Este pasado fin de semana hablé sobre los controvertidos Hombres de Negro en la Conferencia anual de la MUFON en Ohio, junto con James Fox, que disertó sobre el tema de los ovnis y los medios de comunicación, y Terry Ray, quien habló sobre el tema de los orbes misteriosos. Al final del evento, un par de personas se acercaron a mí y me preguntaron sobre la cuestión de la «divulgación OVNI».
La cuestión de la divulgación continuó siendo objeto de debate después de que la conferencia hubiera terminado y todo el mundo pasó un buen rato así. Claramente existe una gran frustración en la ufología por la falta de divulgación por parte de quien pueda esconder sensacionales informes secretos sobre los ovnis. Para que quede registrado, -como señalé en la conferencia-, no creo, en absoluto , que el gobierno de Estados Unidos está ocultando datos.
Mucho más probable es, en mi opinión, que toda la cuestión esté supervisada por algún organismo profundamente oscuro, -como sus reservados fondos-, y que no tiene que rendir cuentas ante nadie. Y, teniendo en cuenta un par de cosas más, creo que es muy probable que la gran mayoría de la gente en el gobierno, el ejército y los servicios de inteligencia no sepan absolutamente nada al respecto.
Sean cuales sean sus o mis pensamientos sobre ello, y a pesar de años de demandas en las que «el gobierno nos dice lo que sabe», el hecho es el movimiento de divulgación no ha llegado a ninguna parte. Lo único que ha logrado es un fracaso del cien por cien. Y eso no es nada de qué enorgullecerse. Inevitablemente, esto provoca que la gente del movimiento de divulgación grite y grite aún más e insista en que no se nos dice la verdad. Pero, hay otro aspecto que no deberíamos olvidar.
La No-revelación no es sólo el enfoque adoptado por lo que quiera que sea esta «agencia en la sombra». Es también el enfoque adoptado por las inteligencias detrás del fenómeno OVNI en sí. Una y otra vez he escuchado relatos en el sentido de que «los extraterrestres están aquí para ayudarnos». Bueno, tal vez ellos son alienígenas y tal vez están aquí para ayudarnos. Pero, por otro lado, ¿dónde está la evidencia?
Estoy cansado y me pone enfermo eso de la brigada de «amor y luz» (en sus ropas de colores brillantes, sandalias hippies, y sus cutres nombres de la Nueva Era) que nos dice que, en lugar de mostrarse abiertamente a nosotros, los extraterrestres benevolentes están trabajando maravillosamente tras las bambalinas para hacer un mundo mejor para nosotros. ¿De verdad? Una vez más, ¿dónde está la evidencia? El hecho es que el mundo está en un tremendo estado y las cosas no están nada mejor.
Casi todo el mundo en la ufología conoce esa pregunta tan gastada: ¿Por qué los extraterrestres no aterrizan en el jardín de la Casa Blanca y se revelan a sí mismos? Algunos podrían considerar que es una pregunta lógica, pero yo creo que es absolutamente inútil, por una razón específica. No hay nada en la historia del fenómeno OVNI que sugiera que tal posibilidad nunca ha estado en juego. Esa imaginería, de alienígenas que aterrizan en relucientes naves y hablan con el presidente y el pueblo, es la nuestra. No la suya. Viene de la cultura popular, el mundo de la ciencia ficción, y nuestras propias suposiciones con respecto a cómo los extraterrestres reales podrían actuar.
Si el fenómeno OVNI es no sólo extraterrestre, sino realmente extraterrestre, -casi incomprensible-, entonces no hay razón para pensar o suponer que sus procesos de pensamiento, objetivos o enfoques comunicativos, serían un reflejo de los nuestros. Es como esas ridículas historias del presidente Dwight D. Eisenhower, en la década de 1950, firmando un tratado con los alienígenas para que pudieran hacer lo que quisieran en nuestro planeta, a cambio de nuestro acceso a la tecnología extraterrestre.
