Todavía estamos a décadas, -si no siglos-, de ser capaces de transferir una mente a un superordenador. Es una fantástica perspectiva de futuro que hace a algunas personas increíblemene aprensivas. Pero una vida digital tiene beneficios considerables. He aquí por qué usted debería considerar seriamente la transferencia.
Como he señalado antes, la transferencia no es un hecho; hay muchas cuestiones conceptuales, tecnológicas, éticas y de seguridad por superar. Sin embargo, para los propósitos de esta explicación, vamos a suponer que las cargas o transferencias digitales de mentes, con el tiempo serán posibles, ya sea a partir de la exploración y la cartografía del cerebro, seccionamiento cerebral en serie, imágenes cerebrales, o por algún proceso desconocido.
De hecho, es una posibilidad de la que vale la pena hablar. Muchos científicos creíbles, filósofos y futurólogos creen que no hay nada inherentemente intratable sobre el proceso. El cerebro humano, -un sustrato aparente independiente de la máquina de Turing-, se adhiere a las leyes de la física en un universo material. Con el tiempo, vamos a ser capaces de crear un modelo del mismo utilizando material no biológico , e incluso convertir, o transferir cerebros analógicos existentes a otros digitales.
Así, suponiendo que vivirá lo suficiente para ver, -y reunir el valor para dar el salto paradigmático del espacio carnal al ciberespacio-, esto es lo que podría esperar:
El fin de las funciones biológicas básicas
Una vez que estés viviendo como un flujo de unos y ceros usted nunca tendrá que preocuparse por el olor corporal, ir al baño, o tener que lavarse los dientes. Usted no tendrá que dormir o tener relaciones sexuales, -a menos que, por supuesto, se programe a sí mismo de tal manera que quiera y necesita hacer estas cosas (lo llaman una elección estética purista).
Al mismo tiempo, no tendrá que preocuparse por el aumento de los niveles de colesterol, los trastornos relacionados con la edad, y huesos rotos. Pero tendrá que preocuparse de los virus (aunque serán de un tipo radicalmente diferente), piratas informáticos y el acceso sin trabas a la capacidad de procesamiento.
Vida radicalmente extendida
El final de una vida humana biológica orgánica ofrecerá la posibilidad de un uno indefinidamente largo. Para muchos, la inmortalidad virtual será el atractivo principal de la transferencia. En tanto que la supercomputadora en la que resida sea segura y fiable (por ejemplo, la planificación de un éxodo del sistema solar, cuando el Sol entre en su agonía de muerte), usted debería ser capaz de vivir hasta que el universo colapse en el Big Rip – algo que no debería suceder en otros 22 millones de años.
Creación de copias de seguridad
Hablé con el futurista John Smart acerca de esto. Él es alguien que ha fomentado el desarrollo de las tecnologías necesarias para la preservación y sublimación del cerebro. Con ese fin, es el vicepresidente de la Fundación Cerebro-Preservación, un grupo de investigación sin fines de lucro que trabaja para evaluar, -y premiar-, varias estrategias de preservación.
Smart dice que es una buena idea crear una transferencia como una copia de seguridad para su yo biológico mientras usted todavía está vivo.
«Estamos realmente infravalorando el valor de esto», dijo a io9. «Con la imagen por resonancia magnética a escala molecular, lo que puede ser posible para las grandes muestras de tejido en unas pocas décadas, y que funciona hoy para unos pocos nanómetros cúbicos, las personas podrían hacer autoescaneados no destructivos (transferencia) de sus cerebros mientras están vivos, a mediados y finales del siglo 21.»
Smart dice que si el tuviera una copia de seguridad así archivada, sería mucho más zen que su propia muerte biológica.
«Podría ver unos completamente nuevos movimientos filosóficos surgiendo alrededor de esto», dice. «¿Ejecutaría su transferencia como gemelo asesor mientras esté vivo? ¿O sólo lo guardará como copia de seguridad, para arrancarla cada vez que usted decide dejar la vida biológica, por cualquier razón personal? Yo creo que la gente va a querer ambas opciones, y ambas opciones serán elegidas regularmente».
