hecho normalmente, cerré el agua.
Bailenson y su máquina de la empatía habían plantado en mi cabeza una imagen que, al menos durante los siguientes días, no iba a poder ignorar.
Pero si los investigadores están demostrando que la realidad virtual puede hacernos mejores personas, hay que preguntarse qué efecto pueden tener los videojuegos de inmersión.

Algunos investigadores creen que jugar a videojuegos violentos reduce la preocupación por las víctimas de crímenes violentos en la vida real. Otros sugieren que pueden provocar agresividad.
La importancia de esos resultados no está clara.
Bailenson es precavido: “Sí creo que a medida que los medios se vuelven más de inmersión, se vuelven también más poderosos”.
“La realidad virtual es como el uranio, con el que puedes calentar casas o destruir naciones. Está en nuestras manos elegir las aplicaciones buenas y no las malas”, dice.
Dado que solo unos pocos minutos de realidad virtual consiguieron cambiar mi comportamiento fuera del laboratorio, me inclino a creer lo que dice Bailenson sobre el poder persuasivo de esta tecnología.
Al mismo tiempo, no me llega la hora de pasar más tiempo en los mundos virtuales. Solo espero no tener que volver a caminar sobre una pequeña plancha de madera para pasar por encima de un foso.

TIFFANIE WEN
BBC Future

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ALUCINANDO CON OCULUS RIFT: ¿ES LA REALIDAD VIRTUAL LA PRÓXIMA DROGA?

Me amarro el universo a la cara.

Acelerando a través de una escotilla oigo música a través de los altavoces de mi nave espacial; la luz de las estrellas clavadas en el horizonte se intercalan con charcos de nebulosas color malva y polvo interestelar. Los movimientos de mi cuello controlan la dirección de mi nave y descubro mi alrededor: el cosmos.

Sin embargo, después de algunos tragos ya me siento un poco mareado. Probablemente no debería estar operando esta nave espacial borracho. No importa. Tengo que concentrarme. Esquivo asteroides, giro mi cabeza para apuntar mi arma y disparo a las naves enemigas. Mis adversarios explotan como bolas de fuego, igual que enLa Guerra de las Galaxias.

La verdad es que nunca me fui de la Tierra. Mi cabeza, la cual muevo de lado a lado, se encuentra sujeta al aparato Oculus Rift de Realidad Virtual. De vez en cuando agacho mi cara hasta la entrepierna para ejecutar saltos y otras maniobras evasivas. Mis oídos están tapados con auriculares ergonómicos y cuentan con cancelación de ruido, lo cual me impide escuchar a las multitudes de bañistas con toallas yendo a la playa y a mis amigos conversando y bebiendo cerveza al lado mío.

Es un viaje… en más de un sentido.

Mi cerebro—convencido por un lóbulo occipital aparentemente ingenuo—interpreta mi cuerpo como si no estuviese en un sofá, sino allá, en el universo digital. Aunque mi cuerpo pueda estar encaramado en una almohadilla en la costa sur de Long Island, mi conciencia sube por el espacio ultraterrestre como una proyección astral, y luego flota como en esa alucinante escena de 2001: Una Odisea en el Espacio— tu sabes a cual me refiero.

«Las tecnologías virtuales son cosas, dispositivos, maneras capaces de llevarnos lugares distintos de donde nos encontramos físicamente,» me dijo Jim Blascovich, profesor de psicología y co-director del Centro de Investigación para entornos virtuales y Comportamiento (ReCVEB) de la Universidad de California, Santa Barbara.

Blascovich, co-autor del libro Realidad Infinita sobre la evolución de las tecnologías digitales y virtuales, considera estas tecnologías como una extensión de los ritos y las prácticas antiguas—incluyendo las que utilizaban drogas.

«Probablemente todo esto comenzó hace mil años atrás con la narración,» dijo. Los seres humanos son criaturas escapistas— incluso biológicamente. Nuestras mentes parecen divagar casi una tercera parte del tiempo que estamos despiertos; y tendemos a soñar de cuatro a seis veces en una noche normal de sueño. Nuestros antepasados decoraban cuevas con pinturas rupestres, desarrollaron el lenguaje, contaron historias, crearon el arte, el teatro, la poesía, la literatura, la imprenta, la fotografía, la radio, la cinematografía, los videojuegos y la internet.

«Nuestras mentes divagan todo el tiempo y soñamos periódicamente. La gente toma drogas para poder volver a esos lugares «, dijo Blascovich. Las pantallas de bajo costo que se montan en la cabeza como lo son el Oculus Rift y el GoogleBoard son simplemente la próxima evolución en estas experiencias de inmersión.

La conexión entre la realidad virtual y las sustancias que alteran la mente se ha hecho antes. No es casualidad que uno de los mayores defensores de las drogas alucinógenas de los años 60 se convirtiera en un defensor de la cibernética tres décadas más tarde.

