OVNIS VERDADEROS Y AUTÉNTICA DESINFORMACIÓN

Mi reciente artículo sobre cómo el tema OVNI (y específicamente el tema de los «cuerpos extraterrestres en el hielo») se ha utilizado como una herramienta de desinformación ha provocado que una gran cantidad de personas se comuniquen conmigo via correo electrónico, twitter y facebook en relación con este espinoso y controvertido asunto. Y muchas de esas mismas personas parecen estar perdiendo el punto. No es de extrañar, ya que la desinformación es una mezcla turbia de realidad y ficción. Está principalmente diseñada para confundir a la persona o grupo de población, como los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos en el apogeo de la Guerra Fría, o bien, en el mundo actual, maniáticos que quieren provocar el terror.

Pero, ¿en qué medida se ha utilizado y manipulado el fenómeno OVNI y  para confundir tanto a los objetivos enemigos y la comunidad de investigación OVNI? La respuesta es: ¡en una gran medida! Si lees mi último artículo sobre este mismo tema, sabrás que se centró en las afirmaciones de que, a mediados de la década de 1950, la Fuerza Aérea de los EE.UU. encargó en secreto la creación/producción de una serie muy realista de «cuerpos alienígenas muertos».

Supuestamente, fueron utilizados en una extraña operación para (A) tratar de descubrir a agentes/simpatizantes soviéticos los Estados Unidos; y (B) confundir a los rusos sobre la verdadera extensión del conocimiento estadounidense sobre el fenómeno OVNI. De hecho, convenciendo a las más altas esferas del Kremlin que los EE.UU. habían adquirido cuerpos y tecnología extraterrestres podría muy bien haber sido percibido como una gran manera de asustar e inquietar a los Rojos.

Pero, en cuanto a los ovnis, las cosas no empezaron en 1955.

De acuerdo a un informe técnico elaborado por el programa-estudio ovni de la Fuerza Aérea, el Proyecto Grudge, allá por agosto de 1949: «Al eliminar varios incidentes adicionales debido a la vaguedad y la duplicación de esfuerzos, sigue habiendo 228 incidentes, que se consideran en este informe. Treinta de estos no se podrían explicar, porque no se hallaron suficientes evidencias sobre las cuales basar una conclusión».

Ciertamente, la entrada más notable en el documento aparece en la sección Recomendaciones. Dice, y cito: «…que la División de Guerra psicológica y otros organismos gubernamentales interesados ​​en la guerra psicológica sean informados de los resultados de este estudio.»

Es importante señalar que la guerra psicológica es una parte integral de la desinformación. Por lo tanto, vemos una conexión entre la desinformación, los ovnis y la guerra psicológica ya en la década de 1940.

Cambiando de tema, un documento de 1952 del director de la CIA Walter B. Smith al Director de la Junta de Estrategia Psicológica titulado, Platillos Volantes, revela: «Yo estoy transmitiendo hoy al Consejo de Seguridad Nacional una propuesta en la que se llegó a la conclusión de que los problemas relacionados con objetos voladores no identificados parecen tener implicaciones para la guerra psicológica, así como para actividades de inteligencia y  operaciones. Sugiero que discutamos en breve en un comité la posible utilización ofensiva o defensiva de estos fenómenos para los propósitos de guerra psicológica».

Luego está la cuestión de la famosa supuesta estrellamiento ovni en Aztec, Nuevo México, en marzo de 1948. Es una historia que se hizo famosa en 1950 en el libro de Frank Scully, Detrás de los Platillos Volantes. Muchos investigadores del fenómeno OVNI (aunque ciertamente no todos, como Scott y Suzanne Ramsey) descartan Aztec como nada más que un engaño, perpetrado por un turbio hombre de negocios llamado Silas Newton.

Hay un aspecto interesante en la historia de Newton/Aztec para destacar: por su propia confesión, y después de que la historia de Aztec saliera a la luz, Newton recibió la visita de dos representantes de «una entidad altamente secreta del Gobierno de los EE.UU.» (como el difunto Karl Pflock lo expresó). Esos mismos representantes dijeron a Newton, en términos muy claros, que conocían que su historia de Aztec era una completa mentira, pero, increíblemente, querían que siguiera contando la historia a todo el  mundo que quisiera escucharla.