Realización de prácticamente ilimitadas copias de sí mismo
En relación con la idea anterior, también podríamos crear toda una armada de nosotros mismos para cualquier propósito.
«La capacidad de hacer un número arbitrario de copias de sí mismo, para trabajar en problemas difíciles, o probar diferentes elecciones de la vida personal, y reintegrarlas más tarde, o no, como prefiera, será una nueva gran libertad de las transferencia,» dice Smart. «Esto ya sucede cuando razonamos con nosotros mismos. Estamos ejecutando varias copias de mentalidad. Y hay que tener cuidado con eso, ya que a veces puede conducir a un trastorno disociativo de la personalidad cuando se combina con grandes traumas, pero en general, múltiples modos de pensar de las personas, y varias instancias del yo, probablemente será una nueva gran capacidad y libertad».
Smart señala al ejemplo ficticio de Jamie Madrox, también conocido como el Hombre Múltiple, el superhéroe de cómic que puede crear, y luego reabsorber a los «incautos» de sí mismo, con todos sus recuerdos y experiencias.
Incremento radical de velocidad
Aparte de una indefinida vida útil, este puede ser uno de los aspectos más dulces de la transferencia. Vivir en una supercomputadora sería como el Efecto Bala de Neo o pequeños animales que perciben el mundo en cámara lenta con respecto a los seres humanos. Viviendo en un superordenador, podríamos pensar más, hacer más cosas, y la experiementar más en comparación con organismos wetware que funcionan en «tiempo real». Y lo mejor de todo, esto aumentará significativamente la cantidad de tiempo relativo que podemos tener en el universo antes del frenazo en seco.
«Creo que el potencial de aumento de la velocidad es la razón central por la que la transferencia es el siguiente paso natural para liderar la inteligencia en la Tierra», dice Smart. «Parece que estamos entrando de cabeza hacia un virtual y físico «espacio interior».
Huellas globales radicalmente reducidas
La transferencia también medioambientalmente sostenible, algo que podría ayudarnos a abordar nuestra constante creciente población, sobre todo en consideración de la radical extensión de vida radical a nivel biológico. De hecho, la transferencia de nuestras mentes a un sustrato digital puede ser en realidad una cuestión de necesidad. Claro, necesitaremos poderosas supercomputadoras para ejecutar los miles de millones, -si no billones-, de experiencias digitales individuales, pero los requisitos de energía relativamente bajos y reducidos niveles de emisiones de combustibles fósiles simplemente no pueden compararse a la carga que imponemos en el planeta con nuestra civilización corpórea.
Aumento de Inteligencia
También será más fácil en cuanto a mejorar nuestra inteligencia cuando seamos puramente digitales. Tratar de aumentar el poder cognitivo de un cerebro biológico es prohibitivamente difícil y peligroso. Una mente digital, por otra parte, sería flexible, robusta, y fácil de reparar. Mentes virtuales aumentadas podrían tener un mayor coeficiente intelectual, memoria mejorada, y mayor capacidad de atención. Sin embargo, tendremos que ser muy cuidadosos al seguir este camino, ya que podría dar lugar a una transferencia excesiva, fuera de control o incluso llevar a la locura.
Diseñador de Psicologías
Las transferencias también nos permitirán diseñar y asumir variadas modalidades psicológicas alternativas. La experiencia humana es actualmente dominada por el estándar evolutivo que denominamos no autista, aunque existen valores atípicos a lo largo del espectro autista y otros de los llamados «trastornos psicológicos». Estos marcos de procesamiento cognitivo personalizados permitirán individuos transferidos para alterar selectivamente las formas específicas y únicas en las que absorban, analicen y perciban el mundo, lo que permitirá la variación de la subjetividad, el compromiso social, la estética y los prejuicios. Estos marcos también podrían cambiarse sobre la marcha, lo que permitirá transferencias para cambiar sus marcos, dependiendo del contexto. O simplemente para probar y sentir como otra persona.