Timothy Leary, quien alguna vez fue psicólogo de Harvard y que luego se convirtió en un evangelista del LSD, pregonó el potencial de las tecnologías de comunicación emergentes en su último libro Caos y Ciber Cultura. «El PC es el LSD de los años 90”

Contacté a otro investigador de RV llamado Albert «Skip» Rizzo, quien dirige un Programa Médico de Realidad Virtual que ayuda a tratar a pacientes con estrés post traumático en la Univeresidad de Southern California. Le pregunté si creía que sería posible imitar las experiencias alucinógenas con las nuevas tecnologías de realidad virtual.

Se mostró escéptico ante la idea. «No sé si podamos decir que te elevaría al nivel de una experiencia alucinógena,» dijo. Por lo menos no todavía. «Podemos construir entornos virtuales con ilusiones ópticas para confundir los sistemas de percepción de la gente y hacer que se vea como una experiencia alucinógena, aunque no sé si alguien lo haya hecho realmente.»

Y agregó: «Yo creo que los más probable es que te sentirías mareado y enfermo antes de tener ese tipo de experiencias.»

Aún así, tanto las drogas psicodélicas como la realidad virtual tienen la profunda capacidad de afectar la mente de las personas, sus emociones y sus percepciones. Le pregunté a Rizzo si pensaba que el Oculus Rift podría tener la misma suerte que corrió el movimiento psicodélico de finales de los 60, cuando el Congreso penalizó el uso de LSD en los EE.UU. Después de todo, ya existen clínicas de rehabilitación para personas adictas a la web y a los juegos. ¿Sería entonces acertado decir que estas tecnologías alteradoras de mente puedan ser regularizadas como sustancias adictivas algún día?

«Creo difícil que alguien llegase a decir que la realidad virtual debiese ser prohibida, eso significaría que también tendríamos que prohibir las películas, los libros y Disneylandia,» dijo Rizzo. Sin embargo, podría ser regularizado.

«Lo que pudimos ver [en épocas anteriores] son grupos externos moviéndose para moderar, administrar o censurar,» dijo Rizzo, haciendo una analogía con el pasado de la industria cinematográfica. «Tal vez las experiencias virtuales serán consideradas de la misma forma, y los niños menores de 18 años no podrán acceder a ciertas experiencias virtuales.»

En cuanto a la historia del cine, dicen que durante una de las primeras proyecciones —un clip de un minuto de duración de un tren llegando a una estación— hubo un pánico general entre los miembros del público, los cuales abandonaron el teatro aterrorizados ¿Podría ser cierto que las generaciones futuras se rían de nuestra credulidad?

Un amigo golpea mi hombro y me estremezco.

A medida que avanza el día y la noche sigo bebiendo y probando diferentes simulaciones, fusionando poco a poco tanto la antigua como la nueva forma de intoxicarse. Juego pong con mi cara; me tiro en paracaídas; voy por una montaña rusa a través de un castillo medieval; me elevo por encima de los rascacielos; floto a través de una mansión embrujada mientras me sigue un demonio que gruñe; Investigo una villa toscana.

Durante esta última simulación la imagen se desdibuja al momento que realizo un giro con mi cabeza, provocando un vértigo instantáneo. La sensación es similar a las secuelas de consumir abundantes cantidades de vodka. Mi estómago se aprieta en un nudo. Siento náuseas. Y las botellas de licor que he tomado no me ayudan en lo más mínimo.

Sin darme cuenta he dado con un efecto llamado «valle incómodo.» Tal como lo explica Wired en una de sus publicaciones: «Si giras la cabeza y la imagen proyectada en la pantalla (a tan sólo pulgadas de tus ojos) no se ajusta de forma instantánea, los conflictos entre el sistema visual y el sistema vestibular hacen que te sientas enfermo.»

Me saco el Oculus Rift de la cabeza, vuelvo a entrar en la realidad real, y me tiro en el sofá. Mareado y aparentemente con resaca comienzo a recuerdar un comentario hecho por Chris Dixon— uno de los inversores destacado de la sociedad de capital riesgo Andreessen-Horowitz, y quien tiene participación tanto en Oculus Rift como en la compañía que compró el proyecto, Facebook: «En cierto modo, podría decirse que el mayor competidor de la realidad virtual es la botella de vino.»

En efecto, por favor consuma Oculus Rift de manera responsable.

ROBERT HACKETT

Y otros dos enlaces de artículos interesantes sobre el tema:

VIVÍ UNA INSURRECCIÓN ROBÓTICA A TRAVÉS DE REALIDAD VIRTUAL

LA REALIDAD VIRTUAL ESTÁ SIENDO UTILIZADA PRA TRATAR LA ADICCIÓN A LA HEROÍNA