BIBLIOTECA LIBERTALIA (junio 2018)

Una selección de libros, no necesariamente novedades, que me parecen interesantes y que, si puedo leer, en un futuro escribiré un artículo más extenso sobre ellos.

Si las editoriales están interesadas en enviar material o información para futuros artículos, reseñas o difusión pueden dirigirse a :
LIBERTALIADEHATALI, VICENTE MORALES, nº 7

28043 MADRID España

o a libertaliadehatali@yahoo.es

LOS DIOSES OSCUROS. Las creencias mágicas y ocultistas que inspiraron a los líderes del III Reich    José Luis Cardero

El autor habla y lee perfectamente alemán, lo que le ha permitido “bucear” durante décadas en archivos de universidades e instituciones alemanas con el objetivo de comprender cuáles eran las extrañas creencias de los fundadores del nazismo y cómoéstas influyeron en el III Reich y en el devenir de la II Guerra Mundial. Se trata de un trabajo histórico de enorme profundidad y extremadamente documentado.

http://www.edicionescydonia.com/losdiosesoscurosdelnazismo/losdiosesoscurosdelnazismo.html

LA VIDA SECRETA DE CARLOS CASTANEDA  Antropólogo, brujo, espía, profeta Manuel Carballal

20 años después de su muerte Carlos Castaneda continuaba siendo “un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma…”. Hasta hoy.

Vendió más de 27 millones de libros en 17 idiomas. Revolucionó la cultura de los años 60, 70 y 80 con su saga sobre don Juan Matus, convirtiéndose en el antropólogo más famoso del mundo. Pero no se dejaba fotografiar ni grabar y concedía pocas entrevistas… aparentemente.

Inspiró a John Lennon, Oliver Stone, George Lucas, Jim Morrison, David Lynch, Federico Fellini, Larry y Andy Wachowski, J. J. Abrams, etc. Todavía hoy tarareamos canciones inspiradas en él, y sus libros, ideas y su nombre, reaparecen constantemente en películas y series como Matrix, Star War, Finge, True Detective, Lost, The X Files, Los Simpson, etc. La huella que dejó en la cultura, la mística y el misterio es imborrable y continúa evolucionando.

La revista Time lo definió como el padrino de la New Age, pero hizo mucho más. Fundó un nuevo sistema de pensamiento, una religión que profesan millones de seguidores en todo el mundo: el neo-nahualismo tolteca. Con sus cismas, herejes y dogmas. Y hoy, en pleno siglo XXI, muchos imitadores intentan apropiarse del legado del Nahual Carlos Castaneda. Incluso recurriendo a la falsificación.

Manuel Carballal conoció personalmente a Castaneda y a sus brujas en 1994, y siguió sus enseñanzas durante años, estudiando el chamanismo en cuatro continentes. Hoy, tras entrevistar a los familiares, amigos y compañeros de Castaneda y sus brujas en México, Costa Rica, Venezuela, Perú, España, EEUU, etc. y tras rastrear los archivos escolares, eclesiásticos, de la UCLA, la CIA, los registros gubernamentales, militares etc., por primera vez reúne todas las piezas y completa el puzle Castaneda.

No solo pone nombre y cara a don Juan Matus, don Genaro, La Gorda y demás personajes de la saga, sino que nos obliga a replantearnos nuestras creencias, y a cuestionar el sistema académico y editorial. El resultado de la primera biografía completa de Carlos Castaneda y su mundo, es abrumador y terrorífico…

http://www.secretshop.es/libros/novedades/la-vida-secreta-de-carlos-castaneda/

10  GRANDES RUTAS DEL MUNDO     Gillian Richardson

Un sorprendente viaje por diez rutas que, más largas o más cortas y en diferentes épocas, dieron forma al mundo que conocemos hoy.

Con este libro cruzarás el puente de Beringia hacia América con los primeros pobladores de ese continente y seguirás a los animales salvajes por la ruta migratoria del Serengueti. Recorrerás la red adoquinada de calzadas romanas de Inglaterra y la maravilla de la ingeniería del Gran Camino Inca, que permitieron el florecimiento de dos imperios. Conocerás a los pioneros que arriesgaban su vida en busca de oro por la remota y helada ruta de los Chilkoot, a los fieles peregrinos del Camino de Santiago, a los presos rusos que construyeron el ferrocarril Transiberiano y a los esperanzados estadounidenses que viajaban en tropel hacia el oeste por la Ruta 66. También, si te atreves, podrás aventurarte por el paso Jáiber y la ruta de Ho Chi Minh, senderos de guerras e invasiones.

http://www.siruela.com/catalogo.php?id_libro=3592&completa=S

LA TRADICIÓN OCULTA DEL ALMA        Patrick Harpur

Si El fuego secreto de los filósofos es una guía completa de la Imaginación, entendida como potencia esencial del psiquismo y fuente de conocimiento interior, La tradición oculta del alma –acaso su obra más importante– es un libro iniciático que nos adentra en los meandros de un tema tan difícil como necesario: el alma. Harpur hace un completo recorrido por la cultura occidental a través de la filosofía, la mitología, la alquimia, la poesía, la psicología y la antropología, para mostrarnos los lugares secretos en los que nuestra tradición espiritual halló un sentido profundo a la vida, hoy totalmente olvidado. Como es usual en este autor, la senda que nos abre su investigación contempla la realidad del alma desde una multiplicidad de perspectivas: el mito, el cuerpo, el Alma del Mundo, los dáimones, lo inconsciente, el espíritu, el ego, la muerte y el otro mundo. Tal es el propósito de este libro iluminador.

https://www.edicionesatalanta.com/libro.php?id=86

LA OPERACIÓN FÁTIMA   Roger Ildefonso H.

«La Aparición de Fátima había sido producto de una Operación planificada y ejecutada desde fuera de nuestro planeta».»Este libro no busca traerse abajo al movimiento mariano y a Fátima. Solo busca la verdad.» «¿Estará la humanidad preparada para entender a Fátima como parte de una intervención extraterrestre? ¿Estará la Iglesia preparada para aceptar nuevos puntos de vista?» «Este no es un libro científico, tampoco es una novela de ficción, aunque lo parezca».

EN EL PAITITI, GUIADOS POR LOS EXTRATERRESTRES  Francisco Sosa Mandujano

La Tierra, nuestro planeta, es un ser viviente, es nuestra Madre Tierra. Pero esta madre no puede esperarnos todo el tiempo; ella pasará a otra dimensión, se sacudirá toda la carga negativa que nosotros sus hijos le generamos. El planeta no se destruirá ni habrá un final, solo se transformará en su proceso natural. Pero el hombre tiene la capacidad de revertir su futuro. Esto es lo que entendí del mensaje extraterrestre.
Mi ignorancia espiritual sirvió para interesarme por el contacto extraterrestre y buscar a través de Misión RAMA. No pretendo tener la razón; mucho menos tienes que creértelo todo, pero este libro sí te puede servir para empezar a pensar, a buscar y a descubrir por ti mismo el por qué y para qué del contacto extraterrestre. Solo narro las experiencias que viví junto a personas contactadas que, guiadas por los Guías extraterrestres, fuimos a la legendaria ciudad perdida de El Dorado en representación de la Humanidad.
Todo lo que me tocó pasar, valió la pena, pues aprendí a ser un hombre que va despertando su conciencia, a respirar y relajarme correctamente, a ver más allá de mis ojos físicos, a entender lo que es un ser humano y a vivir en medio de otros seres humanos, a ser más positivo, menos egoísta; también aprendí a sobrellevar el sufrimiento, a tener esperanza y libertad, a ser libre, a entender que no estamos solos –nunca lo hemos estado–, a ir aprendiendo a amar.

https://www.editorialkolima.com/producto/en-el-paititi-guiados-por-los-extraterrestres/

LA EXTRAORDINARIA VIDA DE ISABELLE EBERHARDT

Isabelle con ropas beduinas en 1900/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

JORGE ALVAREZ          En su libro Grandes aventureras 1850-1950, Alexandra Lapierre y Chrystel Mouchard hacen una adecuada presentación de una exploradora algo atípica, valga la redundancia: “Si se puede decir de muchas de las aventureras que abandonaron un nido confortable, de Isabelle Eberhardt se puede decir todo lo contrario: con múltiples identidades, venida de ninguna parte, no cesó de intentar unir lo que en ella estaba dividido para colocarlo en un único lugar. Y cuando lo encontró se ahogó en él”. Sería un excelente epitafio para su tumba.

Isabelle Eberhardt, en efecto, no procedía de una ilustre familia. De hecho, tras su nacimiento en 1877 fue registrada como hija ilegítima para proteger la identidad del padre, un ex-sacerdote armenio llamado Alexander Trophimowsky, que no quiso reconocerla. Su propia madre, Nathalie Eberhardt, era hija natural de un alemán y una judía rusa, habiéndose casado con el general y senador Pavel Karlovitch de Moerder, un aristócrata viudo y cuarenta años mayor que ella con el que tuvo dos hijos, Nicolás y Vladimir.

En 1871, Nathalie terminó agobiada de la vida de casada, fugándose a Ginebra con el pope, al que habían contratado como tutor de los niños y quien a su vez ya había abandonado a su propia familia y colgado los hábitos. La muerte de Pavel solucionó cualquier problema legal y económico. Isabelle nació seis años después (antes había nacido otro varón, Augustin).

Trophimowsky, pese a eludir su responsabilidad paterna con Isabelle, sí le proporcionó una esmerada educación, ya que era un auténtico erudito que no dudaba en inculcar a los niños con una novedosa metodología que incluía su espíritu anarquista y ateo. Así, la niña aprendió francés, ruso, alemán e italiano, además de latín, griego y árabe clásico. No sólo idiomas, pues también dominaba materias como filosofía, química, historia, geografía y literatura, siendo una voraz lectora.

Un retrato poco común de Isabelle/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Esa atípica imagen para los estándares femeninos de la época se plasmaron asimismo en la costumbre de vestir ropa masculina. Pero no todo fue idílico. Todos los hermanos se sintieron constreñidos por un Trophimowsky que los trataba tiránicamente y poco a poco fueron marchándose. Augustin, por ejemplo, siguió el consejo de un amigo militar y para librarse tanto del influjo paterno como de unas deudas y un poco recomendable vínculo con un grupo revolucionario ruso, se alistó en la Legión Extranjera Francesa en 1894; fue destinado a la colonia de Argelia, despertando en su hermana -que también conocía a aquel oficial- un vivo interés por conocer el lugar.

Ambos mantuvieron una intensa relación epistolar durante tres años que ella, dando rienda suelta a su ya fértil imaginación, firmaba con pseudónimos orientalistas de ambos sexos, tal cual hacía en algunos cuentos que publicaba en La Nouvelle Revue Moderne. Las cartas de su hermano le resultaron de ayuda para otra obra, Vision du Moghreb, que era una historia de la religión en el norte de África escrita en un tono abiertamente anticolonial.

La foto más famosa de Isabelle, ataviada de marinero, hecha en 1895/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Isabelle amaba el mundo islámico por influjo de su padre, que la había instruido no sólo en el idioma sino también en las costumbres y la fe, leyendo juntos el Corán. Por eso perfeccionó su manejo del árabe por correspondencia y respondió a un fotógrafo llamado Louis David que, interesado por aquel libro, le ofrecía ayuda para establecerse en Bône (actual Annaba, en la frontera argelina con Túnez). Fue él quien en 1895 hizo la foto más famosa de Isabelle, ataviada con uniforme de marinero y apariencia andrógina.

En 1897 convenció a su madre para hacer ese viaje, aunque terminaron chocando con David y su esposa porque éstos desaprobaban la excesiva confraternización que sus huéspedes mantenían con la población local, así que se instalaron por su cuenta lejos de los colonos europeos. Isabelle siguió fiel a su afición a vestirse de hombre, allí con más razón porque si no, al ser mujer, la costumbre árabe le vetaba salir sola. Esas diferencias culturales no le hicieron mella y se convirtió al Islam, religión que se adaptaba muy bien a su espíritu fatalista que todo lo sometía a la predestinación y la voluntad divina.

Cartel de la película Isabelle, basada en su vida

Emulaba así al famoso Richard Burton, que también abrazó aquella fe aunque nunca lo hizo público. Igualmente, su madre la siguió en la decisión y, cuando murió a los seis meses, su hija mandó labrar en la lápida el nombre adoptado de Fátima Manoubia. Trophimowsky, que había sido avisado de la enfermedad cardíaca que mató a Nathalie, llegó tarde y chocó con su hija, que envuelta en lágrimas manifestó su deseo de acompañar a su madre y, para su propio pasmo, tuvo que rechazar el revólver que su padre le ofreció para ello.

Por lo demás, la depresión consiguiente llevó a Isabelle a refugiarse en el consumo de alcohol y hachís, así como a llevar una vida sexual tan activa como impersonal, relacionándose especialmente con gente humilde. Esto la convirtió en una rara avis para los musulmanes pero tolerada porque todos la consideraban una agente británica. Se hacía llamar Si Mahmoud Saadi y, entre narguile y narguile, debatía sobre teología o poesía y empezaba a trabajar en una novela romántica por entregas titulada Trimardeur.

Varias ediciones recientes de las obras de Isabelle/Imagen: Valérie Barkowski

Cuando Augustin fue expulsado del ejército le acompañó a Suiza para encontrar un drama familiar: su hermano Vladimir se había suicidado y su padre, con un cáncer en la garganta, falleció poco después; hay quien apunta que se suicidó o que ella le asistió en eutanasia. Era el final definitivo de la vida en Europa -o eso pensaba-, sólo dulcificada por un amor efímero con un diplomático armenio al que conocía desde adolescente y que se terminó cuando le destinaron a Estocolmo.

Ya sin ataduras, regresó a África y se zambulló de lleno en su alter ego masculino. Cuando agotó el dinero tuvo que retornar al viejo continente para vender su casa y solventar los problemas de herencia que había con la esposa original de Trophimowsky. Fue entonces cuando un amigo le sugirió dirigirse a París y ser escritora. Lo intentó sin éxito pero a cambio se le abrió la puerta a una insospechada aventura: la Marquesa de Morés quería averiguar la identidad de los tuareg que habían asesinado a su marido para llevarlos ante la justicia y contrató a Isabelle para que los buscara.

Así, viajó al Sáhara en el verano de 1900. Sin embargo, los obstáculos que pusieron las autoridades y el poco interés que ella misma aplicó a su misión hicieron que la frustrada marquesa dejara de enviarle dinero. Siguió viviendo en plan nómada hasta establecerse junto a un soldado argelino del que se enamoró, Sliméne Mahmi, levantando un escándalo entre los franceses al mostrarse públicamente de su brazo. Fue él quien la puso en contacto con los Quadriya, una orden sufí en la que se inició, lo que llevó a los galos a deducir que, en efecto, aquella alocada mujer era una espía.

Isabelle con diecisiete años, en otra foto de Louis David/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Pasó así de ser considerada una simple excéntrica a una sospechosa de agitación. Las autoridades destinaron a su novio a otro sitio para alejarla pero ella se quedó sin sospechar hasta qué punto levantaba odios. Tuvo ocasión de comprobarlo en enero de 1901 cuando acudió a Si Lachmi, un morabito, para pedirle ayuda económica: mientras esperaba fue atacada a sablazos por un hombre que dijo actuar en nombre de Dios. Hubo quien acusó al santón de instigar el atentado, ya que ella había sido su amante tiempo atrás, pero Isabelle, que recibió una herida leve en la cabeza y otra muy grave en un brazo, siempre creyó que aquello fue instigado por los franceses.

En cualquier caso, tras unas semanas en el hospital se reunió con su soldado pero, hartas de su incómoda presencia, las autoridades les denegaron el permiso para casarse y a ella la expulsaron de África. Tuvo que irse a vivir a Marsella, con Augustin y su esposa, si bien debió personarse en Argelia para el juicio contra su agresor, al que perdonó al ver que mostraba arrepentimiento y eso hizo que se salvara de la guillotina, a cambio de cadena perpetua. Luego volvió a Francia, tarbajando como operario portuario junto a su hermano disfrazada de hombre porque estaban en la miseria.

Isabelle enfermó e intentó suicidarse -algo que repetiría varias veces a lo largo de su vida- pero mientras la vida seguía y ella continuaba su novela. Fue entonces cuando conoció al dramaturgo Eugène Brieux, con quien coincidía en su postura anticolonial, que le pagó por varias de sus historias, aunque luego no encontró un editor que quisiera publicarlas. No obstante, hubo un pequeño atisbo de felicidad al ser destinado Mehmi a una guarnición cercana a la costa, lo que permitió que por fin contrajeran matrimonio en octubre de 1901 y, una vez licenciado él, se les autorizara establecerse en Bône primero y en Argel después.

Otras dos fotos características/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Como finalmente se resolvió el pleito por las propiedades de Trophimowsky sin que quedase nada, Isabelle empezó a escribir para el diario Al-Akhbar, publicando además las primeras entregas de Trimardeur. No cobraba mucho pero así compensaba el exiguo dinero que aportaba su marido como intérprete del ejército; la contrapartida fue que volvió a ponerse en el punto de mira de la opinión pública, especialmente después de que retomara sus ropajes de hombre, desapareciera durante semanas en el desierto para entrevistar a las tribus beduinas y frecuentara las visitas a otro santón sufí.

Lyautey años después, con uniforme de general/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Eso provocó el despido de Mehmi y eso les puso al borde de la ruina absoluta -ella no era buena administradora y todo lo gastaba en libros, regalos y tabaco-, de la que se libraron por la intercesión de algunos amigos. Uno de ellos fue Louis Hubert Lyautey, un oficial francés que años más tarde se haría famoso creando el Protectorado de Marruecos y llegaría a ser mariscal e incluso ministro. Pero de aquélla, año 1903, no era más que un militar al mando de Orán y partidario de una política de cooperación con la población nativa. Tras una entrevista para el periódico, Lyautey la contrató como enlace con los indígenas y, de paso, posiblemente también como espía.

Sólo que Isabelle ya estaba muy mermada de salud, en parte por la malaria y en parte por la sífilis. Tuvo que ser ingresada pero pidió el alta voluntaria, se reunió con su esposo y el 20 de octubre de 1904 se mudaron a una pequeña casa de adobe en Aïn Séfra… que al día siguiente fue arrastrada por una riada generada por una súbita tormenta. Mehmi pudo salir a nado pero ella desapareció bajo las aguas y su cadáver no apareció hasta que bajó el nivel, aplastado bajo una viga.

La tumba de Isabelle en Ain Sefra/Imagen: GoodReads

Hubo especulaciones sobre si aprovechó la ocasión para quitarse la vida pero es imposible saberlo. Lyautey pagó el entierro in situ de aquella joven -sólo tenía veintisiete años- en cuya lápida se pusieron tanto el nombre europeo como el musulmán. El director de Al Akhbar, que había entablado cierta amistad con su fallecida empleada, se encargó de publicar los manuscritos que ésta había dejado; el primero de ellos, Dans l’Ombre Chaude de l’Islam (En la cálida sombra del Islam) fue un éxito de crítica y situó el nombre de Isabelle Eberhardt en la Historia y la Literatura.

JORGE ALVAREZ                                 La Brújula Verde

Fuentes: Los diarios de una nómada apasionada (Isabelle Eberhardt)/Cuatro mujeres imprescindibles (Renata Durán)/Grandes aventureras 1850-1950 (Alexandra Lapierre y Chrystel Mouchard)/Isabelle Eberhardt and North Africa. Nomadism as a carnivalesque mirage (Lynda Chouiten)/Wikipedia

LA MARAVILLOSA HISTORIA DE LAS ISLAS FANTASMA QUE TUVIERON QUE SER BORRADAS DEL MAPA

«The Un-Discovered Islands», de Malachy Tallack e ilustraciones de Katie Scott; publicado por Polygon.