¡Vaya montón de basura! ¿Alguien realmente piensa que una todopoderosa raza de seres de alguna lejana galaxia del sistema solar necesitaría siquiera, conseguir un pacto para lograr sus metas? ¡Por supuesto que no! Harían lo que demonios quisieran hacer, y no tendríamos ninguna manera en absoluto para detenerlos o influir en ellos.
Por lo tanto, lo que en realidad tenemos, -en lugar de tratados, aterrizajes frente al presidente, y revelación-, es un fenómeno que es tan genuinamente extraño que sigue un camino que es prácticamente incomprensible para nosotros, que explicaré en el párrafo siguiente. Hay, -en mi opinión -, dos razones por las que no tenemos, y no tendremos, la revelación OVNI.
Está claro que lo que está detrás del fenómeno OVNI (extraterrestres, entidades interdimensionales, criptoterrestres, o algo completamente más allá de nuestro entendimiento actual), tiene un enfoque decididamente único en su contacto con la raza humana. Para los otros no existe algo similar a la película Últimatum a la Tierra. Su enfoque es interactuar con la gente, en un grado sorprendentemente íntimo, a nivel individual.
Encuentros cercanos de un tipo profundamente personal, sincronicidades sin fin, y vidas que en algunos casos son rápida y radicalmente cambiadas durante la noche son partes esenciales de la exposición al fenómeno OVNI.
No se equivoquen, hay un fenómeno OVNI real y hay un verdadero plan en marcha. Pero, es un plan que se nos escapa. Y es uno en el que no se producirá una revelación mundial sobre la naturaleza y la intención de las inteligencias de los ovnis, porque no tienen intención de hacerlo. Su enfoque cauteloso de transformar vidas a nivel individual continuará, al igual que lo ha hecho desde los días en que el fenómeno se manifiestó en las formas de dioses, ángeles, demonios, hadas, duendes y quién sabe qué más.
Precisamente lo que todo esto persigue o está destinado a lograr es, por supuesto, un misterio. Pero no veo ninguna señal de cambio en el horizonte. La gente continuará teniendo tener experiencias extraordinarias, causantes de un cambio de paradigma, en los tramos solitarios de la carretera a altas horas de la noche, o mientras acampa en el bosque, o incluso en su propia casa en la oscuridad de la noche. Pero ET no va a sentarse con el Presidente a tomar café y rosquillas.
En cuanto a la razón por la que el ya mencionado «organismo en la sombra» no revelará (su informes ovni), todo es muy simple. Ellos saben, y están petrificados por el hecho, que el fenómeno OVNI tiene, -como he señalado anteriormente-, la capacidad de interactuar potencialmente con todos y cada uno de nosotros en persona, en un momento dado, y alterar nuestra percepción individual, modos de pensar, y el futuro por completo. No por una guerra agresiva o revelación mundial, sino irrumpiendo en nuestro entorno personal como mejor les parezca. Y no se les puede detener.
Los organismos militares, -en todo el planeta-. están acostumbrados a tratar con enemigos potenciales de manera que ellos pueden entender. Si el fenómeno OVNI amenazara al estilo de El Día de la Independencia / La Guerra de los Mundos, sería preocupante para los que guardan los secretos, pero tendrían una idea sobre lo que se estaban enfrentando. El saber que hay algo por ahí que es tan ajeno, tan profundamente desconcertante, y que, -prácticamente con el movimiento de una mano-, pueda seleccionar a todos y cada uno de nosotros y transformarnos, aterroriza a los guardianes del secreto.
Es por eso que no se producirá la revelación: (A) el fenómeno opera de una manera y con un orden del día, que no requiere la revelación; y (B) las personas cuyo trabajo es mantener alejado todo esto de nosotros están, francamente, asustados de revelar lo que saben y sospechan.
El movimiento de divulgación OVNI necesita un buen puñetazo en la cara para hacerle despertar y darse cuenta de que no se trata sólo de tratar de obtener que «el gobierno nos diga la verdad.» Es mucho más controvertido que eso. Y yo estaré más que feliz de propinar ese golpe. O golpes.
NICK REDFERN (9/6/2015)