Control emocional mejorado
Algo relacionado con lo anterior, las personas transferidas también podrán monitorizar, regular, y seleccionar el estado de su bienestar subjetivo y el estado emocional subjetivo, incluyendo los niveles de felicidad.
Las transferencias podrían incumplir el espectro normal de las emociones humanas, u optar por operar dentro de una banda predeterminada de variabilidad emocional, incluyendo, más conceptualmente, la introducción de nuevas emociones. Mecanismos de seguridad podrían ser incorporados para evitar que una persona entre en una espiral depresiva debilitante, -o un estado de felicidad perpetua-, a menos que eso sea precisamente lo que la transferencia esté buscando.
Una mente colmena
La posibilidad de vincular mentes biológicas para crear una especie de telepatía tecnológicamente mejorada o teclepatía, es probable que sea posible. Pero, como he señalado antes, va a ser extremadamente difícil y complicado. Un problema fundamental será la de traducir las señales, o pensamientos, de una manera sensata de tal manera que cada persona en el enlace superior tenga la misma representación mental de un objeto o concepto determinado. Este problema de traducción podría superarse mediante el desarrollo de protocolos de comunicación cerebro a cerebro estándar, o mediante el desarrollo de software innato de traducción. Y, por supuesto, porque todas las mentes están en el mismo equipo, el establecimiento de enlaces de comunicación será sencillo.
Jugando con la física alternativa
Obviamente, las transferencias serán capaces de vivir en cualquier número de entornos de realidad virtual . Estos mundos digitales serán como versiones trucadas y totalmente inmersivas de Second Life o World of Warcraft. Pero ¿por qué limitarnos a la física del universo conocido cuando podemos retocarlo de varias maneras? Las transferencias podrían añadir o quitar dimensiones físicas, bajar el efecto de la gravedad, aumentar la velocidad de la luz, y alterar los efectos del electromagnetismo. Todas las apuestas están cerradas en términos de lo que es posible y el tipo de experiencias que podrían tener. En comparación, la vida en el mundo analógico parece dolorosamente limitada y restringida.
Descargando a un organismo externo
Sólo porque se ha transferido a un superordenador no significa que tenga que estar allí. Las personas siempre tendrán la opción de descargarse a sí mismos en un cuerpo robótico o cyborg, incluso si es sólo temporalmente. Pero según lo retratado en el clásico de ciencia ficción de Greg Egan, Diáspora, estas empresas fuera de la supercomputadora hogar tendrán con un gran inconveniente, uno que está estrechamente relacionado con el tema de la velocidad de procesamiento: Cada momento que una persona pasa en el mundo real, analógico será equivalente a meses o incluso años en el mundo virtual. Posteriormente, tendrá que tener cuidado con la cantidad de tiempo que pasa fuera de la red.
Viaje espacial interestelar
Como el futurista Giulio Prisco ha señalado, es probable que tenga más sentido enviar astronautas transferidos a misiones interestelares. Escribe:
«El alto costo de una misión espacial tripulada proviene de la necesidad de garantizar la supervivencia y la seguridad de los seres humanos a bordo, y la necesidad de viajar a velocidades extremadamente altas para asegurar que se hace dentro del curso de una vida humana. Una forma de superar esto es prescindir de los cuerpos «wetware» de la tripulación, y enviar sólo sus mentes a las estrellas, -su «software»- transferidos a circuitos avanzados, aumentados por los subsistemas de Inteligencia Artificial en el sistema de procesamiento de la nave…. Una e- tripulación, -una tripulación de humanos transferidos implementados en circuitos electrónicos de estado sólido-, no requerirá aire, agua, alimentos, atención médica, o protección contra la radiación, y puede ser capaz de soportar una aceleración extrema. Por lo tanto el tamaño y el peso de la nave espacial se reducirá drásticamente.»