DALIA VENTURA   «Cuando miramos al cielo imaginamos dioses. Cuando miramos al océano imaginamos islas«.

Así empieza el autor Malachy Tallack su maravilloso libro «The Un-Discovered Islands» o «Islas des-conocidas«, ilustrado por Katie Scott, en el que habla de dos docenas de islas que alguna vez se creyó que eran reales.

Y es que, según Tallack, «desde que la gente empezó a crear historias, ha estado inventando islas«.

Algunas son parte de leyendas, como Avalón, donde yace sepultado el Rey Arturo, aquel de la mesa redonda, pero otras son sorprendentemente más «reales», tanto que alcanzaron a aparecer en mapas digitales.

Tallack dividió su archipiélago de islas ‘des-cubiertas’ en seis grupos y le pedimos que escogiera una de cada grupo y que nos contara por qué lo cautivó especialmente.

Ilustración de Katie Scott; cortesía de la editorial Polygon.

Las islas de vida y muerte

En este grupo, el autor habla de lugares míticos, confinados al mundo de los relatos, aunque no por ello dejen de ser reales.

«Estas islas míticas existieron en todo el mundo como parte de diferentes culturas, pero Hufaidh me llamó la atención particularmente porque es una isla que fue parte de la cultura de un pueblo hasta hace poco; la gente seguía hablando y pensando en ella hasta la segunda mitad del siglo XX«, dijo Tallack.

Efectivamente, uno de los árabes de las marismas le dijo al explorador Wilfred Thesiger —en una de sus visitas en los años 50— que «Hufaidh es una isla que está allá, en algún lugar. En ella hay palacios y palmeras y jardines de granadas, y los búfalos son más grandes que los nuestros. Pero nadie sabe exactamente dónde es».

Ese «allá» es la confluencia de los ríos Tigris y Éufrates, la cuna de la civilización moderna, donde alguna vez estuvo el humedal más grande de Euroasia occidental.

Solía ser parte de Mesopotamia, ahora el sur de Irak.

«¿Nadie la ha visto?», preguntó Thesiger.

«Sí, pero quienquiera que vea Hufaidh queda embrujado y después nadie puede entender sus palabras», le respondieron sus anfitriones, los habitantes de las marismas, y explicaron que aunque buscara, no podría encontrar la isla pues los jinn (seres sobrenaturales) la podían hacer desaparecer.

No obstante, no había duda alguna de que existía. Pero ya no.

Desde finales de 1980 se aceleró el drenaje de los pantanos. Inicialmente había empezado para ganar tierras para la agricultura y explotación de petróleo, pero durante la presidencia de Saddam Hussein la razón fue otra: desalojar a los árabes de las marismas, por ser musulmanes chiitas.

Para 2003 solo quedaba el 10% de su tamaño original.

«Es fascinante la manera en la que Hufaidh se vio enredada en la política, pues dependía de la existencia de las marismas de Mesopotamia pero cuando Saddam Hussein los secó, de cierta manera le puso fin a esa cultura», apunta Tallack.

Ilustración de Katie Scott; cortesía de la editorial Polygon.

Los pioneros

Cuando pocos conocían el mundo más allá de sus costas, los primeros navegantes del Atlántico y el Pacífico, hallaron islas que a veces no estaban ahí.

Una de ellas le es tremendamente familiar a Tallack.

«Thule es la isla que he conocido por más tiempo, por su conexión con las Islas Shetland, donde crecí. Además tiene un vínculo muy específico con la obra de Tácito, que está mencionado en una placa a la entrada de mi escuela».

En la placa decía: «Dispecta est Thule«, que significa «Thule fue vista» y fueron unas palabras escritas por el historiador romano Tácito, cuyo suegro, Agrícola, fue gobernador de Gran Bretaña a finales del siglo I.

Cuando navegó en dirección norte desde Escocia, vio en el horizonte las islas Shetland —el extremo septentrional del mar del Norte— y creyó que había visto Thule, una isla que había mencionado el explorador griego Piteas tras sus viajes en 330 a.C., cuando para los mediterráneos Gran Bretaña «era una tierra oscura y potencialmente peligrosa, al borde del mundo de los humanos».

Nadie sabía dónde quedaba exactamente, pues aunque Piteas dijo que la había encontrado tras navegar seis días, no especificó en qué dirección.

Sin embargo, se instaló en la mente colectiva no solo como un lugar físico en las aguas heladas cercanas al polo del planeta.

«El legado de su viaje (el de Piteas) no ha sido el descubrimiento de una isla —escribe Tallack en el libro—, ha sido la creación de un espacio: un hueco misterioso e insondable en el que, por dos milenios o más, se han vertido los sueños del norte».

«Me gusta Thule porque es un lugar que se convirtió en una idea: la idea de norteño, del sitio más lejano, y ese desarrollo es fascinante», le dijo a BBC Mundo.

Volviendo al libro: «Aunque el deseo de borrar la incertidumbre la ha borrado del mapa, Thule sigue existiendo en la cartografía de la mente«.

Ilustración de Katie Scott; cortesía de la editorial Polygon.

La era de la exploración

Lo que le llama la atención a Tallack de Las Auroras, tres islas ubicadas entre las Falklands/Malvinas y Georgia del Sur o Isla San Pedro, es que «la mayoría de las islas des-cubiertas fueron resultado de errores de un capitán o la tripulación de un barco que creyó haber visto algo —por mal tiempo o algo así—. La isla entonces se marcaba en un mapa del que luego hubo que borrarla».

«Sin embargo, en el caso de Las Auroras su misterio permanece«.

Esto porque «mucha gente vio Las Auroras, varios buques, incluso barcos que contaban con sistemas avanzados de navegación y de cartografía náutica de la época».

El primer registro conocido de su ubicación data de 1762, por un buque ballenero llamado Aurora, de donde viene su nombre. El mismo buque reportó haberlas visto una década más tarde y en medio de sus dos avistamientos, el San Miguel confirmó su existencia en 1767.

Las vieron una cuarta vez en 1779, dos veces en 1790, y en 1796 el barco español de investigación La Atrevida, que contaba con los mejores marineros y científicos y los equipos más avanzados, fue enviado especialmente a localizarlas e inspeccionarlas… y cumplió su cometido.

La bitácora de La Atrevida describe físicamente cada una de las tres islas y sus ubicaciones fueron chequeadas usando cronómetros probados.

No extraña entonces que desde finales del siglo XVIII las cartas náuticas las mostraran y que los marineros evitaran el área para evitar chocarse con ellas.

Pero desde un momento en el siglo XIX, nadie más las volvió a ver, por más que fueron a buscarlas.

Hasta el día de hoy «nadie ha podido dar una explicación satisfactoria de la aparición ni de la desaparición de Las Auroras… unas de las islas fantasma más inexplicables«, subraya Tallack.

«¿Por qué tanta gente se equivocó?, porque parece que sí se equivocaron, pues nunca existieron».

Ilustración de Katie Scott; cortesía de la editorial Polygon.

Las islas sumergidas

Aunque Atlantis no es estrictamente una isla que fue descubierta —precisa Tallack—, no slo la incluyó en su libro sino que la escogió entre las del grupo de las que supuestamente existían en las profundidades.

«Atlantis es la isla de este tipo que todo el mundo conoce y, de cierta manera, se convirtió en el modelo de otras islas misteriosas», le explicó a BBC Mundo.

«Además sigue siendo una isla de la cual se habla y se piensa, a pesar del hecho de que es una isla ficticia inventada por Platón«.

«Todavía hoy hay gente que rechaza esa explicación y cree que fue real en algún momento», agregó.

Y, por eso, nos explicó «Atlantis realmente ejemplifica el hecho de que estas islas realmente cautivan la imaginación».

Ilustración de Katie Scott

Las islas fraudulentas

Entre las islas inventadas por bromistas y embusteros, Tallack resaltó la Isla Phelipeaux.

«Como Hufaidh, la Isla Phelipeaux terminó envuelta en eventos políticos».

«Está nombrada en el Tratado de París como parte de la frontera de un nuevo país llamado Estados Unidos«.

El mapa usado para trazar las fronteras entre las colonias británicas en Canadá y el nuevo país después de la guerra de Independencia que terminó en 1783, conocido como el Mapa de Mitchell, era lo mejor que se tenía en la época.

Pero tenía unos errores. Y cuando Reino Unido y EE.UU. se volvieron a enfrentar 30 años más tarde, se hizo evidente que había que trazar las fronteras con más claridad.

Cuando los peritos fueron al área más complicada en el norte, encontraron varios problemas, y uno de los más desconcertantes fue que no hallaron la isla Phelipeaux por ningún lado.

Pero, ¿quién y por qué se la había inventado?

El culpable de ese fraude cartográfico había dejado huellas: al explorar el área encontraron que no era una sino cuatro las islas inventadas, y sus nombres lo delataron.

Phelipeaux (o Phelypeaux) era el apellido de Jean-Frédéric, el secretario de Estado de Asuntos Marítimos de Francia de la década de 1720 a la de 1740. Era además conde de Pontchartrain y Maurepas (nombres de dos de las otras de las islas falsas) y el santo patrón de su familia era Ana (la cuarta isla se llamaba Santa Ana).

«Era un invento de un sacerdote explorador y estaba tratando de conseguir dinero de un rico patrocinador», señaló Tallack, en conversación con BBC Mundo.

No era raro que se usaran nombres de patrocinadores en sitios geográficos para adularlos y el inventor de islas, Pierre François Xavier de Charlevoiz, un sacerdote jesuita, ciertamente no dejó que el detalle de su inexistencia se convirtiera en un obstáculo.

El 22 de noviembre de 2012, la página web de la BBC tenía una noticia anunciando que se había comprobado que la isla Sandy del Pacífico Sur no existía: «Los cartógrafos de todo el mundo se apresuran a borrar a la isla Sandy para siempre», comentaba.

Los des-conocimientos recientes

Entre los des-descubrimientos realizados durante los siglos XX y XXI, a Malachy Tallack le gusta especialmente uno, pues alberga la esperanza de que la tecnología no haya terminado para siempre con la posibilidad de que sigamos descubriendo islas inexistentes.

«La isla Sandy es la más reciente y, en algunos aspectos, la más extraordinaria de todas estas islas porque sobrevivió a la digitalización de la cartografía.

Estuvo en Google Maps, Google Earth y todos los otros sistemas que usamos para navegar alrededor del mundo.

Para mí es enormemente atractiva la idea de que un error pueda pasar por ese proceso y pueda sobrevivir todo ese tiempo.

Potencialmente, todavía hay lugar para un poco de ese misterio en nuestros mapas«.

«The Un-Discovered Islands» o «Islas des-conocidas», de Malachy Tallack e ilustraciones de Katie Scott; publicado por Polygon en inglés y la Editorial GeoPlaneta en español.

DALIA VENTURA    BBCMundo

PARANTROPOLOGÍA: EXPERIMENTANDO EL PODER DE LA TRIBU

ANTROPOLOGÍA Y PARAPSICOLOGIA

JUAN JOSÉ SÁNCHEZ ORO     Precognición, telepatía, la acción de la mente sobre la materia, apariciones extraordinarias… ocurren en pueblos preindustriales y culturas exóticas ante los ojos de antropólogos que fueron hasta allí interesados por otras cuestiones. Desconcertados por los sucesos anómalos que vivieron, estos investigadores de la condición humana decidieron anotarlos en sus cuadernos de campo. Un puñado de historias insólitas que surgen justo allí donde menos se las espera.

La antropología aspira a desentrañar las claves de la condición humana. Para ello, sus investigadores se miran en el espejo de otras culturas, en ocasiones, muy exóticas. Recopilan datos preguntando a informantes acerca de sus usos, costumbres y creencias, o bien, directamente efectuando la denominada “observación participante”. Es decir, introducirse y convivir durante un largo período de tiempo dentro de una comunidad con el propósito de recabar, de primera mano, todos los datos necesarios. Durante esa inmersión en la vida cotidiana de otras gentes, el antropólogo suele suspender el juicio de aquello que observa. Actúa como una suerte de frío y distante notario de la realidad que pasa ante sus ojos. También, parece inevitable caer en una cierta superioridad intelectual. Al fin y al cabo, aspira a explicar aspectos y comportamientos de la comunidad, cuyo sentido, los propios miembros que la componen ignoran por qué los hacen o los creen.
Sin embargo, el antropólogo también es humano y su aplomo científico, en ocasiones, se ve sacudido por sucesos que desafían su intelecto. En muchos cuadernos de campo y publicaciones etnográficas asoman un puñado de experiencias extraordinarias donde los testigos de anomalías son, precisamente, aquellos que estaban llamados a explicarlas. Un conjunto de sucesos raros que descolocó la mente de los más ilustres y afamados investigadores de los pueblos y etnias preindustriales.

Telepatía amazónica

En 2003 murió uno de los mejores reporteros de la revista National Geographic. Se llamaba Loren McIntyre, un fotógrafo y ex oficial de la marina que gustaba calificarse a sí mismo como un “yonkie de la exploración”. Entre sus principales gestas periodísticas destacó el haber accedido a las fuentes más recónditas del Amazonas el año 1971. Pero, antes de rubricar tan espectacular reportaje, vivió una extrañísima aventura que durante mucho tiempo apenas confió a sus más íntimos amigos. Una peripecia de la que rara vez solía hablar.
A finales de los años sesenta, McIntyre marchó a Brasil en busca de una comunidad indígena no contactada perteneciente a la etnia de los mayoruna. Los indicios acerca de su ubicación le habían sido facilitados por un piloto de avioneta que divisó un posible enclave de la tribu en un claro de la selva. El reportero acudió a las proximidades de ese lugar en un hidroavión que le dejó a un guía indio y a él junto al río Javari sobre la frontera entre Perú y Brasil.

Pero desde el primer momento, las cosas comenzaron a torcerse. Su guía nativo contrajo la malaria y el piloto accedió a trasladarlo en el hidroavión al hospital más cercano bajo la promesa de regresar a por McIntyre al cabo de dos días. Este aprovecharía tan escaso lapso tiempo para intentar trabar contacto con los mayoruna. Sin embargo, también este plan se vino abajo. A la mañana siguiente, el reportero fue abordado por cuatro cazadores de monos que vestían la indumentaria tradicional mayoruna. Para ganarse su confianza, McIntyre les obsequió con telas y espejos y aprovechó el encuentro para ir tras ellos por mitad de la selva. No tardó mucho tiempo en advertir que, conforme se alejaba del río, estaba perdiendo su camino de vuelta, así que nunca más volvió a tomar el hidroavión y pasó a convivir con esa desconocida tribu durante dos meses.
Los mayoruma, apodados “gentes del gato”, se creían descendientes de los jaguares y perforaban sus labios y mejillas con finas púas a imitación de los bigotes de tales felinos. Eran expertos cazadores de monos, no practicaban la agricultura pero sí la guerra. De hecho, confeccionaban collares con huesos humanos y empleaban los cráneos de los vencidos a modo de copas para beber. El panorama para el periodista estaba muy lejos de ser halagüeño porque, en ausencia de su guía indio, no tenía manera de entenderse con ellos. Además, extravió todas sus posesiones occidentales. Los indios quemaron sus zapatillas deportivas y su reloj. Un mono destruyó su cámara y los rollos de película. Y, al llegar a un claro de la jungla, McIntyre se dio de bruces con un macabro hallazgo: varios cuerpos humanos devorados por hormigas y alguno todavía con una flecha clavada en el pecho.
A pesar de tanta contrariedad, el desubicado periodista logró ser aceptado por la comunidad indígena aunque no por todos sus miembros. Un guerrero, al que el reportero denominó “Mejillas Rojas” por la pintura con la que maquillaba su cara, se mostró especialmente hostil. De hecho, una noche, Mejillas Rojas llevó al forastero a un punto apartado del poblado para hacerle partícipe de una simulación de caza con antorchas. Cuando ambos alcanzaron un rincón solitario, el guerrero mayoruna empujó a McIntyre contra unos espinos, abandonándolo a su suerte para dejarlo morir.
Sin embargo, dos días después, mientras su cuerpo empezaba a ser devorado por infinidad de insectos, el reportero consiguió ser rescatado por la facción más hospitalaria de la comunidad. Al regresar a la aldea, topó con el cadáver de Mejillas Rojas que había sido colocado en un sitio prominente, a la vista de todo el mundo, para escarmiento y ejemplo general.
Desde ese momento, la vida fue más fácil para McIntyre, pero también mucho más extraña. El líder del grupo era un venerable anciano al que el periodista apodó “Lapa” por su piel arrugada. Y, aunque el forastero no compartía ningún lenguaje común con él, consiguió comunicarse por un procedimiento absolutamente insólito: sin palabras, a través del pensamiento; mediante un fenómeno que McIntyre bautizó como “radiación”. Gracias a esta telepatía con el jefe, el reportero logró hacerse entender y, también, a “escuchar” al jefe mayoruna. Fue así como averiguó por qué se desplazaban por la selva de un extremo a otro, levantando frecuentemente el campamento sin razón aparente. La tribu estaba realizando un viaje espiritual, guiado por Lapa, quien deseaba reconectar con el «principio de los tiempos». Una época dorada y mítica fuera del alcance de cualquier civilización invasora donde la vida trascurría de manera más sencilla y había menos miedo en el mundo.
McIntyre también aprendió que esa habilidad para comunicarse sin abrir la boca era el “otro idioma” que manejaban únicamente los más ancianos. Bastaba con que se sentara al lado de uno de ellos para “oír” sus pensamientos. A veces, los mensajes le llegaban bajo la confusa sensación de acceder al fondo de un indescifrable “zumbido” en el cual se manifestaba toda la actividad mental de la tribu.
Pero la aventura con los mayoruna tuvo un punto y final. Llegada la temporada de lluvias, McIntyre aprovechó para hacer una dramática huida río abajo a bordo de una rudimentaria balsa. Una vez en el mundo moderno prefirió no contar nada de sus experiencias telepáticas. «Yo mismo no estaba seguro si realmente había sucedido o no», dijo al diario Seattle Times en los años 90. “Las alucinaciones son algo que les pasa a muchos exploradores y a todos los escaladores de montaña».
Pero la duda siempre quedó flotando sobre su mente. Posteriormente tuvo encuentros con más de 30 tribus en el ejercicio de su labor profesional y jamás vivió un fenómeno de “radiación” siquiera parecido. Dudando de sus propios recuerdos, rastreó en 1977 lo que quedaba de la tribu mayoruna. Una parte de la comunidad se había movido más al interior de la selva, mientras que otra facción se había trasladado fuera de ella en Brasil. Fue así como el reportero coincidió y reconoció a uno de los hombres de la comunidad con la que convivió durante dos meses. Le abordó y preguntó directamente si el «viejo lenguaje», la radiación, se seguía utilizando. «Sí, se fala» [«Sí, se habla»], respondió el indígena en portugués.
La historia de Loren McIntyre fue recopilada y dada a conocer por Petru Popescu en el libro Amazon Beaming del año 1991[1] y también ha inspirado una obra de teatro titulada “The Encounter”, adaptada por Simon McBurney.