Esto llevó Pflock a preguntarse: «¿El gobierno estadounidense o alguien asociado con él utilizan a Newton para desacreditar la idea de los platillos volantes estrellados ya que un verdadero platillo o platillos capturados podrían ser más fácilmente mantenidos en secreto? »

Y aquí es donde la desinformación se convierte en un área difícil de comprender: ¡el hecho de que los cauces oficiales puedan difundir una falsa historia sobre ovnis estrellados y alienígenas muertos, no significa que no haya verdaderos ovnis estrellados y alienígenas muertos escondidos en alguna parte! En ese sentido, no es necesariamente un situación u otra.

Durante muchos años, han circulado rumores en el sentido de que en la década de 1950 un ovni se estrelló en la isla de Spitzbergen, Noruega. Y que, en circunstancias similares a las que presuntamente ocurrieron en Aztec, Nuevo México, la nave extraterrestre se recuperó junto con su tripulación alienígena fallecida. Resulta que una referencia a este caso se puede encontrar en un documento con temas ovni que apareció bajo los términos de la FOIA(Ley de Libertad de Información) de la Agencia Nacional de Seguridad(NSA).

La copia de la NSA es un poco diferente a las copias del mismo documento que han sido desclasificadas por la Fuerza Aérea, el Departamento de Estado y el Ejército. Alguien de la NSA, -por desgracia, no sabemos quién-, identifica la historia Spitzbergen en el documento como una «planta». En cuanto a quién sembró la historia y por qué, eso es harina de otro costal, que ahora está, probablemente, perdido en la niebla de tiempo.

Y si crees que esas cosas no eran más que el trabajo de las redes de espionaje en los primeros años de la Guerra Fría, estás totalmente equivocado.

En junio de 2001, el diario británico Independent señaló que Richard Tomlinson, anteriormente del MI6 de Gran Bretaña, había revelado que: «… durante el período previo a las elecciones del secretario general [de Naciones Unidas] en 1992, [MI6] montó una operación de desprestigio contra el candidato egipcio, Boutros Boutros-Ghali … » A pesar de que la operación fracasó, según el diario, una de las formas en que el MI6 intentó hacer que Boutros-Ghali pareciera desequilibrado fue sembrando historias en la que se afirmaba que «era un creyente en la existencia de los ovnis y la vida extraterrestre».

Entonces, ¿dónde nos lleva todo esto? Te diré donde: ¡a la confusión masiva! Y ese es el punto: asegurarse de que quienquiera que sea el objetivo de la operación de desinformación en cuestión es usado y manipulado de acuerdo a las reglas de los que dirigen el espectáculo.

Un montón de gente en la ovnilogía se enoja y se pone a la defensiva cuando aparece la discusión sobre la desinformación ovni. Ellos asumen, equivocadamente, que si alguien dice que hay desinformación masiva ovni en curso, de alguna manera implica que la persona está diciendo que el fenómeno tiene cero mérito fuera del mundo de la guerra psicológica, lo cual es absurdo. Claramente, hay un fenómeno ovni real. Hay demasiados informes, -e informes de alta credibilidad, debo subrayar-, para que todo el misterio hubiera nacido sólo de la mente de los estrategas de la desinformación.

El problema, sin embargo, es que donde la desinformación ha tenido éxito ha sido en sembrar las semillas de la duda en este u otro caso. Y, a veces, conduce a la gente después a preguntarse acerca de los méritos (o la falta de méritos) de otros casos. Entonces, nos encontramos con que (A) la comunidad de investigación ovni confundida e insegura acerca de lo que es real y lo que no, y (B) esos manipuladores detrás de las escenas frotándose las manos con entusiasmo y felicitándose mutuamente por un trabajo bien hecho .

Así que, sí, hay desinformación ovni, -y ciertamente muchísima. Pero, y aquí está lo importante: hay verdaderos ovnis también….

NICK REDFERN (19/3/2014)