Las cenizas adivinatorias zulúes

A finales del siglo XIX, D. Leslie penetró en territorio zulú en busca de sus cazadores kafari. Siguió determinadas pistas que le habían facilitado algunos informantes, pero al alcanzar el lugar del posible encuentro no había nadie. Decepcionado y frustrado, uno de sus criados le aconsejó consultar a un vidente a lo que Leslie accedió. El hechicero zulú conocía el secreto arte de “abrir las puertas de la distancia” y para ello prendió ocho fuegos pequeños, tantos como los cazadores que buscaba el explorador. La ceremonia comenzó arrojando a las llamas dos objetos: unas raíces que desprendían desagradable olor y una piedra por cada hoguera. Después, el oficiante tomó una medicina que le indujo un trance muy violento y convulsivo durante diez minutos.
A continuación, empezó la verdadera adivinación, según refirió Leslie en su obra Among the Zulú and Amatongos, publicada en 1875[2]: “Dio la impresión de despertarse, se dirigió a uno de los fuegos, removió las cenizas, miró con atención el guijarro, describió fielmente al hombre y dijo: ‘Este hombre murió de fiebre y tu fusil se ha perdido’. Luego, se situó ante el segundo fuego: ‘Este hombre (correctamente descrito) ha matado cuatro elefantes’ y pasó a describir sus colmillos. Fue luego ante el tercer fuego: ‘Este hombre (tras describirlo también) ha sido muerto por un elefante, pero tu fusil volverá a casa’, y así con el resto, con descripciones minuciosas y correctas de los hombres y con la indicación de su éxito o su fracaso”. Precisa Leslie en su estudio que también le comunicó el hechicero dónde estaban los supervivientes y que regresarían al cabo de tres meses aunque no por el itinerario esperado. Remata la exposición el etnógrafo diciendo: “Estas informaciones, de las que tomé diligente nota, más tarde, para mi gran estupor, se revelaron exactas en todos sus detalles. Que este hombre hubiera podido obtener esa información de los cazadores por vía normal era poco probable: se encontraban diseminados por una región a unas doscientas millas de nosotros”.

El espejo mágico de los pigmeos

El misionero católico y etnógrafo Henri Trilles publicó un trabajo de referencia en 1932 titulado Les Pygmées de la forét équatorial. Durante 15 años recorrió Gabón explorando y conviviendo con los míticos pigmeos. En la citada obra, el sacerdote francés recopiló sistemáticamente aquellas exóticas costumbres, vida cotidiana y creencias que luego difundió en charlas universitarias y publicaciones académicas. Una vez más, entre las páginas de este voluminoso estudio asoman un puñado de sucesos prodigiosos que desconcertaron la mente del investigador.
Al padre Trilles le desapareció un objeto e, inmediatamente, un amable pigmeo acudió en su ayuda para identificar al posible causante del hurto. Lo curioso del caso es que aquel improvisado detective realizó la pesquisa con un espejo mágico[3]: “Poco después de unos encantamientos me declaró con aire decidido: ‘Veo a tu ladrón; es fulano – y me indicó a uno de los jóvenes que me habían acompañado-. Además, mira tú mismo’. Y, para mi gran asombro, vi reflejarse en el espejo los rasgos de mi ladrón. El hombre, enseguida interrogado, confesó que, en efecto, era culpable”.
No fue la única vez que el padre Trilles contempló hechos de difícil explicación para él efectuados con un espejo mágico[4]: “Un día yo conversaba con un hechicero pigmeo. Mis hombres, con sus piraguas, debían alcanzarme para traerme provisiones. Incidentalmente hablé a mi hombre de esto, preguntándole: ‘¿Estarán todavía muy lejos? ¿Me traerán lo que les he pedido?’. ‘Decírtelo es facilísimo.’ Tomó su espejo mágico, se concentró, pronunció unos encantamientos. Después: ‘En este momento los hombres están doblando tal punto del río (estaba a más de un día de piragua), el más alto acaba de disparar con la escopeta a un gran pájaro; lo ha abatido; los hombres reman enérgicamente para alcanzarlo; ha caído al agua. Lo han agarrado. Te traen lo que les has pedido’”. No cabía duda de que el hechicero empleaba aquel espejo mágico como si se tratara de la pantalla de un televisor transmitiendo una remota señal en directo. Trilles verificó las apreciaciones del pigmeo y anotó en su estudio: “En efecto, todo era verdad: provisiones, disparo, ave abatida; y estaba, lo repetimos, a un día de distancia del lugar”.El rudimentario espejo de los pigmeos siguió asombrando a Trilles, quien describió en su libro alguna otra de sus funcionalidades extraordinarias. Además de identificar malhechores o visualizar sucesos a increíbles distancias, cuenta el sacerdote que aquel objeto mágico era utilizado para traducir idiomas desconocidos[5]: “En uno de los viajes que hicimos con monseñor Le Roy, el hechicero de la aldea donde llegamos por la noche nos describió con suma exactitud el camino que habíamos recorrido, lo que habíamos comido y hasta las conversaciones mantenidas. Uno de los detalles de nuestra conversación era particularmente típico. Habíamos encontrado una pequeña tortuga. ‘Puede servir para la cena de esta noche’, me dijo monseñor Le Roy, y yo añadí riendo, ya que teníamos mucha hambre: ‘Si hace falta, agregaremos la cabeza del guía’. Hablábamos en francés, idioma del que el hechicero no entendía una palabra, y sin embargo, sin moverse de su aldea, en presencia de todos, él nos había ‘visto’ en su espejo mágico ¡y nos repetía lo que habíamos dicho!”.
En otras ocasiones, la adivinación se efectuaba sin la mediación de ningún objeto prodigioso[6]: “poco a poco el hechicero se exalta; cantando, gira con rapidez sobre sí mismo, se curva en forma de arco, la cabeza echada hacia atrás toca el suelo golpeándolo con violencia. Después brinca ininterrumpidamente: sumido en un estado psíquico intermedio entre lo consciente y el trance”. Bajo esas condiciones el brujo pigmeo describe al consultante qué suerte correrá durante la caza de elefantes que “es representada mímicamente con una precisión extraordinaria: el hechicero ve. Se lanzan las azagayas: el hechicero ha designado al cazador, muestra al que huye, al que ataca, al que es atacado por el animal agonizante, dilacerado, ya no hay nada que hacer. Luego muestra a los vencedores y los vencidos de esta caza siempre peligrosa”. El padre Trilles no puede disimular su fascinación al terminar subrayando que: “algo de lo más extraño – he podido constatarlo-, esta visión a distancia del futuro se realiza hasta en los más mínimos detalles: no sólo el lugar de la caza, no sólo los hombres muertos o heridos y el número de los elefantes matados, sino también el número de los colmillos [capturados]. ¡Todo es exacto!”. En la sesión adivinatoria de la que Trilles fue testigo “el clan supo con satisfacción que se matarían ocho elefantes, de los cuales cinco serían machos y un solo cazador encontraría la muerte”. Pues bien, “lo que luego encontré más sorprendente es que las predicciones del mago se cumplieron exactamente”.
El reiterado contacto del padre Trilles con los pigmeos le deparó la contemplación de otro episodio extraordinario: el ritual en el que los magos más ancianos aceptaban a nuevos discípulos para transmitirles su saber[7]. Los neófitos se sentaban en el extremo de la tabla de un balancín. Bajo la otra punta del rudimentario columpio se ubicaba el hechicero con los brazos estirados. Entonces, los neófitos procedían a impulsarse y elevarse, pero cuando el extremo opuesto iba a golpear la cabeza del viejo brujo, una suerte de fuerza invisible lo impedía. El hechicero detenía el movimiento de la tabla y conseguía equilibrar el balancín sin tocarlo, sin que hubiera ningún peso en el otro extremo. Tan solo apuntando con las palmas de sus manos en dirección a ese lado del columpio. El rito dejaba exhausto al veterano brujo que perdía el conocimiento, caía bruscamente al suelo y era alejado de la ceremonia por los compañeros para reanimarlo.

Sueños premonitorios en tierra de fuego

Los fueguinos son una etnia de cazadores-recolectores y pescadores que habita en los archipiélagos más meridionales de Chile y Argentina. El sacerdote y etnólogo alemán Martin Gusinde convivió con ellos durante muchos años a principios del siglo XX, justo en un momento en que dicha comunidad era considerada una raza inferior y objeto de exterminio por el hombre blanco. La monumental obra etnográfica publicada en tres gruesos tomos por Gusinde el año 1937 contribuyó a eliminar todos esos prejuicios, denunciar las matanzas y dar valor a la cultura de los fueguinos.

Pues bien, cita el misionero alemán en su estudio una premonición de la que fue testigo y que protagonizó una mujer de la etnia yamana[8]: “El 26 de julio de 1923 Nelly me contó afligida que la noche anterior había soñado cosas muy feas: ‘De Mejillones (Isla Navarino) vinieron aquí (a Punta Remolino) algunas familias y me han contado que en aquel lugar reina un luto general. Hoy seguramente arribará alguien de allá y podremos saber quién ha muerto. Después de este sueño me he desvelado y ya no he podido dormir’”. Cuenta Gusinde que trató de tranquilizarla y convencerla de que las pesadillas no servían para hacer vaticinios. Sin embargo, durante varios días no se recibieron noticias de Mejillones y comenzaron a sospechar que algo extraño había pasado allí. Finalmente, “para nuestra gran sorpresa, Alejandro llegó a Punta Remolino y enseguida contó: ‘La noche pasada murieron allá dos mujeres entre nosotros. Anita, mujer de Willer y Sara, mujer de Masemikens. El propio Masemikens y la vieja Emilia están seriamente enfermos y sucumbirán pronto’”.

Desmaterializaciones ilusiorias

El antropólogo y lingüista ruso Vladimir Bogoraz recoge en su obra de 1910 Chukchee Mythology que las chamanas de esta comunidad autóctona de la península de Chukchee junto al Océano Ártico realizaban prodigios
en público con absoluta naturalidad. En una ocasión, una chamana entró en trance después de atraer a ciertos espíritus[9]. Luego, colocó una gran piedra redonda sobre su tambor. La mujer comenzó a apretarla como si la exprimiera y de su interior cayeron infinidad de piedras que se fueron apilando sobre el suelo durante cinco minutos. Durante dicha acción, la piedra redonda no experimentó ningún cambio.
Permaneció intacta y lisa. Apunta Bogaraz que “yo estaba sentado muy cerca de la prestidigitadora, y no logré descubrir de dónde provenían estas piedras. Además, toda la parte superior de su cuerpo estaba completamente desnudo y accesible a la inspección. Al cabo de unos momentos pedí de pronto a la chamana que repitiera el truco, para tratar de sorprenderla despre-
venida, pero enseguida tomó la piedra y de nuevo hizo brotar de ella un flujo de pequeñas piedras, aunque de mayores proporciones que las anteriores”.
Bogaraz nunca dio credibilidad a aquellos efectos anómalos aunque no detectara la manera en que se llevaban a cabo. Para él, “todas estas cosas sucedieron muchas veces en mi presencia” y “todos estos trucos se parecen de manera extraordinaria a los hechos de las modernas sesiones espiritistas, y sin duda no pueden realizarse sin ayuda de asistentes humanos”.

La brujería voladora de los azande

Entre los azande del Sudán existía la creencia de que la brujería era una entidad dañina que residía dentro del cuerpo de cada brujo. Desde allí y una vez invocada mediante el ritual correspondiente, la brujería viajaba por el aire emitiendo una luz brillante hasta alcanzar el organismo de su víctima, especialmente, cuando ésta permanecía dormida. Así explicaban los azande que los brujos pudieran matar a kilómetros de distancia sin salir de sus chozas. La fatídica luz en cuestión recordaba al brillo nocturno de las luciérnagas, según le informaron repetidas veces los miembros de esta comunidad africana al prestigioso antropólogo Sir Edward E. Evans-Pritchard.
Este profesor de Oxford ha sido uno de los más influyentes y reconocidos investigadores de la condición humana del siglo XX. Convivió con los azande largo tiempo durante la preparación de su tesis doctoral en los años veinte y sus libros continúan siendo una lectura académica obligatoria para cualquier estudiante de antropología. Lo que quizás nunca anticipó Evans-Pritchard es que él mismo vería actuar a esa extraña y letal luminosidad flotante de la que tanto le advirtieron sus informantes.
En su célebre trabajo Brujería, oráculos y magia entre los azande, este investigador británico refiere lo siguiente[10]: “Solo una vez he visto la brujería de camino. Había estado sentado en mi choza hasta tarde, tomando notas. Alrededor de la media noche, antes de retirarme, cogí una lanza y salí a mi habitual paseo nocturno. Caminaba por el huerto a espaldas de mi choza, entre plátanos, cuando noté una luz brillante que pasaba por detrás de las chozas de mis sirvientes hacia el caserío de un hombre llamado Tupoi. Como parecía una investigación valiosa, seguí su paso hasta que una gran pantalla de hierba oscureció la visión. Pasé rápidamente al otro lado de mi choza para ver dónde iba la luz, pero no conseguí volver a verla. Sabía que sólo una persona, un miembro de mi casa, tenía una lámpara que pudiera dar una luz tan brillante, pero a la mañana siguiente me dijo que no había salido por la noche ni había utilizado su lámpara. No faltaron informadores dispuestos a decirme que lo que había visto era la brujería”.
Aquella inesperada visión luminosa hubiera quedado en mera anécdota si no hubiera sido porque Evans-Prichard recibió una noticia al día siguiente que le hizo recapacitar: “La misma mañana, murieron un viejo pariente de Tupoi y un morador de su casa. Este hecho explicaba por completo la luz que yo había visto. Nunca descubrí su verdadero origen, que posiblemente sería un manojo de hierbas encendido por alguien que saliera a defecar, pero la coincidencia de la dirección en que se movía la luz y el posterior fallecimiento cuadraba con las ideas de los azande”.

Protectores invisibles de santuarios mayas

Los aluxes son unos seres traviesos propios de la cultura tradicional maya. Se los considera unas criaturas invisibles que custodian celosamente tesoros, cuevas y santuarios por lo que hay que tratarlos con el debido respeto y no actuar a la ligera cuando se intuye su presencia. Recuerdan en su comportamiento y personalidad a nuestros duendes occidentales así que, en el Yucatán, se les atribuye popularmente toda clase de conductas y actos mágicos. Pues bien, uno de los investigadores europeos que se vio inmiscuido en este juego de creencias fue Miguel Rivera Dorado, arqueólogo y catedrático de Antropología Americana en la Universidad Complutense de Madrid. Rivera Dorado acostumbra a relatar una rara experiencia que vivió mientras excavaba la ciudad mesoamericana de Oxkintok entre 1986 y 1990.
Conforme manifestó en el programa de radio la Escóbula de la Brújula, emitido el 22 de abril de 2016, “Yo cuento lo que sucedió”. Y, efectivamente, el profesor lo hizo: “Excavando el Zaa Tun Zaat que es un edificio laberíntico, encontramos una cámara funeraria. Abrimos la cámara estando presente todo el equipo porque una tumba en el Zaa Tun Zaat podía corresponder a un rey y ser una tumba formidable. Una serie de personas del equipo empezaron a hacer fotos para tenerlo todo fotografiado y dibujado. Pues bueno, no salieron las fotografías. Y las cámaras de fotos que usaban flash porque estábamos en el interior de un laberinto oscuro, pues empezaron a dispararse solas. Las cámaras se disparaban solas, los flashes se disparaban solos… hacia el techo, hacia las paredes…. Las dejábamos en el suelo y se disparaban solas… En fin, cobraron vida. Y no había forma de hacer fotografías ni de retratar nada dentro del Zaa Tun Zaat que es un lugar –dicho sea entre paréntesis- que todavía usan los chamanes mayas para la iniciación. El caso es que cuando ya no sabíamos que hacer, uno de los trabajadores, el capataz, nos dijo que les ofreciéramos unos cigarrillos a los aluxes porque les gustaba mucho el tabaco. Incrédulos por supuesto y entre risas, procurando no herir la susceptibilidad de los duendes, dejamos unos cuantos cigarrillos y se acabaron los flashes. Terminó el lío aquel”.
Otro detalle llamativo del asunto ocurrió cuando este episodio trascendió a la opinión pública y desde la televisión de Mérida, en concreto el Canal 13, llamaron a Rivera Dorado y su equipo “para hacernos una entrevista sobre las excavaciones y yo le dije, ‘no quiero hablar de los aluxes’. Por supuesto, a los dos minutos ya estábamos hablando de los aluxes. Pues, cuando una colaboradora mía antropóloga y yo mencionábamos a los aluxes, todo el sistema de comunicación se caía. Cuando dejábamos de hablar de los aluxes, se recuperaba todo”.

Allí donde los muertos bailan

Uno de los casos más repetidos entre los antropólogos a la hora de ejemplificar una observación participante tuvo lugar entre el pueblo Sisala de Ghana y lo vivió, en primera persona, Bruce Grindal mientras preparaba su tesis doctoral. Grindal pertenecía al departamento de Antropología de la Universidad de Indiana y publicó su insólita experiencia el año 1983 en el prestigioso Journal of Anthropological Research[11].
El investigador norteamericano consiguió asistir a un funeral Sisala que se estaba celebrando a media noche en el interior de una vivienda. El cadáver permanecía sentado en posición vertical, con las piernas cruzadas sobre una piel de vaca mientras un conjunto de individuos le rodeaban, cantaban, bailaban y tocaban tambores. Al observar cómo los danzantes se acercaban y alejaban del muerto a la vez que golpeaban con sus azadas en el suelo, Grindal fue cayendo en un extraño estado sensorial: “Al principio pensé que mi mente estaba engañando a mis ojos, así que no puedo decir cuándo ocurrió la primera experiencia; pero comenzó con momentos de anticipación y terror, como si supiera que algo impensable iba a suceder. La anticipación me dejó sin aliento, jadeando aire. En la boca de mi estómago sentí una sensación de sacudidas y tensiones, que correspondía a momentos de mayor conciencia visual. Lo que vi en esos momentos estaba fuera del ámbito de la percepción normal”.
Fue entonces cuando el joven etnógrafo contempló cómo diferentes destellos de luz muy fugaces envolvían al cadáver y a los danzantes aunque no pudo determinar exactamente de dónde procedían. En su propio cuerpo, Grindal sintió un golpe seco como si le hubieran cortado y separado la cabeza de la columna vertebral, momento en el cual “una visión terrible y hermosa estalló sobre mí”. Las hebras de luz como chispas de fuego jugaban sobre el rostro, los dedos de las manos y de los pies del difunto. Pero lo más insólito estaba a punto de ocurrir: “El cadáver, sacudido por espasmos, se puso de pie, girando y bailando frenético”. Todo a su alrededor resplandecía y fluía poderoso como si “el mismo piso y las paredes del lugar hubieran cobrado vida, irradiando luz y poder, atrayendo a los bailarines en una dirección y luego en otra”. El propio fallecido continuó danzando y cogió unas baquetas para tocar los tambores sagrados. Concluye Grindal reseñando que “no puedo decir si lo que experimenté fue cuestión de minutos o incluso una hora. Tampoco puedo estar seguro de la secuencia de acontecimientos que presencié. Pero después de un tiempo el poder que había llenado el recinto comenzó a enfriarse”. Cuando Grindal regresó a su casa se acostó y disfrutó de un sueño muy profundo. A la mañana siguiente, “me sentí refrescado y comí un desayuno abundante”.

¿Parantropología?

¿Qué valor cabe dar a los precedentes relatos etnográficos? Como reflexión de fondo podría decirse que cada pueblo participa de un universo de creencias que no es considerado una pura fabulación o entelequia. Dichas creencias, por muy extravagantes que nos puedan parecer, están respaldadas por experiencias asumidas como reales para los integrantes de esa comunidad. Los informantes cuentan casos y viven hechos destinados a probar la veracidad de todo aquello en lo que creen. Y, algunas veces, los propios antropólogos son insospechados testigos de ese juego de autentificación empírica de las creencias.
Por supuesto, las etnias preindustriales son un mosaico de sensibilidades y diversidad. No transitan por el mundo obnubiladas como autómatas por su imaginario de creencias. Hay miembros escépticos y, también, creyentes exigentes que cambian de brujo cuando este equivoca un pronóstico, falla con un remedio o con un conjuro. Igualmente, el ilusionismo y la prestidigitación no es un invento occidental. Los trucos más sofisticados están a la orden del día entre muchos hechiceros y chamanes para fascinar a los incautos, engrandecer una reputación y aparentar estar en posesión de poderes infinitos.
Finalmente, hoy día, resulta complicado encontrar dentro de la literatura antropológica académica sucesos y arrebatos de sinceridad como los aquí reunidos. El investigador actual tiende a disciplinar su escritura y moderar las emociones cuando publica un estudio de campo. Sus experiencias anómalas, de haberlas, rara vez aparecerán negro sobre blanco en las publicaciones del gremio. Tan solo serán objeto de comentario curioso en reuniones informales entre colegas.
En cambio, dentro de la historia de la parapsicologíahubo algún tímido intento de establecer una parantropología. En el boletín Luce e ombra de 1981, razonaba Giovanni Iannuzzo[12]: “Las prácticas mágicas han sido ampliamente estudiadas por numerosas ciencias humanas. Historiadores, etnólogos, antropólogos, por no hablar de los psicólogos y psicoanalistas, han dedicado un esfuezo muy interesante al problema de la génesis de las prácticas mágicas y la persistencia de ellas en el mundo moderno. Modelos sociológicos muy elaborados, relacionados con las formas de pensamiento mágico y su impacto social también fueron realizados. Sin embargo, este tipo de investigación, y estos modelos se están demostrando en general totalmente insuficientes como propuestas interpretativas del fascinante secreto que es el ‘poder mágico’ […] El problema surge en este punto es ver si el secreto del ‘poder mágico’ de alguna manera puede ser revelada por la parapsicología […] Existe, pues, no sólo la posibilidad, sino también la necesidad de una convergencia entre la parapsicología y la antropología”.
Pero sin duda, eran otros tiempos. La parapsicología había cogido cierto vuelo de disciplina seria. Por aquellos años, varias universidades tenían cátedras de estudios paranormales y las principales revistas científicas publicaban algún que otro trabajo sobre la materia. Algunos antropólogos prestigiosos como, por ejemplo, Ernesto de Martino formaron parte activa de la Sociedad Metapsíquica Italiana y el célebre historiador del chamanismo en el mundo clásico, E. R. Dodds, escribió en 1971 “Supernormal Phenomena in Classical Antiquity”[13], coqueteando con la idea de que algunos prodigios descritos por los filósofos griegos podían responder perfectamente a auténticos fenómenos paranormales.
Sin embargo, esta es una página ya pasada, aunque todavía existe una revista que trata del asunto: paranthropology, fundada en 2010[74]. En su declaración de intenciones podemos leer que consiste en “una revista gratuita en línea dedicada a la promoción de los enfoques científico-sociales para el estudio de las experiencias paranormales, creencias y fenómenos en todas sus variadas formas. Pretende fomentar un diálogo interdisciplinario sobre lo paranormal, con el fin de ir más allá del punto muerto escéptico versus defensor en el que se ha asentado el debate actual, y para abrir nuevas vías de investigación y comprensión”. Un intento independiente por recuperar ese camino parantropológico que pudo haber sido y no fue.

JUAN JOSÉ SÁNCHEZ-ORO                          El Ojo Crítico nº 83

[1] Petru Popescu, Amazon Beaming, New York: Viking (Penguin), 1991
[2] Citado por Ernesto de Martino, El mundo mágico, Buenos Aires: Libros de la Araucaria, 2004, pp. 74-75
[3] Henri Trilles, Les Pygmées de la forét équatorial, París, 1932, p. 493
[4] Henri Trilles, Les Pygmées de la forét équatorial, París, 1932, p. 181
[5] Henri Trilles, Les Pygmées de la forét équatorial, París, 1932, p. 180
[6] Henri Trilles, Les Pygmées de la forét équatorial, París, 1932, p. 189 y ss.
[7] Citado por Ernesto de Martino, El mundo mágico, Buenos Aires: Libros de la Araucaria, 2004, pp. 97-99
[8] Citado por Ernesto de Martino, El mundo mágico, Buenos Aires: Libros de la Araucaria, 2004, pág. 126

[9] Vladimir Bogoraz, Chukchee Mythology, en Jesup North Pacific Expedition, Vol. 8, Pt. 3, Memoir, Leiden: American Museum of Natural History, 1910, pág. 438 y ss.
[10] Edward E. Evans-Pritchard, Brujería, oráculos y magia entre los azande, Barcelona: Anagrama, 1976, pp. 58-59
[11] Bruce T. Grindal , «Into the Heart of Sisala Experience: Witnessing Death Divination», Journal of Anthropological Research, 39/1 (Spring, 1983) pp. 60-80.
[12] Giovanni Iannuzzo, “Fenomeni Psi e pratiche magiche”, Luce e Ombra, 4 (octubre-diciembre 1981) pp. 334-357
[13] Proceedings of the Society for Psychical Research 55 (1971); reimpreso en Dodds, The Ancient Concept of Progress, Oxford: The Clarendon Press, 1988, pp. 156-210.
[14] http://paranthropologyjournal.weebly.com/free-pdf.html

BIBLIOTECA LIBERTALIA (junio 2017)

Una selección de libros, no necesariamente novedades, que me parecen interesantes y que, si puedo leer, en un futuro escribiré un artículo más extenso sobre ellos.

Si las editoriales están interesadas en enviar material o información para futuros artículos, reseñas o difusión pueden dirigirse a :
LIBERTALIADEHATALI, VICENTE MORALES, nº 7

28043 MADRID España

o a libertaliadehatali@yahoo.es

TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN. DECONSTRUYENDO UN MAGNICIDO: DALLAS 22/11/63  Javier García Sánchez

Este no es un ensayo convencional sobre “El Caso JFK”. Nunca lo pretendió. Más bien al contrario, en la segunda parte del texto se denuncia la falsedad de cierto número de ensayos convencionales acerca del tema, algunos de ellos muy reputados, si no intocables. Porque en Dallas, entre los días 22 y 24 de noviembre de 1963, exactamente desde las ejecuciones públicas de John Kennedy y su presunto asesino, Lee Oswald, tuvo lugar un complejo golpe de Estado desde dentro que afectaría no sólo a los EE.UU. sino al mundo entero, trastocando a peor el mapa geopolítico. Luego, durante tres lustros, por lo menos medio centenar de testigos fue liquidado a fin de ocultar una verdad que aún hoy se niega a nivel oficial. Dicho complot, coordinado por La Central de Inteligencia Americana, dejará tras de sí uno de los grandes misterios de la pasada centuria, aunque ahora podamos saber mucho más al respecto. En 2013, con motivo de los cincuenta años del magnicidio en Texas, iba a materializarse la última y definitiva ejecución de JFK, es decir su memoria. No digamos la de su presunto asesino. Libros, películas, documentales, reportajes, artículos de prensa: todos prácticamente al unísono en el mismo negocio de siempre. Nos mintieron hace medio siglo y continúan haciéndolo en la actualidad y, tanto entonces como hoy, ignorando la ingente cantidad de datos reveladores que nos dejó el caso. En el tortuoso camino hubo el Informe Warren y los Comités del Congreso y del Senado, pero sobre todo hubo toneladas de desinformación hábil y meticulosamente filtrada a lo largo del tiempo. Aquí será rebatida, sin concesiones. Por expresarlo a la manera spinozista, el objetivo fundamental de Teoría de la Conspiración es analizar hasta sus últimas consecuencias la presunta inocencia de Lee Harvey Oswald, de modo que ésta quede demostrada según el orden geométrico. Javier García Sánchez.

https://www.amazon.es/Teor%C3%ADa-conspiraci%C3%B3n-Deconstruyendo-magnicidio-Dallas/dp/8416259755

OVNIS LAS OPERACIONES SECRETAS DE LA CIA José Antonio Caravaca

Sinopsis:
¿Qué ocurriría si buena parte de los archivos de los investigadores OVNI fueran fruto de un gigantesco engaño? ¿Qué pasaría si algunos de los incidentes ufológicos más importantes de la historia fueran el resultado de una terrorífica experimentación clandestina? ¿Existe una gran operación de inteligencia para manipular el fenómeno OVNI desde sus inicios? ¿Es la CIA la responsable de algunas de las abducciones más célebres de la literatura ufológica?
Conoce la inquietante realidad que puede ocultarse tras los platillos volantes y que se ha silenciado hasta la fecha.

http://bibliotecadelmisterio.es/

http://caravaca.blogspot.com.es/2017/04/mi-nuevo-libro-ovnis-las-operaciones.html

LOS RIESGOS DE LA NANOTECNOLOGÍA
Marta Bermejo Bermejo y Pedro A. Serena Domingo

La aparición de la nanotecnología en cientos de materiales, dispositivos y productos cotidianos es imparable, alcanzando a todos los sectores productivos y mostrando su enorme potencial para mejorar nuestro bienestar. A la vez que ocurre esta revolución aparecen ciertos problemas causados por ella, algunos de índole social y política, y otros relacionados con los riesgos y el impacto de los nanomateriales sobre el ser humano y el medioambiente, avivando el debate social sobre la nanotecnología. Esta obra explica sus riesgos, presentes y futuros, los posibles daños y la forma en que todos estos temas se están abordando teniendo en cuenta las perspectivas relacionadas con la vigilancia de la salud, la prevención de riesgos, la regulación y la gobernanza.

http://www.catarata.org/libro/mostrar/id/1234

ST. PAULI OTRO FÚTBOL ES POSIBLE
Carles Viñas, Natxo Parra

En los años ochenta, gracias a los jóvenes vinculados al movimiento autónomo, al punk y al fenómeno de ocupación de viviendas, el St. Pauli se convirtió progresivamente en un club de culto. Desde entonces reconstruyó su identidad alrededor de unos parámetros completamente diferentes a los precedentes. A pesar de su escaso éxito deportivo, consiguió proyectarse como un equipo alternativo dada la serie de iniciativas de carácter social que emprendió una parte de su afición. Gracias a la identificación con ideas políticas de la izquierda, su escudo y sus estandartes han estado presentes en movilizaciones como Can Vies en Barcelona, Gamonal en Burgos o Gezi en Estambul (Turquía). Se ha convertido en un símbolo y suma más de 500 peñas repartidas por toda Europa, media docena de ellas en España.

El St. Pauli es la constatación de que otra forma de entender el mundo y el fútbol es posible. Es romanticismo en estado puro y es lo más similar al fútbol de barrio, a aquel fútbol popular que nuestros bisabuelos contemplaban desde las gradas cien años atrás. La forma de ser del FCSP ha hecho que personas de cualquier punto del mundo utilicen la bandera y el escudo en los movimientos sociales en los que participan. El año que viene seguirá en la Segunda División alemana, pero sus escudos estarán por toda Europa en primera línea de las protestas.

http://capitanswing.com/libros/st-pauli/

RUMBO A LO DESCONOCIDO Pablo Villarrubia

Pocos hombres han llegado a lugares tan recónditos del planeta, rincones que esconden los deslumbrantes misterios de las civilizaciones más antiguas, extraños fenómenos que escapan a la comprensión de la ciencia. Pablo Villarrubia, reportero de Cuarto Milenio, nos sumerge en un mundo lleno de belleza, intriga, aventuras y sensaciones.
“Rumbo a lo Desconocido nos sumerge en un mundo lleno de belleza, intriga y sensaciones salpicadas de misterio.”
VIAJA CON RUMBO A LO DESCONOCIDO y descubre los secretos de:
Las extrañas luminarias del desierto de Uyuni (Bolivia)
Los guardianes de las fórmulas secretas de l os bayele (Camerún)
La conexión cósmica de las colosales “dagobas” (Sri Lanka)
La morada de los muertos de los piaroas (Venezuela)
El fascinante y terrorífico ritual “djambi” (São Tomé y Príncipe)
El paraíso terrenal donde la gente nunca envejece (Altai)
La misteriosa desaparición del explorador Harry Percy Fawcett (Brasil)
El observatorio astronómico de los mil misterios (Armenia)

http://www.editorialodeon.com/tienda/Catalog/show/rumbo-a-lo-desconocido-366420

LOS PELIGROS DEL OCULTISMO Manuel Carballal

Manuel Carballal es el investigador que más casos de fraudes con móviles de temática esotérica ha resuelto en todo el mundo. Como criminólogo especializado en los delitos asociados a las creencias, ha tenido acceso a documentos policiales escalofriantes, en los que se recoge el lado menos amable del ocultismo y que se desvela en esta obra.

https://www.planetadelibros.com/libro-los-peligros-del-ocultismo/246839

CLEMENTE CERDEIRA INTÉRPRETE, DIPLOMÁTICO Y ESPÍA AL SERVICIO DE LA SEGUNDA REPÚBLICA Mourad Zarrouk

Clemente Cerdeira no fue un personaje principal, ni del protectorado de España en Marruecos, ni tampoco durante la Guerra civil. Sin embargo, varios protagonistas de aquella época, el mismísimo Franco entre ellos, lo tenían en su punto de mira, pues en sus manos, leales siempre a la Segunda República, estuvo la posibilidad de quebrar aquel golpe militar y así evitar tan cruenta guerra entre españoles. He aquí su historia…

https://www.editorialreus.es/libros/clemente-cerdeira-interprete-diplomatico-y-espia-al-servicio-de-la-segunda-republica/9788429019681/

¿QUÉ FUE DE LA GUERRA CIVIL? Nuestra historia explicada a los jóvenes Carlos Fernández Liria  Silvia Casado Arenas

Desde la muerte del dictador Francisco Franco se ha consolidado un relato complaciente de la Guerra Civil española: la guerra que comenzó en 1936 fue un enfrentamiento fratricida entre iguales, un conflicto lleno de dolor que tuvo su origen en los errores de unos y otros. Pareciera que, en cierta forma, ambos bandos perdieron. Esta narración, sin ser incierta en su totalidad, es abiertamente tendenciosa. La equidistancia respecto de los acontecimientos históricos no depende tan sólo de lo que se dice, sino de lo que no se dice, y en la historia de la Guerra Civil española son muchas las cosas que no se dicen.
En este libro, ¿Qué fue la guerra civil? Nuestra historia explicada a los jóvenes, se ofrece un relato alternativo a la luz de aspectos y lecturas de la guerra que deben ser tomados en cuenta para su perfecta comprensión. Ser equidistante, cuando se trata de víctimas y de verdugos, consiste en identificar a las primeras y señalar a los segundos.

http://www.akal.com/libros/QuE-fue-la-Guerra-Civil/9788446044376

GRANDES MISTERIOS DE LA ARQUEOLOGÍA Viajes al encuentro de lugares sagrados  Jesús Callejo

Esta obra viene a descubrir y demostrar que muchas culturas y civilizaciones de la humanidad tenían grandes conocimientos científicos sobre ámbitos tan diversos como la ingeniería, geografía o astronomía, y sobre todo, una concepción sagrada de la vida que les hacía pensar y crear en función de las apetencias de sus dioses.

Jesús Callejo nos introduce de manera cautivadora en los grandes misterios que los descubrimientos arqueológicos entrañan en todos los rincones del mundo y que a día de hoy siguen planteando muchos interrogantes. Un libro para disfrutar, aprender y observar nuestro mundo desde otra perspectiva.

http://www.esferalibros.com/libro/grandes-misterios-de-la-arqueologia/

EL OCULTISMO EN LA POLÍTICA Historia secreta de la búsqueda del poder Gary Lachman

Ocultismo en la política es un libro:

…Para descubrir que Estados Unidos fue una nación que diseñaron los masones, y que el peso de sus cimientos se deja sentir incluso en la Era Trump.

…Para saber en qué medida las ideas de artistas y literatos como Swedemborg, Steiner, Blavatsky, Bulwer-Lytton, Roerich o Jung han determinado las políticas de grandes líderes mundiales.

…Para tener en cuenta cómo rosacruces, illuminati, templarios, magos y alquimistas han influido en países y sus tomas de decisiones.

…Para comprender cómo influyeron las creencias en lo sobrenatural en movimientos de izquierdas y de derechas, desde el siglo XIX hasta hoy.

…Para recordar que detrás de Hitler se movieron ideas surgidas de un esoterismo rancio y ancestral.

…Para sorprenderse con la creencia en el «Rey del Mundo», una utopía que algunos creen que persiguen movimientos como la UE.

https://www.planetadelibros.com/libro-el-ocultismo-en-la-politica/248687

EL VALLE ASESINO Frank Westerman

La noche del 21 de agosto de 1986, sin razón aparente, se extingue toda clase de vida humana y animal en un valle en el noroeste de Camerún. Los cuerpos sin vida de gallinas, babuinos, cebúes y pájaros amanecen desperdigados entre la hierba. Y 1.746 personas, entre hombres, mujeres y niños, han sido sorprendidas por la muerte en sus viviendas, ya sea dormidas o en alguna labor cotidiana, sin rastro alguno de violencia. Las casas y las palmeras están intactas. ¿Qué sucedió?

El valle asesino analiza cada faceta en torno a esta muerte masiva y misteriosa en un poderoso y poliédrico relato, con aires de thriller, que se extiende hasta Islandia y Hawái. Frank Westerman nos sumerge en una intrincada realidad donde coexisten la ciencia y la omnipresente mitología del continente africano para poner al descubierto la verdad desde tres perspectivas tan distintas como válidas. En este apasionante recorrido intenta dilucidar cómo nacen los relatos, y de qué forma las palabras y los hechos se transforman en mitos.

http://www.siruela.com/catalogo.php?id_libro=3384

FANTASMAGORÍA, MAGIA, TERROR, MITO Y CIENCIA Ramón Mayrata

Este es el mundo de los espectros y las pesadillas, la alucinación y el delirio… Una inédita historia de la humanidad contada a través de la magia, la ilusión y lo fantasmagórico. Un libro destinado a convertirse en un clásico donde se une la historia con lo tétrico, lo maravilloso y el mundo de los fantasmas en una erudición prodigiosa.

La Revolución francesa fue un impresionante espectáculo, la eclosión de un conflicto social y político que se resolvió, en los momentos culminantes, con una extremada violencia. En un París ensangrentado, la fantasmagoría otorgó vida y movimiento a las sesiones estáticas de la linterna mágica. Las imágenes flotaban solas y enigmáticas, aisladas de su entorno, en una atmósfera en la que las tinieblas de la sala hacían visibles las tinieblas del espíritu. Los seres imaginarios cobraron existencia y movimiento. Los muertos volvieron aparentemente a la vida. Las sesiones masónicas de Schröpfer o Cagliostro, los espectáculos de Philidor o Robertson, de Rueda o Mantilla en España, surgen al tiempo que la novela gótica, con la que comparten el gusto por lo tétrico, lo maravilloso y lo fantasmagórico. Desde hacía siglos, los cerebros habían sido adiestrados para ver seres que no son visibles: dioses, demonios, monstruos o fantasmas. Todos estos seres improbables tenían en el otro mundo su domicilio fijo. Al igual que los antepasados. Pero con la desaparición de la creencia en otra vida, fueron desalojados del Más Allá y tuvieron que ser reabsorbidos por la mente. En cierto modo, los pensamientos se saturaron de espectros que se materializaban a través del sueño, las pesadillas, la alucinación, el delirio o la locura. También a través de la óptica. La fantasmagoría fue la respuesta tecnológica y artística de una época para hacer visible esa poderosa carga espectral recluida en el cerebro.

Fantasmagoría. Magia, terror, mito y ciencia muestra cómo la práctica de desplazar fantasmas o apariencias engañosas desde los sueños o la imaginación al espacio físico se remonta a una historia secular, donde inicialmente lo virtual se asocia con la magia y la religión. Durante miles de años las técnicas de prestidigitación fueron empleadas para la ejecución de la «trampa sagrada» por chamanes y sacerdotes como componente esencial del rito. Desde el Renacimiento, la magia se seculariza y convierte en un arte escénico que tendrá un papel crucial en la configuración de la manera de percibir y sentir la realidad de la cultura moderna, en las tecnologías que posibilitan la sociedad del espectáculo, en la aparición del cine y en el desarrollo de la realidad virtual que invade nuestro espacio físico.

http://www.lafelguera.net/web/FANTASMAGORIA-Magia-terror-mito-y.html

CAZADORES DE NAZIS Andrew Nagorski

Han pasado más de setenta años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y la era de los cazadores de nazis está llegando a su fin de forma natural. Ahora es el momento de contar la historia completa de los hombres y mujeres que han dedicado su vida a seguirles el rastro a los asesinos del Tercer Reich. Un rastro que ha recorrido el mundo entero, con frecuentes paradas en Sudamérica, donde parte de los criminales más conspicuos encontraron refugio en la posguerra.

La historia empieza con los primeros juicios de Núremberg, recorre los procesos al comandante de Auschwitz Rudolf Höss, a «la perra de Buchenwald» Ilse Koch o al científico Arthur Rudolph, pasando por casos más dignos de una novela como el de la muerte del aviador Herbert Cukurs a cargo de un escuadrón del Mosad o la larga y accidentada búsqueda de Joseph Mengele, «el Ángel de la Muerte» de Auschwitz.

¿Justicia o venganza? La historia de los cazadores de nazis se ha debatido siempre entre estos dos polos. Y los perfiles de Simon Wiesenthal o del matrimonio Klarsfeld, junto a los de los jueces más destacados de estos grandes procesos, cuentan una historia a menudo intensamente personal, sin precedentes en los anales de la humanidad, y que cambiaría para siempre nuestra idea del bien y del mal.

http://www.turnerlibros.com/book/cazadores-de-nazis.html

 

LENGUAS, TRUJAMANES Y TRADUCTORES. LOS OLVIDADOS INTÉRPRETES

DIANA SOLIVERDI Entre los personajes que han participado en exploraciones y grandes viajes y que permanecen en la sombra, merecen una mención especial los intérpretes, muchos de ellos protagonistas de historias singulares que les llevaron a dominar varias lenguas: naúfragos, cautivos de pueblos indígenas o nativos que recibieron una educación especial. Sus nombres, en la mayor parte de los casos, permanecen en el olvido.

Hay miles de páginas dedicadas a los exploradores, a sus viajes llenos de peligros y de acontecimientos fantásticos que les acabarían recompensando con la gloria imperecedera. Conocemos los nombres y la historia de conquistadores, expedicionarios, viajeros y aventureros de quienes hemos oído hablar desde niños y que nos hicieron soñar con seguir sus pasos y morar con ellos para siempre en el reino de la fama. Pero nada o poco se sabe de quienes constituyeron una ayuda imprescindible para conseguir sus logros, porque sin la comunicación, la mayor parte de esas empresas hubiera sido simplemente imposible.

¿Alguna vez nos hemos preguntado cómo hacían nuestros héroes para entenderse con las poblaciones nativas de los lugares a los que llegaban para conquistarlos, explorar su territorio o llevar la evangelización? ¿Sabemos de dónde provenían esas personas que hicieron de puente de comunicación entre esos mundos? ¿Cómo es posible que dominaran varias lenguas en épocas donde la educación estaba restringida a una estricta minoría y solo se estudiaban las lenguas clásicas? ¿Cómo lograron adquirir la competencia lingüística y cultural que se necesita para llevar a buen puerto negociaciones de capital importancia, tratos comerciales relevantes u operaciones políticas de enorme delicadeza?

El tema es fascinante y aunque está poco documentado es posible bucear en los textos del pasado y encontrar referencias que nos asombran, admiran y a veces nos provocan una sonrisa por el carácter rocambolesco de la mayor parte de esas vidas prácticamente desconocidas. Este artículo pretende arrojar un poco de luz sobre la figura del intérprete, llamar la atención sobre ellos, sobre la inestimable tarea que llevaron a cabo haciendo posibles hazañas y descubrimientos que han tenido consecuencias importantísimas para nuestra vida actual y sin los que el curso de la historia habría sido completamente distinto.

En primera línea de la historia

Los intérpretes han estado siempre en la primera línea de la historia, no solo como testigos privilegiados de hechos fundamentales sino también, en muchos casos, como elementos clave. Para saber algo sobre ellos es necesario consultar su correspondencia, diarios íntimos, memorias y autobiografías, así como toda una serie de documentos en los que se habla de intérpretes siempre de manera marginal.

Sin embargo, en sus comienzos no les llamaban así, sino que recibieron muchos nombres diferentes a lo largo de los años: lenguas, lenguaraces, truchimán, trujamán y dragomán, entre otros. Habrá que esperar al siglo XVIII para que empiece a utilizarse el término “intérprete”. Sabemos que a lo largo de distintas épocas hubo una lengua franca que facilitaba la comunicación entre pueblos con distintas lenguas. Estas lenguas vehiculares se utilizaban dentro de un territorio o de un grupo social específico, pero cuando se iba más allá de de esos confines era necesario recurrir a los intérpretes. Ese fue el caso del ejército, comerciantes, exploradores o misioneros.

No puede decirse con certeza quién fue el primer intérprete de la historia ni cuándo comenzó a existir esta profesión apasionante que en sus inicios no sería tal, sino simplemente una ayuda entre dos o varios seres humanos con necesidad de comunicarse, prestada por un tercero, que por los motivos más variados y peregrinos, como veremos a lo largo de este escrito, hablaba ambas lenguas.

Hay que acudir a los egipcios para hallar la primera constancia que tenemos de traducción oral, en el 3000 a.C. este pueblo ya poseía un jeroglífico que significaba “intérprete” e “interpretación”. En los textos históricos, especialmente en los de la antigüedad clásica, contamos con numerosos pasajes relacionados con los intérpretes. Aparecen cinco en Tito Livio y varios en las obras de César o Cicerón, entre otros autores.

Un análisis del Anábasis de Jenofonte, por ejemplo, nos lleva a descubrir que durante las negociaciones entre griegos y persas cada campamento tenía sus propios intérpretes. También en el Antiguo Testamento se menciona su papel, en el pasaje de la venta de José por sus hermanos. A través de estas páginas queda patente que la interpretación siempre fue necesaria para los diferentes pueblos y el intercambio de todo tipo: cultural, comercial, etc. que surgió entre ellos.

En el imperio egipcio, en el tercer milenio, durante la sexta dinastía, los intérpretes desempeñaron un papel muy importante guiando expediciones comerciales y militares, así como en la administración de Menfis; eran los llamados dragomanes y gozaban de gran consideración por parte de los condes. Muchos de los intérpretes fueron esclavos capturados. Pero también existieron intérpretes de alta cuna, como los hijos de los príncipes extranjeros, del año 2502 a 1610 (a.C.).

Curiosamente, a la actividad de traducción se le atribuían en la antigüedad cualidades místicas, pues los intérpretes debían mediar no solo entre los hombres, sino también entre estos últimos y Dios. En las mitologías egipcia y griega los dioses Tot y Hermes respectivamente, eran considerados los creadores de las lenguas y sus mediadores.

A diferencia de los egipcios, los griegos no mostraron mucho interés por la labor del intérprete. No así los romanos, quienes la reconocieron de utilidad pública.

El ejército romano planificaba continuamente la conquista de territorios en Europa, Asia o África, haciendo imprescindible la actuación de intérpretes militares.

Durante las Guerras Púnicas, las conversaciones de paz fueron frecuentemente confiadas a intérpretes. En la segunda Guerra Púnica, en el 207 a.C., que se originó por la protesta ante la agresión de Aníbal a una colonia griega, los romanos interceptaron una carta que Asdrúbal le enviaba a su hermano Aníbal y la hicieron traducir de inmediato por un intérprete ante el senado. Éste es uno de los primeros ejemplos de traducción oral de la época, lo que en el marco académico se denomina hoy en día Traducción Oral a Simple Vista (TOASV).

Para someter a los pueblos conquistados se necesitaba de intérpretes que pudieran comunicarse con ellos. Es así como en la Edad Media esta figura también fue necesaria, sobre todo en las cortes de los soberanos.

Aunque como hemos visto podemos encontrar testimonios de la existencia de los intérpretes a lo largo de los siglos, antes del Renacimiento son muy escasas las menciones que de ellos se hacen. La razón, en parte, puede ser la perennidad de la palabra escrita frente a la fugacidad de lo oral. Otro motivo para justificar su ausencia en los anales de la historia podría ser su condición social: estas personas representantes de un mestizaje étnico y cultural, eran a menudo cautivos, mujeres o miembros de una clase inferior. A pesar del papel principal que desempeñaron, estos mediadores interculturales no tuvieron derecho a ocupar el lugar que les correspondía en los documentos históricos.

Hallamos más referencias en los escritos en bajo latín y en las obras árabes medievales. Será la Edad Media con su demanda en auge de intérpretes la que revele la importancia de su función: así por ejemplo, los cronistas franceses subrayan su relevancia durante las Cruzadas. Pero tendrá que llegar el Renacimiento para que la interpretación conozca su verdadero desarrollo: el Humanismo despertará un interés hasta entonces desconocido hacia las lenguas extranjeras y Europa se lanzará con ímpetu a la época de las grandes expediciones de exploración, descubrimiento y conquista. Esta es la época en la que se levantaron los imperios coloniales. Por eso, para seguir el rastro de los intérpretes podemos acudir a los archivos diplomáticos de fines de la Edad Media y a los archivos comerciales de la República de Venecia hasta el siglo XVIII.

A la conquista por la lengua

Pero si hay un momento en la historia en la que esta actividad adquiere todo su protagonismo y se revela indispensable será en la conquista de América. La literatura existente sobre los primeros encuentros colombinos da buena cuenta de ello.

Al principio de la conquista, al tratarse de dos culturas absolutamente diferentes hubo que establecer contacto con códigos nuevos en la lengua, la religión y en todos los aspectos sociales y culturales. Los conquistadores se encontraron con unos pueblos con los que necesitaban comunicarse y los primeros encuentros se establecieron, sin duda, mediante señales y símbolos. El siguiente paso sería la comunicación oral que pondría de relieve la enorme dificultad para entenderse entre indígenas y extranjeros.

La traducción se hacía absolutamente indispensable, pero con el tiempo se comprobó que podía tener un doble filo ya que podía ser un arma muy valiosa y peligrosa al mismo tiempo.

Siguiendo el hilo de los distintos territorios colonizados y del avance por el continente americano, descubrimos a personajes de leyenda, vidas novelescas o anécdotas increíbles relacionados con estos mediadores lingüísticos. Es interesante identificar qué tipo de intérpretes nos encontramos en el Nuevo Mundo, aquí nos ocuparemos solo de algunos de ellos: indios secuestrados, españoles náufragos primero capturados y posteriormente rescatados, prisioneros extranjeros y por último, indios que habían recibido educación. Ninguno de ellos llevaba a cabo la labor de intérprete por propia elección sino que les venía impuesta por su situación de inferioridad, bien por que estuvieran en cautiverio o bien en otras circunstancias, sometidos por los jefes españoles o los caciques indios.

Ya Cristóbal Colón en 1492 llevaba consigo a un intérprete llamado Don Luis de Torres que fue el primer intérprete español que pisó suelo cubano. Hablaba el arameo, el hebreo y el árabe y fue el primer judío que se estableció en el Nuevo Mundo. Aún sin haberse convertido al cristianismo, sirvió como intérprete al gobernador de Murcia pero para escapar al edicto de expulsión emitido contra los judíos en España, Torres renegó de su religión poco antes del primer Colón pensaba que los conocimientos lingüísticos de Torres podrían resultarle muy útiles en Asia porque le darían la posibilidad de entenderse con los mercaderes locales judíos. Una vez llegados a Cuba, con la errónea idea de encontrarse en las costas de Asia, Torres y el marinero Rodrigo de Jerez fueron enviados por Colón, el día 2 de noviembre de 1492, en una expedición hacia el interior.

El objetivo era explorar la zona, establecer contacto con su gobernante y recabar información sobre el emperador de Asia, a quien Marco Polo había descrito como el Gran Khan. Lógicamente no lograron este último propósito pero sí que harían un descubrimiento de enorme repercusión hasta nuestros días: recibidos en una villa india con grandes honores, informaron a Colón de la costumbre local de secar hojas, meterlas en cañas, quemarlas e inhalar el humo. Se trataba nada menos que del primer encuentro europeo con el tabaco.

Posteriormente en su primera escala en Guanahani, una de las Lacayas, actualmente Bahamas, Colón decidió embarcar a seis indígenas para que actuasen de intérpretes y guías. El más famoso de ellos fue el indio bautizado como Diego Colomb.

Otro indio “enrolado” como intérprete durante las incursiones españolas en los nuevos territorios fue Francisco de Chicora, nombre con el que fue bautizado.

El apellido lo tomó de su tierra, que hoy es Carolina del sur, donde fue apresado y llevado a España por Lucas Vázquez de Ayllón en 1523, circunstancia que le hizo aprender español.

Uno de los conquistadores que utilizó sistemáticamente la captura de indios que le sirviesen de intérpretes y guías fue Don Tristán de Luna Arellano. De dos de estos guías procedentes de la costa atlántica de Florida que fueron llevados a España, conocemos las andanzas de Paquinineo, joven hijo de un jefe.

A su regreso al continente americano sirvió como intérprete a los misioneros dominicos, de quienes recibió su educación, pero acabó organizando una partida para asesinarlos frustrando así la ambición colonialista española en Chesapeake.

Aunque al mencionar a estos personajes siempre se encomian sus habilidades lingüísticas, llama la atención el caso de Felipillo, quien según el Inca Garcilaso (hijo del conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega y de una princesa indígena) era torpe en ambas lenguas, español y quechua. Este peruano nació hacia 1510 en Puná (Perú). En 1526, siendo aún un muchacho, Pizarro le recogió, le enseñó español y más tarde le convirtió en su intérprete durante la conquista de Perú. Su poca destreza con los idiomas justificaría el que tergiversara las palabras de Hernando de Soto cuando fue a visitar a Atahualpa provocando que éste quedara preso. Aunque quizás la aparente torpeza no fuera más que una estratagema pues con el fin de quedarse con una de las mujeres de Atahualpa lo acusó falsamente de estar reuniendo tropas para acabar con los españoles y aquél fue sentenciado a muerte por traidor. Después marchó a Quito (Ecuador) con Almagro, a quien traicionó pasando información a Pedro de Alvarado, el enemigo de Almagro. Este último le perdonó y se lo llevó a Chile para espiar a favor de Pizarro pero una vez allí el indígena huyó con otros indios al enterarse del levantamiento de Manco Capac. Almagro mandó capturarle, matarle y descuartizarle. Sin duda fue una vida intensa donde las haya y que nunca se esperaría de alguien a quien se designa con ese apelativo tan familiar y casi despectivo de “Felipillo”.

Los naúfragos intérpretes

Entre las desventuras que padecieron la mayoría de quienes actuarían como enlace entre lenguas cabe destacar los naufragios. Esa fue la causa de que Hernando de Soto en su recorrido por la Florida encontrara al náufrago castellano Juan Ortiz, quien actuaría para él como intérprete de forma loable hasta Otro barco a merced de la mar dará como resultado que el cura Jerónimo de Aguilar acabase siendo el intérprete de Hernán Cortés. Desde su Écija natal marchó a América en una de las primeras expediciones que se organizaron durante la conquista. Poco tiempo después de su establecimiento en las islas del Caribe, en 1510, Núñez de Balboa capitanearía una expedición que se coronó con la fundación de Santa María Antigua del Darién. Formaban parte de la misma Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar, quienes más tarde participarían en uno de los primeros intercambios con los grupos mayas de la península de Yucatán. Tras el naufragio del barco que transportaba a los expedicionarios, de Aguilar pasó ocho años en la isla de Cozumel.

Fue prisionero de los indígenas y escapó al sacrificio en el que fueron inmolados la mayoría de sus compañeros por ser demasiado flaco. Cuando en 1519 la expedición al mando de Hernán Cortés desembarcó en dicha isla, el religioso español fue rescatado y entró al servicio del capitán para prestar servicios como intérprete. Su largo cautiverio hizo que aprendiera la lengua de los indios y ello fue fundamental durante toda la conquista de México, especialmente con los indios de Tabasco. Con posterioridad se estableció en México donde ocupó importantes cargos y colaboró en diversas expediciones militares.

Un caso singular es el del primer intérprete negro en Cuba. Estebanico, mencionado por Alejo Carpentier y Fernando Ortiz, fue el primero de su raza del que se tienen noticias y además (de nuevo los poderes mágicos atribuidos a los lenguaraces) el primer brujo negro que hubo en Cuba. Fue llevado allí por Pánfilo de Narváez a la Florida en 1527 y estuvo en la actual Texas hasta 1539.

Un aspecto importante que cabe poner de relieve es cómo la actividad de intérprete a lo largo de la historia ha sido llevada a cabo también por mujeres, en unos siglos donde éstas tenían un escaso papel fuera del hogar y estaban llamadas solo a ser esposas y madres de familia.

Mujeres que hablaban lenguas

En la actualidad podemos decir sin miedo a equivocarnos que la gran mayoría de estos profesionales pertenecemos al género femenino. Al respecto existen varias teorías que defienden la mayor facilidad de la mujer para los idiomas y una capacidad especial para analizar el mensaje y transmitirlo de forma completa sin perder ni uno solo de sus matices.

Fue precisamente una mujer quien elevó el papel de intérprete a sus más altas cotas en una época crucial para nuestra historia. Su nombre aún resuena en nuestros oídos y está rodeado de un aura de leyenda. Las circunstancias de su vida la hacen heroína de novela y la manera en que supo hacer fructificar las situaciones de su azarosa existencia, marcada por su venta, esclavitud y separación de los suyos, la convierten en alguien admirable. Corría el año 1500 cuando en una familia noble, en la provincia de Veracruz al sur de México, nacía Malinalli, nombre en náuhatl que designa tanto un mes como unas hierbas que sirven en la fabricación de cuerdas. Malinalli Tenépal es otra de las maneras como la nombraban, haciendo claramente alusión a su don de lenguas, ya que en náuhatl “tenépal” significa “persona que tiene facilidad de palabra, que habla mucho y con animación” . Años después al ser bautizada recibiría el nombre de Marina.

Su desgracia comienza al morir su padre, motivo por el que su madre casa por segunda vez y da a luz un varón. Para favorecer al nuevo vástago y convertirle en el único heredero, la madre y el padrastro de Marina la regalaron o vendieron como esclava y la declararon muerta. Desde su región de habla náhuatl viajó a zonas de lengua maya en Yucatán, donde aprendió el idioma, después sería adquirida por el cacique de Tabasco.

La historia que la catapultaría a la posteridad comienza en el pueblo de Centla, en Tabasco, cuando tras una batalla de la que sale vencedor, Cortés recibe en obsequio un grupo de veinte mujeres jóvenes, una de ellas era la joven Malitzin o Malinche, que sería una de las primeras intérpretes de América. La índigena dominaba varios dialectos mayas aparte del náhuatl de los aztecas. De esta manera se convirtió en la intérprete de Cortés hasta tal punto con el tiempo sería llamada “la lengua de Cortés”. En las zonas donde se hablaba el náhuatl ella lo interpretaba al maya y Jerónimo de Aguilar –que desconocía esta lengua– al español.

Los encuentros con Moctezuma se realizaron gracias a esta combinación de intérpretes.

Marina amplió rápidamente sus conocimientos lingüísticos al aprender español. Se ganó la confianza del Cortés, se convirtió en su amante y llegaría a darle un hijo. Su aprendizaje de nuestra lengua llegaría a hacer innecesarios los servicios de Aguilar y la convirtió en un elemento esencial para la conquista. Sabemos fehacientemente que ella posibilitó la comunicación entre el caudillo español y varios de los líderes indígenas de la antigua América, lo que fue crucial para ganar México pues a la sazón los tlaxcaltecas buscaban aliados contra los aztecas por sus sanguinarias exigencias de sacrificio humano y pago de tributos.

El hito de su carrera como intérprete fue ese momento inicial, cara a cara, entre Cortés y Moctezuma, pero también llevó a cabo una fecunda labor en cuantiosos intercambios entre los españoles y una gran cantidad de indígenas. A su favor se dice que ella favorecía activamente las negociaciones en lugar del derramamiento de sangre.

Para muchos su papel en la historia es el de traidora de su pueblo, pero para otros es el de mujer inteligente ya que gracias a su intervención se salvó la vida de muchos aborígenes y se establecieron alianzas importantes. Para el autor mexicano Gómez de Orozco la Malinche “fue una parte instrumental de la estrategia española al interpretar en tres idiomas y al ofrecer información esencial sobre la organización económica, el conocimiento de las costumbres nativas, el orden y la sucesión de los reinos, las formas de tributo, las reglas que regían las relaciones familiares, etc.” Cortés demostró siempre su aprecio y respeto por Marina, encomiando su labor de intérprete y mediadora entre culturas; dice en una carta“Después de Dios le debemos la conquista de la Nueva España a Doña Marina”.

Hay otras mujeres de las que quedan huellas en este periplo de llegada y conquista del Nuevo Mundo. La joven Lacsohe fue capturada por Don Tristán de Luna Arellano y se convirtió en su intérprete. También encontramos referencias a una joven indígena cubana que tras su captura sería bautizada con el nombre de Magdalena y que sirvió de intérprete.

Dando un salto temporal y también geográfico nos trasladamos a Idaho, cerca del actual Bismarck al norte de Dakota, para encontrar otro ejemplo notable de mujer que destacó por su labor de intérprete. Su nombre era Sacagawea y en 1804 con Jefferson como presidente de Estados Unidos, esta indígena de la tribu shoshone, guió la primera expedición oficial en cruzar Norteamérica. Su tarea era la hacer de intérprete del capitán Meriwether Lewis y del teniente William Clark, quienes iban a la cabeza de la exploración organizada por Thomas Jefferson para documentar una ruta terrestre que llevara al Océano Pacífico desde el río Misissipi. Fue la única mujer que formó parte del grupo expedicionario.

De nuevo en su aprendizaje de lenguas nos encontramos con un episodio de secuestro: a los doce años fue raptada de su aldea, de ahí que aprendiera varios dialectos indios.

La complicada y larga expedición tenía que atravesar varios estados donde habitaban tribus contrarias a la conquista. Sacagawea, gracias a su dominio de distintos idiomas indígenas, actuó como intérprete de estos dos grandes exploradores. En la historia ocupa un lugar relevante no solo porque ella misma fue una gran exploradora sino porque además de actuar como puente de comunicación lingüística sirvió como enlace entre culturas. Respondiendo a esa antigua creencia que atribuía a los “lenguas” propiedades místicas o chamánicas, esta mujer poseía conocimientos sobre plantas medicinales y curativas, lo que unido a sus servicios de traducción propició que la misión fuera un éxito.

Con el tiempo llegaría a dominar el hidatsa y el francés a causa de su matrimonio con un canadiense francés, Toussaint Charboneau, que hablaba ambas lenguas, convirtiéndose en un caso admirable de poliglotismo. Hoy en día la moneda de un dólar estadounidense lleva inmortalizado el retrato de esta soshon.

En puridad no podemos hablar de retrato ya que no nos han llegado imágenes de ella pero puede considerarse un homenaje a su figura y a su hijo Pompy (que significa primer viajero) de quien no se separó y que acurrucado en las espaldas de su madre realizó todo el periplo.

Como intérprete y viajera siento una profunda admiración por estos predecesores que a lo largo del tiempo y a través de los más intrincados vericuetos y las circunstancias más extremas tuvieron la capacidad de aprender lenguas distintas a la suya, de abrir su mente a nuevas culturas y nuevas formas de pensar, de asimilarlas y de entrar en empatía con aquellos a los que prestaban servicio, aunque en ocasiones hubieran sido los causantes de su desdicha, para transmitir su pensamiento y actuar como enlace entre mundos que de otra manera hubieran permanecido incomunicados para siempre. Porque esa es la difícil y sutil tarea de un intérprete. Sirvan estas páginas como homenaje a todos ellos.

 DIANA SOLIVERDI                                  Sociedad Geográfica Española

LOS EXPLORADORES IGNORADOS DE LAS FUENTES DEL NILO

henry-morton-stanley-grangerEn la segunda mitad del siglo XIX, la solución del secular enigma de las fuentes del Nilo constituyó una de las mayores aventuras geográficas de todos los tiempos. Para la Historia, esta gesta está asociada a nombres como Livingstone, Burton, Speke, Grant, los esposos Baker, Cameron o Stanley. Sin embargo, ninguno de estos personajes podría haber llevado a cabo sus exploraciones sin la decisiva intervención de guías y hombres de confianza generalmente ignorados como Bombay, Mabruki, Susi o Chuma. No menos clave fue la labor desempeñada por miles de porteadores, guerreros y sirvientes anónimos que formaban parte de las expediciones, sin olvidar el protagonismo de los negreros árabo-swahilis.

Si tuviéramos que designar al mayor viajero decimonónico del África negra dudaríamos entre David Livingstone, Henry Morton Stanley u otros héroes victorianos como John Hanning Speke o Richard Burton. Sin embargo, ninguno de los exploradores europeos de la época estuvo a la altura de un tal Sidi Mubarak Bombay de quien consta recorrió en el interior de África 9.600 kilómetros. Tan descomunal distancia para aquellos tiempos es el resultado de haber participado como guía y jefe en expediciones de Burton, Speke, Grant, Stanley y Cameron.

Bombay acompañaba a Speke cuando éste llegó al Lago Victoria. Consciente de su valía, Stanley le haría jefe de caravana tras su encuentro con Livingstone.

Bombay fue la primera persona que recorrió el Nilo desde el lago Victoria hasta El Cairo y que atravesó África de Este a Oeste, desde Zanzíbar hasta Angola.

Pese a sus indudables méritos, Sidi Mubarak ni siquiera tuvo derecho a un apellido propio ya que “bombay” era el apelativo genérico utilizado por los británicos para designar a los esclavos rescatados de los barcos negreros árabes y trasladados a India para ser educados en orfanatos y centros religiosos antes de ser devueltos a África.

En 1880 había unos tres mil africanos “bombay” en África del Este. El principal promotor de este fenómeno fue Sir Henry Bartle Frere, presidente de la Royal Geographical Society tras haber sido gobernador británico en Bombay. Frere se percató del provecho que los británicos podían sacar de estos individuos que habían conocido en sus propias carnesel drama de la esclavitud y que, una vez de vuelta en África, servían los intereses de Gran Bretaña. En memoria de Sir Henry Bartle Frere fue fundada Frere Town, el primer asentamiento de esclavos africanos libertos en la actual Kenya.

Nuestro “bombay” por excelencia, Sidi Mubarak Bombay, pertenecía a la tribu de los Yao (característica por llevar sus miembros los dientes afilados). Fue hecho prisionero en la actual frontera entre Tanzania y Mozambique y vendido, a cambio de unos cuantos tejidos, hacia los nueve años en el mercado de esclavos de Kilwa, cerca del lago Nyasa. El mercader indio que lo adquirió lo llevó al actual Pakistán donde aprendió el indostaní. A la muerte de su dueño se trasladó como hombre libre a Zanzíbar donde entró al servicio del sultán antes de ser contratado por Burton y Speke, de cuya expedición se convertiría por méritos propios en el principal factótum.

Speke tuvo en gran aprecio a Bombay, entre otras cosas porque era el único africano con el que podía entenderse ya que, a diferencia de Burton, no hablaba árabe ni idiomas africanos.

Los idiomas constituían para los exploradores europeos una barrera a veces tan infranqueable como los accidentes geográficos. Obligados a depender de sus guías, los intercambios con los autóctonos, las más de las veces utilizando varios idiomas cruzados, daban lugar a frecuentes malentendidos.

Un error de interpretación que traería graves consecuencias en los círculos geográficos europeos, ya que alimentó la disputa entre Burton y Speke, se refirió al sentido del río Rusizi, al norte del lago Tanganika. Con el tiempo se sabría que Speke había entendido lo contrario de lo que un traficante de esclavos árabe le dijo a Bombay respecto al sentido del curso de dicho río.

Nos equivocamos al pensar que los guías, soldados y porteadores de los exploradores europeos conocían el terreno o estaban mejor preparados por el mero hecho de ser africanos. En realidad, los únicos que tenían un buen conocimiento del interior de África y que se movían con relativa soltura por rutas que ellos mismos abrían eran los traficantes de esclavos árabo-shawilis, de cuyos servicios no pudieron prescindir los exploradores europeos.

El propio David Livinsgtone, pese a su oposición visceral a la esclavitud y su odio a los negreros, estuvo en numerosas ocasiones a merced de los traficantes de esclavos y de marfil (los primeros debían portar los colmillos de elefante) y hasta llegó a unir sus fuerzas con ellos para no comprometer sus descubrimientos geográficos. En 1867, con objeto de viajar al lago Mweru contrató los servicios de quien acabaría por convertirse en el más poderoso de los negreros árabo-swahilis, el famoso Tippu-Tip quien con el tiempo sería nombrado por Stanley gobernador de uno de las provinciasdel Congo de Leopoldo II.

tippu tipLa autobiografía que, a finales del siglo XIX, escribió Tippu-Tip en swahili con caracteres árabes (el primer texto en su género), y que fue traducida al alemán por su amigo Heinrich Brode, es una obra de enorme interés al mostrarnos a los célebres exploradores europeos de la región de los Grandes Lagos no desde la imagen idealizada construida en Occidente, sino desde el ángulo de quien fue testigo directo de su vulnerabilidad y dependencia.

Otro personaje crucial que participó de manera decisiva en las expediciones de Speke (de ahí su apodo) y que acabaría por convertirse en uno de los jefes de caravana más exitosos del África oriental fue Mabruki Speke quien, al igual que Bombay, acompañó a Livingstone en varias de sus expediciones. Su breve reseña biográfica haría palidecer a cualquiera de los llamados héroes victorianos.

Además de acompañar a Burton y Speke entre 1857 y 1859, viajó con Speke y Grant al lago Victoria de 1860 a 1863. En 1865 se unió a la expedición del barón Von der Decken en Somalia. Entre 1866 y 1870 estuvo al frente de una goleta en el Océano Índico, y de 1871 a 1872 viajó con Stanley en busca de Livingstone, a quien acompañó hasta su muerte en 1873. En 1874, Mabruki Speke guió al misionero Charles New a Usambara, antes de unirse a la expedición angloamericana de Stanley durante la que murió en la orilla sur del lago Victoria.

Entre los leales e incluso por momentos camaradas del Dr. Livingstone hay que destacar también a Abdullah Susi, liberado cuando era un niño de una caravana de esclavos por el propio Livingstone. Nacido hacia 1856, acompañó durante veinte años al doctor, lo que se considera la relación más larga entre un explorador blanco y un africano.

Abdullah Susi
Abdullah Susi

Susi fue uno de los porteadores de la litera en la que fue trasportado Livingstone durante su última exploración. Fue él quien grabó la estela funeraria en el árbol a cuyo pie fue enterrado el corazón de Livingstone. Pese a ser uno de los que llevó su cadáver y sus pertenencias a Zanzíbar, el cónsul británico se negó a pagarle el pasaje en barco hasta Londres por lo que no estuvo presente en el funeral del Livingstone en 1874, al que asistió un único ayudante africano de Livingstone, Jacob Wainwright, también un “bombay” capaz de hablar y escribir en swahili e inglés.

JamesChuma-AbdullahSuzi
JamesChuma-AbdullahSuzi

La familia de Livingstone acabó por lograr que Susi y James Chuma (otro fiel servidor del doctor que dedicó la mitad de sus 32 años de vida a ocho expediciones de europeos) viajaran al Reino Unido donde, gracias a los testimonios de estos dos africanos, se pudo reconstruir la última etapa de la vida del explorador.

De vuelta a África, Susi sería contratado por Stanley, a quien con el tiempo ayudaría en la fundación de Leopoldville, la actual Kinshasha. Entre 1883 y 1891 fue jefe de caravanas para misioneros que pretendían instalarse en el África central.

Otro personaje secundario de gran mérito fue Amoda, nacido hacia 1850 y muerto en 1876. En su corta existencia tuvo ocasión de trabajar para Livingstone y para Stanley, llegando a ser el patrón del barco desmontable “Lady Alice” que circunnavegó el lago Victoria con Stanley a bordo. Refiriéndose a los africanos que voluntariamente le acompañaron en esta y otras aventuras Stanley dijo que sus nombres“deberían escribirse con letras de oro”.

Tim Jeal comenta en su reciente libro “En busca de las fuentes del Nilo” que “fueron pocos los exploradores europeos que expresaron debidamente en sus libros algún reconocimiento por las informaciones geográficas obtenidas de los traficantes de esclavos árabo-swahili o por el papel esencial desempeñado por los africanos que los acompañaron y posibilitaron sus viajes portando las mercancías usadas para comprar comida por el camino y pagar a los jefes por permitirles el paso a través de sus territorios. Los africanos actuaban además como intérpretes, guardianes y guías. Algunos exploradores, sin embargo, sí que les dieron el crédito que se merecían. Livingstone a menudo elogió a sus hombres, a pesar de las deserciones y los robos constantes. Speke se puso de parte de sus porteadores frente a Burton en el curso de una larga disputa sobre supuestos malos tratos, y Stanley a menudo rindió tributo en sus libros a sus hombres.”

Tal vez por sus orígenes humildes, Stanley fue el explorador blanco de la era victoriana que mayor reconocimiento público hizo a sus acompañantes negros. En varias ocasiones dijo sentirse más a gusto en compañía de africanos que de sus congéneres blancos. Incluso escribió un libro (“Mydark companions and their strange stories”) acerca de sus acompañantes negros y sus tradiciones.

Como prueba de reconocimiento hacia sus más fieles colaboradores, Stanley les hizo en numerosas ocasiones fotografías y recogió cuidadosamente sus nombres y sus rasgos de personalidad más característicos. En el Museo de África de Tervuren (Bélgica) se conserva una fotografía de un grupo de africanos tomada por Stanley a la que el explorador ha asociado anotaciones como las siguientes:

Chowpereh, miembro de mis expediciones de 1871 a 1884.

Zaidi, salvado de los rápidos.

Sarmini, el detective del campamento.

WadiRehani, el tesorero.

Manwa Sera, capitán en jefe de la caravana.

Kirango, el primero que fue golpeado en Bumbireh.

Wadi Baraka, el humorista de Bumbireh.

Majwara, cuidó de Livingstone en su lecho de muerte.

Majwara
Majwara

Testimonios como éste no sólo rinden justicia hacia el papel desempeñado por los acompañantes africanos de los exploradores, sino que son importantes para la recuperación de la memoria histórica y de la cultura de África.

Kalulu
Kalulu

Con quien Stanley no se mostró particularmente generoso en términos de reconocimiento fue con el palestino Selim que le acompañó en su primer viaje a África. Testigo del mítico encuentro con Livingstone al borde del lago Tanganika, a la vuelta a Europa Stanley optó por dejarle en Oriente Medio. De esta manera se libraba de un testigo que hubiera podido interferir en su relato. En vez de a Selim, Stanley prefirió llevar consigo a Europa al niño Kalulu, un esclavo que había liberado (¿o comprado?) y que hacía las veces de paje. Como si de un exótico espécimen se tratara, Stanley exhibió a Kalulu en los salones europeos y le llevó de vuelta a África en la expedición con la que el galés pretendía completar el trabajo de Livingstone, como así fue. Stanley tuvo que pasar el mal trago de comprobar cómo Kalulu desertó en el interior de África. Atrapado y tras el consiguiente castigo, Kalulu prosiguió la expedición en el transcurso de la cual moriría ahogado en una de las cataratas del río Congo.

El nivel de mortandad era muy elevado tanto entre los exploradores blancos como entre sus aún más desprotegidos acompañantes. “La mayoría de los exploradores –señala Tim Jeal– debían su vida a sus porteadores, que en muchos casos los salvaron más de una vez, pero suponer que esos hombres, en circunstancias distintas, hubieran arrostrado peligros equivalentes por su cuenta con el único fin de llevar a cabo descubrimientos geográficos similares es pura fantasía”.

La disposición a sacrificar su vida por meros descubrimientos geográficos era, en efecto, propia y exclusiva de los europeos que en muchas ocasiones tenían que hacerse pasar por mercaderes para poder justificar ante los africanos su presencia en tan inhóspitos lugares.

Ni siquiera el occidentalizado Sidi Mubarak Bombay fue capaz de entender el entusiasmo de un emocionado Speke cuando llegaron al lago Victoria que según Speke constituía la principal fuente del Nilo. En las cataratas Ripon, Speke pidió a Bombay que, al igual que él, se rapara la cabeza y se bañara al modo de los santones del Ganges que ambos habían tenido ocasión de observar. Un obediente se encogió de hombros y exclamó sin entender la magia del gesto: “Nos contentamos con las cosas más corrientes de la vida”.

Tampoco estaría en condiciones de comprender las alusiones que hizo Speke a Cristóbal Colón cuando Bombay y Baraka, otro de sus fieles guías, le sugirieron que esperara el desenlace de uno de tantos conflictos que tenía lugar en la región de los Grandes Lagos. Speke rechazó el consejo aludiendo a “la perseverancia y el éxito de Colón, quien, pese a la oposición de los marineros, siguió adelante y triunfó”.

La incomprensión, fuente de todo tipo de suspicacias, era también mayúscula cuando los exploradores europeos interrogaban a los jefes de tribus sobre el curso de los ríos o la localización de lagos. Los africanos les replicaban que sólo era agua y no entendían en absoluto el porqué del interés de sus extraños visitantes, a los que, lógicamente, asociaban con la brujería.

Algunos de los más notorios “dark companions” de los exploradores británicos fueron recompensados por la Royal Geographical Society con medallas e incluso con pensiones vitalicias. Menos reconocimiento recibieron los porteadores y guerreros participantes, muchos de ellos con sus familias, en las expediciones de los europeos.

Lejos de ser un fenómeno marginal, las cifras de individuos concernidos por estos desplazamientos dan una idea del impacto que provocaron en la región de los Grandes Lagos. Por ejemplo, la primera y segunda expedición de Stanley arrancaron desde Tabora, en la costa africana frente a Zanzíbar, con más de doscientos porteadores (“wapagazi” en shawili) cada una. Las expediciones de Burton, Speke y Grant también superaban el centenar de miembros.

Livingstone fue siempre partidario de desplazarse con un reducido grupo de acompañantes, lo que no fue el caso de los misioneros llamados “Padres Blancos”, cuya primera caravana de 1878 contó con 460 miembros.

En cuanto a los orígenes de los expedicionarios destaca la variedad, tanto en lo que se refiere a los exploradores como a sus acompañantes. Tomando el pequeño territorio del actual Burundi como muestra, se observa que entre 1858 y 1899 recorrieron el país nueve británicos, un estadounidense, un belga, un suizo, un austriaco, quince “Padres Blancos” franceses y holandeses, y una docena de militares alemanes. Entre los guías y escoltas de estos europeos figuraban, además de los “bombay” a los que nos hemos referido (los negros libertos formados en India), individuos procedentes de Goa (como Valentino Rodrigues y Gaeteno Andrade) y de Beluchistán (provincia de Pakistán).

En lo que se refiere al origen étnico de los porteadores que nutrieron las grandes expediciones, los expertos han podido identificar tres grupos: las poblaciones de habla swahili establecidas en la costa índica (los llamados Wamrima) que estuvieron representadas en todas las caravanas con destino a los Grandes Lagos; los Banyamwezi procedentes del sur y suroeste del lago Victoria muy apreciados por su capacidad de llevar cargas, y las tribus del entorno del lago Nyassa, como los Yao, Makua y Bangindo, objetivo habitual de los traficantes de esclavos.

Un rango particular estaba reservado para los guardias armados (“askaris” en swahili, palabra que proviene de “lashkar”, soldado en persa), reclutados no sólo entre las poblaciones indígenas, sino también entre los miles de individuos originarios de Beluchistán que integraron a mediados del siglo XIX el ejército del sultán de Zanbíbar.

Para todos ellos, la participación en expediciones de europeos constituyó una oportunidad de ascender en la escala social o de empezar una nueva vida en lugares remotos en el caso, muy frecuente, de desertar.

En cuanto a la organización de las caravanas, los exploradores europeos estaban muy lejos de poder imponer sus condiciones ya que se trataba de una actividad controlada por un puñado de árabes y mercaderes indios que supieron exprimir a fondo a los inexperimentados e incautos occidentales. Incluso los salarios de los guardias y los porteadores estaban perfectamente regulados, siendo los intermediarios los que obtenían el mayor beneficio.

Tan sólo los hombres de confianza de los exploradores que asumían las tareas de jefe de caravana (“kirongozi”) llegaban a gozar de un nivel de remuneración respetable. Sidi Mubarak Bombay recibió de Stanley con motivo de la expedición en busca de Livingstone 80 dólares al año, lo que representaba un 40% del salario de un obrero francés de la época.

Más allá de la relación mercantil que los distintos actores de la exploración del “corazón de las tinieblas” establecieron y de los descubrimientos que se llevaron a cabo, resulta de justicia sacar a relucir la labor de estos auténticos exploradores en la sombra que fueron los Bombay, Mabruki, Chuma, Susi y demás héroes ignorados.

RAMÓN JIMÉNEZ FRAILE     Sociedad Geográfica Española

BIBLIOTECA LIBERTALIA

Una selección de libros, no necesariamente novedades, que me parecen interesantes y que, si puedo leer, en un futuro escribiré un artículo más extenso sobre ellos.

Si las editoriales están interesadas en enviar material o información para futuros artículos, reseñas o difusión pueden dirigirse a :
LIBERTALIADEHATALI, VICENTE MORALES, nº 7

28043 MADRID España

o a libertaliadehatali@yahoo.es

portadaconocimientoCONOCIMIENTO PROHIBIDO Miguel Pedrero

Existe un “conocimiento prohibido” o “maldito” que se está abriendo paso a codazos. Aunque las grandes instituciones académicas y el poder político y financiero traten de frenarlo, mujeres y hombres comprometidos, preparados e ilustrados lo están sacando a la luz en facultades, en laboratorios, en campañas arqueológicas o en estudios históricos.

En este libro el lector descubrirá, entre otros muchos desestabilizadores asuntos, que:

–Eminentes microbiólogos y astrofísicos defienden que nuestro ADN es artificial y probablemente somos la creación de una civilización alienígena.
–Hay evidencias notables de que seres de otros mundos nos visitaron en un pasado remoto, siendo tomados por dioses.
–Las tradiciones y libros sagrados de diversas religiones –incluida la judeo-cristiana– describen contactos con extraterrestres.
–En la Tierra habitaron otras humanidades en un remoto pasado.
–Sobre la faz de nuestro planeta existieron civilizaciones desaparecidas con un enorme desarrollo tecnológico, muy anteriores a la egipcia y a la sumeria.
–Los científicos ya poseen pruebas de que existe vida después de la vida.
–Está plenamente aceptado que hay infinidad de universos paralelos en donde pueden existir formas de vida.
–El fenómeno OVNI constituye una prueba de que esas inteligencias dimensionales están con nosotros desde el principio de los tiempos.

http://www.edicionescydonia.com/conocimiento/conocimiento.html

50geprehistoriam50 GRANDES ENIGMAS DE LA PREHISTORIA José Luis Cardero López

Este libro es un viaje por los más sorprendentes enigmas de la Prehistoria. El autor, un reconocido antropólogo, responde a preguntas como las siguientes: ¿En qué creían nuestros ancestros? ¿Qué ritos practicaban para contactar con el Más Allá? ¿Eran caníbales? ¿Qué significan las pinturas y grabados rupestres que nos legaron? ¿Utilizaban un lenguaje para comunicarse? ¿Entonaban canciones? ¿Quiénes eran los chamanes y cuál era su poder dentro de la comunidad? ¿De qué y cómo se alimentaban? ¿Creían en Dios? ¿Vivían en parejas o practicaban el amor libre? Éstas y otras muchas cuestiones tienen solución en este apasionante trabajo.

http://www.edicionescydonia.com/50geprehistoria/50geprehistoria.html
http://www.edicionescydonia.com/nove.htm

portada Historia antigua de Persia (2)HISTORIA ANTIGUA DE PERSIA
De Ciro a Alejandro Felip Masó Ferrer

Tradicionalmente la historia de los medos y de los persas ha sido vista casi de forma exclusiva desde la óptica de las fuentes clásicas, con la consabida distorsión histórica que comporta el hecho de que sus autores fueran los vencedores de los diferentes conflictos bélicos que los enfrentaron. De ahí llega la imagen de los persas como bárbaros, despóticos y absolutistas, frente a los civilizados, tolerantes y democráticos griegos, y que incluso títulos puramente administrativos como el de sátrapa, hayan quedado definidos en nuestras lenguas con una clara connotación peyorativa. Así, el enfrentamiento entre los mundos de los defensores de la libertad y de los imperialistas dominadores ha marcado durante décadas el estudio de estos pueblos. Pero una lectura más amplia de todas las fuentes, clásicas y orientales, un acercamiento a la cultura, arte y religión de los medos y los persas y sobre todo, la capacidad de tener una perspectiva histórica libre de connotaciones de cualquier tipo, nos permitirá conocer cuál era en realidad la identidad de estos pueblos y sorprendernos al constatar la gran cantidad de influencias artísticas, literarias, mitológicas, iconográficas, filosóficas y religiosas que han legado a nuestra cultura.

http://dstoria.com/

19471gEL NAÚFRAGO DE LA GRAN ARMADA Fernando Martínez Laínez

A finales del siglo XVI España emprende una ambiciosa campaña naval contra Inglaterra. Es un momento crítico, cuando el poderío imperial hispano empieza a declinar, los problemas en Flandes se multiplican y piratas ingleses  como Francis  Drake atacan Cádiz y las ciudades españolas en el Caribe,  y son recibidos en Londres con todos los honores.

Entre espías, monarcas,  jefes militares,  consejeros  y  rebeldes irlandeses, en un desfile histórico en el que aparecerán todos los personajes y las intrigas de la alta política del momento, comprenderemos la razón de ser de la Gran Armada, una empresa que acabó siendo la más desastrosa del reinado de Felipe II.

Y así llegaremos hasta el capitán Francisco de Cuéllar y su extraordinaria aventura. Cuéllar, trasTras el naufragio de su barco,  destrozado por los vientos y el oleaje contra la costa irlandesa en el otoño de 1588, Cuéllar emprendió una marcha dantesca en solitario por el interior de Irlanda. Fue un intento desesperado para escapar de la muerte segura que le esperaba si era capturado, como ocurrió ocurrió con otros muchos náufragos españoles de la expedición, asesinados y desvalijados en cuanto pisaron tierra firme.

http://www.edicionesb.com/catalogo/autor/fernando-martinez-lainez/1286/libro/el-naufrago-de-gran-armada_3649.html

El tiempo es el que es OK.inddEL TIEMPO ES EL QUE ES (El Ministerio del Tiempo)
Anaïs Schaaff / Javier Pascual

En la biblioteca de un convento, alguien fotografía un códice del siglo VIII. Pasando páginas, llega a una en la que con caligrafía moderna se lee: «Me llamo Elías Sotoca y estoy atrapado en el año 780». Cuando la noticia llega al Ministerio del Tiempo, la sorpresa es total. Sotoca es un agente de alto nivel al que se dio por desaparecido hace años. Amelia, Alonso y Julián parten de inmediato hacia 780 para rescatar al compañero perdido.

Tras la misión en el medievo, la patrulla acaba por error en Cartagena de Indias, uno de los puertos más importantes de la época colonial, en el año 1603. Allí deben convencer al capitán de uno de los galeones de que les permita embarcar, como paso previo para regresar a 2016. Pero entonces conocerán a un personaje histórico que sobrevive en el anonimato y que deberán salvar para que la historia no cambie.

Cuando parece que todo ha terminado, se produce una emergencia que requiere la inmediata participación de los agentes; con apenas 20 años, Lola Mendieta que aún no ha ingresado en el Ministerio es detenida por los nazis en Canfranc. ¿El motivo? Ser espía de las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial. Lo que en principio parece una sencilla misión de rescate se complicará hasta el punto de que la victoria final de los aliados sobre los nazis se ponga en peligro.

Tres misiones. Tres épocas. Y un sinfín de aventuras con el personaje de Lola Mendieta como leitmotiv entre ellas. Bienvenidos a la primera novela de El Ministerio del Tiempo titulada, como no podía ser de otra manera, El tiempo es el que es.

http://www.megustaleer.com/libro/el-tiempo-es-el-que-es-el-ministerio-del-tiempo/ES0144542

portada_curiosidades-de-la-historia-con-el-ministerio-del-tiempo_rtve_201603041145CURIOSIDADES DE LA HISTORIA CON EL MINISTERIO DEL TIEMPO

¿Sabías que cuando llegaron los romanos a la Península se volvieron locos con una salsa española? ¿Que los nazis buscaron en España el Santo Grial como si de una película de Indiana Jones se tratara? ¿Que Felipe II, Bloody Mary o Isabel I estuvieron relacionados con la alquimia
y la astrología? ¿Es cierta la fama de ninfómana de Isabel II? En este libro encontrarás anécdotas que explican la historia de España de forma amena y divertida. De la mano de El Ministerio del Tiempo, la exitosa serie de La 1 de TVE, descubrirás nuestro fascinante pasado desde una perspectiva diferente.

http://www.planetadelibros.com/libro-curiosidades-de-la-historia-con-el-ministerio-del-tiempo/206874

Cd-326AHORA INTENTA DORMIR
Emilio Bueso

«Hubo una época en la que escribir me producía unas pesadillas que luego usaba para escribir y así provocarme más pesadillas. El círculo vicioso bien pudo haberme costado un ictus, pero hubo suerte y en vez de matarme la cabeza por completo conseguí darles forma a buena parte de los relatos que he reunido en este libro».

AHORA INTENTA DORMIR reúne los relatos de Emilio Bueso hasta la fecha, en los cuales se muestra la singularidad y versatilidad del autor para transformar la realidad en entornos de pesadilla. Los hay terroríficos y apocalípticos, poéticos y diabólicos, premiados e inéditos. Casi todos tienen un cierto impulso onírico, casi todos causan extrañeza, pero ninguno sirve para dormir. Felices sueños…

http://www.valdemar.com/product_info.php?products_id=781

cubierta-en-alta-resolución_356375¿HUMANOS O POSTHUMANOS?
Singularidad tecnológica y mejoramiento humano
Coordinación de Albert Cortina y Miquel-Àngel Serra.

¿Estamos dispuestos a aceptar una especie humana mejorada tecnológicamente a partir de la transformación radical de sus condiciones naturales? ¿Se está produciendo ya la singularidad tecnológica que dará lugar a un salto evolutivo irreversible del género humano hacia el posthumano? ¿Qué papel desempeñan la conciencia, la ética y la democracia para controlar los abusos en este proceso?

Los autores, desde una apuesta decidida por el refortalecimiento, en este siglo xxi, de un humanismo renovado, nos introducen de forma abierta y crítica en los conceptos de singularidad tecnológica y mejoramiento humano, así como en la agenda internacional del transhumanismo. Esta agenda nos conduce a la interacción e incorporación en nuestro cuerpo y en nuestra mente de tecnologías emergentes, como la nanotecnología, la biotecnología, la tecnología del conocimiento y de la información, la inteligencia artificial, la robótica, la biomimética o la neurociencia espiritual.

Este libro parte de dos artículos de opinión aparecidos en el periódico La Vanguardia, artículos que generaron un amplio debate en el que participaron, a lo largo de doce meses, 213 voces reconocidas en su ámbito de especialización científico, tecnológico, sociológico, urbanístico, jurídico, filosófico, artístico, teológico o espiritual. A través de este elenco de aportaciones, el libro facilita que el lector tome conciencia respecto a los nuevos acontecimientos que se nos avecinan, sin renunciar por ello a una humanidad más humana, integrada en la sabia naturaleza que nos acoge y de la que formamos parte inescindible dentro de un cosmos que nos sitúa ante el misterio.

http://www.fragmenta.cat/es/fragmentos/cataleg/fragmentos/356422

portada_alta_definicion_340x515.041518387MEDIOS DEMOCRÁTICOS. Una revolución pendiente en la comunicación
Pascual Serrano

Una de las revoluciones más significativas que se está dando en los países progresistas de América Latina es la de la comunicación. Mientras los grandes medios se han convertido allí en agentes de intervención política y en algunos casos de desestabilización, los gobiernos de Venezuela, Argentina, Bolivia o Ecuador, entre otros, con el apoyo de grandes sectores populares, han comenzado a tomar iniciativas sin precedentes.

Conocer las iniciativas y el debate sobre los medios en América Latina puede ayudar a que los países de esa región conozcan mejor lo que hacen sus vecinos, y en España a que se comience a discutir sobre el asunto y abrir las puertas a una verdadera democratización de la información.

http://pascualserrano.net/es/libro/d2622d46062811e6ba3e3860774f33e8/medios-democraticos-una-revolucion-pendiente-en-la-comunicacion/

portadaanticristoPROYECTO ANTICRISTO La conspiración Illuminati
en el siglo XXI Miguel Pedrero

Esta novela es el fruto de las entrevistas que mantuvo el autor –un conocido periodista de investigación– con personajes vinculados al mundo del espionaje, la política y la economía. La protagonista es Ana Maldonado, agente del CNI –el servicio secreto español– que recibe el encargo de infiltrarse en una secta satánica a la que pertenecen importantes personalidades españolas y que, según los datos en poder del CNI, es la tapadera de una operación encubierta de la CIA. A lo largo de la trama, Maldonado irá descubriendo que los hombres más poderosos del planeta profesan una filosofía satánica, que son los herederos de la Orden Illuminati –fundada en 1776– y que su pretensión es generar el caos en el planeta para alcanzar un Gobierno Mundial dirigido desde la sombra por las grandes transnacionales….

http://www.edicionescydonia.com/proyectoanticristo/proyectoanticristo.html

IMPERFECTALA HISTORIA IMPERFECTA Xavier Bartlett

El origen del hombre y de la civilización, ¿sucedió tal como nos lo cuentan en la escuela o en la universidad?

¿Qué grado de certeza tenemos respecto a algunas concepciones ya consolidadas? Frente a la investigación académica, numerosos autores han explotado un género literario, conocido como historia o arqueología alternativa, que intenta retar el conocimiento aceptado según el consenso científico. Este fenómeno, que pretende «reescribir la historia», ha sido, sin duda, un éxito de ventas durante mucho tiempo, pero… ¿hasta qué punto sus postulados son creíbles? ¿Es posible que algunas de las propuestas alternativas apunten a nuevas líneas de investigación, o bien son meras especulaciones basadas en la atracción por el misterio? ¿Pueden aportar algo al debate científico o son simples productos culturales de consumo?

La historia imperfecta describe y analiza el panorama internacional de este género desde sus inicios a través de sus autores más destacados y sus teorías más difundidas, comparando en un equilibrado contraste lo que es científico y lo que es pseudocientífico, en un enfoque hasta ahora no emprendido, que huye tanto de la mera refutación académica como de la tentación de la fantasía literaria.

http://www.edicionesobelisco.com/libro/2000/la-historia-imperfecta

http://laotracaradelpasado.blogspot.com.es/p/la-historia-imperfecta.html

9788497008204ARQUEOLOGÍA IMPOSIBLE Francisco González

¿Cómo es posible que encontremos construcciones semejantes en puntos tan alejados del planeta? Como si de un relato de detectives se tratara, el autor va descubriendo asombrosos vínculos entre los maestros constructores de la antigüedad. Escrito por uno de los investigadores más respetados en el ámbito de las civilizaciones desaparecidas, Arqueología Imposible desvela las claves ocultas tras algunos de los más insondables misterios de nuestro pasado.

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NORTH SENTINEL, LA ISLA IMPENETRABLE

Fotografía de satélite comparando la isla antes del tsunami de 2004 y después. Se aprecia que el contorno de tierra firme permanece invariable, pero el arrecife pasa de estar sumergido a completamente expuesto.
Fotografía de satélite comparando la isla antes del tsunami de 2004 y después. Se aprecia que el contorno de tierra firme permanece invariable, pero el arrecife pasa de estar sumergido a completamente expuesto.

North Sentinel, la isla perdida en el mar que nadie ha conseguido explorar en 200 años

La isla de North Sentinel, en la bahía de Bengala al suroeste de las Islas Andaman, dentro del océano Índico, es uno de los pocos reductos completamente apartados de la civilización humana. Un lugar fascinante poblado por indígenas tan agresivos y hostiles que al mundo simplemente ha dejado de importarle.

Los sentineleses, un grupo de entre 40 y 500 personas (nunca ha podido determinarse con exactitud) forman parte de los llamados pueblos aisladosuncontacted people en inglés, poblaciones tan remotas o tan perdidas que continúan separadas del resto de la civilización.

La mayoría de veces ese aislamiento se debe a cuestiones geográficas o políticas. Otras, como el caso que hoy nos ocupa, a que dicha población ha defendido con fiereza cualquier tipo de contacto con el mundo exterior. Helicópteros, buques cargueros, cámaras de televisión o armas de fuego: la respuesta de los sentinelese (el nombre que reciben los misteriosos habitantes de North Sentinel) siempre se ha acompañado de indiferencia y flechas, piedras e insultos.

Así, durante miles de años y hasta que en 1880 un explorador llamado Maurice V. Portman consiguió poner pie por primera vez en la isla, North Sentinel y los sentineleses han permanecido aislados y apartados del resto del mundo. A día de hoy, ni la tecnología, ni las leyes, ni el turismo o las leyendas en torno a ella han conseguido cambiarlo.

La isla de North Sentinel

North Sentinel se encuentra en las coordenadas 11° 33′ 0″ N, 92° 14′ 0″ E, tiene una posición privilegiada dentro del Oceáno Índico, lo suficientemente aislada del continente (la India, Birmania y Tailandia como principales vecinos) como para que un viaje hasta allí suponga un buen trecho en barco o avión, pero también relativamente cerca de lasAndaman, un conjunto de Islas relativamente civilizadas y administradas por el gobierno Indio. Viven en estas últimas unas 300.000 personas.

Históricamente, las Andaman se utilizaron como lugar de exilio para presos cuando India era una colonia del Imperio Británico (se independizó en 1947), allí se los destinaba a labores de minería, tala y exploración de los recursos naturales. Algunos de esos presos, y las historias en torno a ellos, acabaron siendo parte también de las leyendas en torno a North Sentinel.

North Sentinel en sí es muchísimo más pequeña, unos 72 kilómetros cuadrados, más o menos las dimensiones de la isla de Manhattan, en Nueva York. Está rodeada por una fina línea de playa, que es lo máximo que la civilización ha conseguido discernir en la isla más allá de fotos por satélite y, sobre todo, una barrera de arrecife. Es demasiado pequeña para colonos o para ser de interés a poderes gubernamentales (sobre todo porque las Andaman están a unas horas en barco: son mayores y con mejores recursos). Ese arrecife de coral submarino previene no sólo que grandes embarcaciones se aproximen demasiado a la isla sino que la deja prácticamente inaccesible durante 10 de los 12 meses del año. Hay muchos motivos, como se detalla algunos párrafos más abajo, que han mantenido a North Sentinel aislada del resto del mundo durante miles de años, pero el arrecife de coral ha supuesto su principal barrera natural todo ese tiempo.

En 2004, el tsunami del Océano Índico azotó con violencia la isla. La placa tectónica sobre la que se encuentra se inclinó ligeramente, elevando su altitud unos 2 metros y provocando que gran parte de ese arrecife se elevase sobre el nivel del mar, acentuando aún más la barrera entre el mundo exterior y la selva intrincada que recubre la práctica totalidad de la isla.

Las aguas que rodean North Sentinel, debido a todos estos factores, tienen pesca abundante, un hecho que también ha contribuido en la particular historia del lugar.

El encallamiento del Primrose

Imagen: Capitán Robert Fore.
Imagen: Capitán Robert Fore.

La historia de cómo la civilización, después de siglos olvidadándose, volvió a acordarse de los sentinelese y su isla comienza en medio de una tormenta a mediados del siglo XX.

Esa historia se remonta hasta una noche del 2 de agosto de 1981 en el que el carguero Primrose, proveniente de Hong Kong, encalla accidentalmente. A la mañana siguiente, y a plena luz del día, la tripulación comprueba rápidamente dos cosas: por un lado que un arrecife de coral no registrado en las cartas de navegación de la época es el responsable de sus desdicha, por otro que a apenas unos 10 kilómetros se encuentra una isla paradisíaca aparentemente desierta. No hay carreteras ni señales de actividad humana, tampoco edificios ni registros concretos en el barco sobre qué es exactamente lo que tienen delante más allá de un nombre: North Sentinel Island. El capitán, por precaución, ordena a todo el mundo permanecer a bordo.

Unos días más tarde la tripulación advierte de nuevo que varias formas humanas han aparecido en la playa. Inicialmente se piensa que forman parte del equipo de rescate que habían solicitado por radio desde el momento del encallamiento, pero una simple pasada con binoculares descarta rápidamente esa teoría: las formas oscuras pertenecen a unos nativos de piel muy oscura, totalmente desnudos, que gritan en su dirección con cara de pocos amigos y los amenazan con piedras, arcos y otro tipo de armas. Nervioso ante un posible ataque, el capitán redobla la petición de auxilio por radio.

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El Primrose encallado en North Sentinel.

Unos días más tarde, los sentinelese han comenzado incluso la construcción de botes en la propia playa con la intención de abordar el carguero hasta que, por fin, un helicóptero se acerca a evacuar a la tripulación del Primrose. Gracias a Google Maps todavía pueden verse desde el cielo los restos del Primrose, encallados en el coral de North Sentinel.

Una recepción nada amistosa

Lo que la tripulación del Primrose ignoraba es que unos 7 años antes, en 1974, una expedición formada por el entonces rey de Bélgica Leopoldo III y algunos gobernadores de las islas Andaman y Nicobar reparó de nuevo, y casi por accidente, en North Sentinel.

El intento de atracar en la isla fue desbaratado por un único guerrero que, armado con un arco comenzó a disparar con el pequeño bote que se aproximaba a la playa. Una de las flechas consiguió impactar en el muslo de uno de los camarógrafos registrando el encuentro ante lo que automáticamente dieron media vuelta, subieron al barco y olvidaron rápidamente el tema, dejando a los Sentinelese y a su isla relativamente tranquilos durante algunos años más (otro barco, el MV Risley, había encallado también un tiempo antes que el Primrose, en 1977).

Una tribu más antigua que las pirámides o los mamuts

Que sepamos, la mayor aproximación por parte de la civilización a los Sentinelese lo realizó Maurice Portman en 1880, hace un siglo y medio. En la década de los 90, finales del siglo XX, algunos antropólogos y ONGs indias consiguieron intercambiar regalos (sobre todo cocos y plátanos) con la tribu, pero la mayoría de encuentros fueron tensos, toscos y, una vez aceptados los presentes, los Sentinelese dejaban bien claro con arcos y flechas que preferían estar solos. Si el comité de bienvenida era demasiado abundante, se retiraban directamente y desaparecían entre la profundidad de la maleza.

Fotografía tomada en la década de los 80 con un teleobjetivo.
Fotografía tomada en la década de los 80 con un teleobjetivo.

 

Esto hace que sepamos realmente muy poco sobre su origen, su cultura y cómo es en realidad la vida dentro de North Sentinel. Varios estudios antropológicos calculan que llevan allí viviendo unos 65.000 años y que son descendientes de los primeros pobladores de África, un dato fascinante. 65.000 años, en perspectiva, implica que estaban allí 35.000 años antes de la última glaciación, 55.000 antes de que desapareciesen los últimos mamuts y unos 62.000 antes de que los egipcios construyesen las pirámides de Giza.

Se ha observado que las tortugas han aprendido a evitar a los sentinelese, puesto que a pesar de su belleza las tortuga no son los animales intelectualmente más brillantes del planeta, la respuesta se debe probablemente a una progresión evolutiva, lo que apunta a la permanencia durante miles de años de los sentinelese en dichas tierras. Van desnudos, pero sus ornamentos corporales y pinturas son muy similares a los de los Onge-Jarawa, con los que probablemente alguna vez compartieron más que agresiones.

Esa piel oscura no sólo los relaciona con las primeras tribus africanas sino que además, curiosamente, ha permitido dar pie a algunas de las teorías sobre la brutal hostilidad que los Sentilenese muestran ante cualquier extranjero. Es posible que durante años varias rutas de captura de esclavos parasen en sus aguas con la intención de capturar nativos. El conocimiento en sí de la isla se remonta a casi 2000 años atrás cuando Tolomeo hace referencia a una “isla de caníbales” en medio de la bahía de Bengala. Marco Polo describiría a las tribus de las Islas Adaman en 1290 como “salvajes y despiadadas, no dudarían un momento en capturar al extranjero incauto y comérselo vivo”.

Algunas de las fotos que Portman tomó, aunque se duda de su veracidad. Foto: Crédito desconocido.
Algunas de las fotos que Portman tomó, aunque se duda de su veracidad. Foto: Crédito desconocido.

No existen muchas referencias a lo largo de la historia sobre North Sentinel hasta el siglo XIX, con las ya mencionadas referencias de Maurice Portman y que son, aún así, bastante ambiguas. Portman desarrolló labores mitad antropológicas, mitad de exploración en las Andaman. Para conseguir poner pie en North Sentinel utilizó una técnica que los colonos británicos habían desarrollado en aquellos años: capturar a un miembro de una tribu cercana, convencerlo de sus buenas intenciones a base de regalos y agasajos, para luego montarlo en un barco y utilizarlo como prueba de buena fe ante los nativos. Parece que Portman consiguió dar con un miembro de la tribu de los Sentinelese (algo que probaría en cierto sentido que en aquella época la tribu no era tan cerrada como hasta ahora) y volvió con él hasta su isla natal. La cuestión es que Portman a menudo falsificaba las fotos con montajes y miembros de otras tribus así que las fotos y la documentación recogida de aquel viaje, más allá de su curiosidad anecdótica histórica, no tiene demasiado valor.

Portman con nativos de las Islas Andaman.Foto: Crédito desconocido.
Portman con nativos de las Islas Andaman.Foto: Crédito desconocido.

 

Lo que sí resulta sorprendente es que Portman consiguió poner pie en la isla no una si no dos veces. Tiempo después del primer intento, y desde la vecindad de las Islas Andaman, Portman y su equipo oyeron varios cañonazos proveniente de las cercanías de North Sentinel, señal que interpretaron como proveniente de un barco en apuros. Tras llegar, de nuevo, a North Sentinel y después de varios días de búsqueda infructuosa, decidieron volver con las manos vacías. No había, en realidad, barco alguno. Lo que Portman oyó fue en realidad la explosión y posteriores erupciones del volcán Krakatoa, una de las más letales conocidas por el hombre y cuya también fascinante historia se detalla aquí. Como dato: el Krakatoa se encuentra a unos 2500 kilómetros de North Sentinel y las Andaman.

En 1986, varios presos fugados de las instalaciones penitenciarias de Andaman fueron a parar a North Island. Sus cadáveres se encontraron, deformados por el mar, semanas más tarde.

Tras las aventuras de Portman, los Sentinelese continuaron en paz durante casi otro siglo más. Resulta sorprendente que, a día de hoy, sabemos de ellos poco más de lo que indagó Portman en 1880.

En el siglo XX

Los encallamiento en el arrecife de North Sentinel y el incidente con elPrimrose no fueron suficientes para alterar en última instancia la paz de los sentinelese, pero sí trajo sobre ellos lo último que deseaban: atención.

Tras la independencia de Inglaterra en 1947, India no había reparado demasiado en la presencia de la remota North Sentinel, perdida en medio del Índico. El Primrose consiguió que al gobierno le despertase, como mínimo, curiosidad en torno al misterio del lugar y decidió poner al departamento antropológico y cultural del gobierno sobre la Isla para ver si podían “domesticar” a los sentineleses.

Dos de las mejores fotografías que existen sobre los sentinelese. A la derecha, una mujer sostiene un coco ofrecido como regalo. A la izquierda, un hombre se sujeta el pene demostrando que “agárrame los huevos” es un símbolo más internacional de lo que pueda pensarse. Foto: Guardia Costera India.
Dos de las mejores fotografías que existen sobre los sentinelese. A la derecha, una mujer sostiene un coco ofrecido como regalo. A la izquierda, un hombre se sujeta el pene demostrando que “agárrame los huevos” es un símbolo más internacional de lo que pueda pensarse. Foto: Guardia Costera India.

Durante la década de los 80 y principios de los 90 varias expediciones, ninguna con éxito, intentaron poner pie en territorio sentinelese y establecer comunicación con los nativos. En uno de esos intentos, y tras el correspondiente intercambio de flechas, piedras y “agárrame los huevos”, un guardia más nervioso de la cuenta realizó un disparo al aire. La respuesta de los Sentinelese fue responder con una andanada todavía más agresiva de flechas. Dicho de otro modo: se sospecha que sabía lo que son las armas de fuego. Lo que no se sabe es cómo.

Con todo y hacia 1995, después de repetidos regalos e intentos de aproximación, algunas de las estrategias parecieron dar resultado. A esa época pertenecen las fotografías superiores, las mejores que se tienen de la tribu.

Por desgracia, en 1997 la crisis de los Jarawa en las Islas Andaman, una tribu prácticamente extinta debido a las políticas del gobierno indio con respecto al turismo, levantó la atención de varias organizaciones de los derechos humanos. Varias campañas de Survival International, dedicada a preservar los derechos de dichas tribus, motivaron a que en 1997 un gobierno indio aburrido y abrumado del todo ante la falta de resultados decidiese interrumpir las visitas a la isla, que ha permanecido más o menos tranquila desde entonces.

This rare picture, shot from a helicopter by Indian Coast Guard, shows Sentinelese tribesmen walking on the boat belonging to two fishermen who were killed Jan 26 2006 when they strayed onto North Sentinel Island on the Andaman and Nicobar Islands. The Sentinelese, a La barca de los pescadores asesinados. Foto: Guardia Costera India.resist all contact with the modern world.
La barca de los pescadores asesinados. Foto: Guardia Costera India.

Una de las excepciones se produjo en 2006, cuando dos pescadores borrachos acabaron en las inmediaciones de North Sentinel. Los sentineleses los mataron sin pensarlo mucho y enterraron sus cuerpos en la playa. Ninguno de los intentos de la Guardia Costera India pudo recuperarlos.

Algunos informes, no confirmados, hablan también de otros pescadores que consiguieron poner pie en la isla y volver sanos y salvos. La otra excepción, ajena a la voluntad del hombre, se debe al tsunami de 2004 en el Océano Índico.

El Tsunami de 2004

Imagen: Cristian Caron/Flickr
Imagen: Cristian Caron/Flickr

Debido al caos tras el tsunami, las autoridades indias no enviaron a comprobar el estado de North Sentinel y su población hasta pasados unos días del desastre. El terremoto sacudió con tal fuerza la zona que las exceptivas de supervivencia por parte del gobierno eran más bien bajas. La realidad, sin embargo, es que cuando el helicóptero comenzó a sobrevolar la isla la respuesta fue exactamente la misma que en las ocasiones anteriores: flechas, piedras, insultos. De algún modo, los sentinelese seguían vivos y aparentemente sanos.

En enero de 2005, unas semanas después del terremoto, Cristian Carontomó con un teleobjetivo una de las últimas fotos que disponemos de la tribu. Puede verse ya como la barrera de coral ha emergido de las aguas pero el aspecto de los nativos parece, salvando las limitaciones que impone las distancias, saludable. Se desconoce totalmente cómo han conseguido los sentinelese sobreponerse a las consecuencias del tsunami.

El futuro de North Sentinel

Hoy en día India ha establecido un cerco de 3 millas en torno a North Sentinel, y la Guardia Costera patrulla con frecuencia para asegurarse de que se cumpla.

Los motivos por los que la isla continúa aislada de la civilización son simples: no le interesa demasiado a nadie. No es rica en recursos, no tiene una posición particularmente estratégica y el arrecife de coral se encarga que el acceso se dificulte mucho durante la mayor parte del año. Por otro lado la fiereza con la que los sentinelese defienden su territorio hace que sea más simple, pese a la curiosidad, simplemente ignorarlos. El contacto con la civilización, por otro lado, probablemente provocase en ellos enfermedades y afecciones para los que su sistema inmune no está preparado. La cuestión es durante cuánto tiempo más eso seguirá siendo así.

El número de pesca ilegal en la zona se ha multiplicado, y varios ferrys al borde de la legalidad ya operan acercando a turistas y curiosos hasta el límite.

Mientras tanto, North Sentinel continuará siendo una cápsula temporal aislada de todo, un lugar primigenio y misterioso apartado de la garra a menudo más abusiva que permisiva del hombre, uno de los lugares más fascinantes de la Tierra.

CARLOS REBATO            Gizmodo

Más información:

CHARLES WARREN. EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA

charles_warren_carbon_print_portrait_by_herbert_rose_barraud_of_londonCuando escribí Operación trompetas de Jericó, mi primera intención fue tratar de ofrecer una visión del arca que huyese de lo esotérico y sensacionalista, para centrarme en un estudio serio y riguroso de las fuentes documentales y arqueológicas. Todo ello para intentar entender la auténtica naturaleza de este objeto de poder, pero también el lugar en donde pudo quedar oculto. En el libro también me ocupé de rescatar del olvido, los hechos protagonizados por todos aquellos aventureros, iluminados, arqueólogos o historiadores que, en un momento u otro de sus vidas se sintieron tentados por la búsqueda del Arca de Dios.

Entre ellos destacó un joven oficial del ejército británico, Charles Warren, cuya biografía hizo que se le considerase como uno de los más afamados aventureros ingleses del siglo XIX, y eso por muchos motivos. Siendo muy joven marchó hacia Palestina, para participar en diversas campañas arqueológicas, y posteriormente puso su talento al servicio de un Imperio que por aquel entonces se extendía por medio mundo. En el África más meridional destacó por su valerosa participación en diversos conflictos, como el de Bechuanalandia, para más tarde ponerse al mando de una guarnición inglesa situada en Suakim. Pero el prestigio del oficial fue subiendo con tal rapidez que pronto fue puesto al frente de las tropas coloniales de Singapur, todo un logro que le permitió asumir el grado de Teniente General, con el que participó en la guerra de los bóers, en donde nuevamente pudo demostrar sus habilidades militares durante la célebre ofensiva de Natal.

Su carrera al servicio de Su Majestad fue premiada con el desempeño de importantes cargos administrativos, primero en la Ciudad del Cabo, y después en la propia city londinense, en donde sabemos que participó como alto responsable policial de Londres entre el 1886 y 1888, en la investigación de los asesinatos perpetuados por Jack el Destripador. De él sabemos que fue un reconocido masón y que además participó, de forma directa, en la fundación del movimiento Scout, aunque si por algo se recordará a este apasionante personaje fue por la extravagante búsqueda que llevó a cabo muchos años atrás, cuando en el 1867 marchó hacia la ciudad de Jerusalén para intentar encontrar el Arca de la Alianza.

El arca de la Alianza de Moises

El joven Charles Warren fue contratado ese mismo año por el Fondo para la Exploración de Palestina para excavar en el Monte Moriá, y aunque adolecía de la más mínima formación académica, intentó desde el primer momento compensar su falta de experiencia demostrando un pundonor y una valentía que sorprendieron a propios y extraños.

Nada más llegar a Tierra Santa, se encontró ante la negativa de las autoridades turcas para dejarle excavar en las proximidades de dos de los edificios más sagrados del islam: la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa. Desde el principio todo le pareció salir mal, pero a Warren no pareció importarle mucho, porque había llegado hasta este lugar para ver cumplido un sueño, y nadie iba a impedírselo, por lo que decidió hacer las cosas a su manera.
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Armado de valor, logró deslizarse junto al resto de su equipo por el lado norte de la muralla, y allí excavó un túnel para poder adentrarse y profundizar hasta llegar hasta las entrañas de la Colina del Templo, pero su trabajo, desgraciadamente, no pasó desapercibido, pues llamó la atención de los fieles que día tras día, se agolpaban en el interior de la mezquita para rendir culto a su dios.

Tocaba correr, y mientras lo hacían , seguidos bien de cerca por una turba de indignados palestinos, una lluvia de piedras cayó sobre sus cabezas, descalabrando a más de uno. Ante esta situación, el gobernador de la ciudad decidió intervenir paralizando definitivamente las excavaciones.

Charles Warren no se había salido con la suya. Nunca pudo demostrar al mundo que la Montaña del Templo escondía el más anhelado objeto arqueológico de todos los tiempos, aunque unos años más tarde, en 1911, un aristócrata llamado M. B. Parker llegó junto al excéntrico esoterista Valter Juvelius, para continuar con las investigaciones en donde Warren las había dejado. Una nueva aventura estaba a punto de iniciarse.
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Información extraída del libro: Operación Trompetas de Jericó. Editorial Nowtilus, Madrid, 2015.

JAVIER MARTÍNEZ PINNA